claustrofobia. Dr. Lewis. -Hola, Sra. Manfredi. ¿Cómo está? -Acaso de ver a Morris. Y está quejándose como un bebé otra vez. -Qué bien. -Muchas gracias. Sí, un placer. Ya hablamos del perro. Lo amo. No lo puede traer. Perdón. ¡Gémenis! Llegaremos al fondo de esto. Te lo prometo. Ahora vete a casa, descansa. -Te llamo cuando tenga los resultados. -Gracias, Dan. De nada. Hola, doctora. Buenas tardes, Dra. Skirth. La criatura y ell huésped se unieron. Todo iba bien. ¿Por qué sigue deterioránse el humano? No sé. Lo organismo está bien? -El simbiote va muy bien. Pero está matando al huésped. Está consimiendo sus órganos. Mire esto. ¡Lo están lastimando! ¡Paren! Los sonidos entre 4000 y 6000 hertz le hacen daño. Dejen de producir esos sonidos. Se acaba estabilizando. ¿Qué pasó? Va a sufrir una falla hepática aguda. Necesitamos otro huésped. Qué mal diseño. ¿ërdón? El de los seres humanos. Perdone la interrupción. Creí que querría buenas noticias. Lo siento. - ¡Tengo habre! -Maldita sea. ¡Estoy bien! No se preocupen. ¿Puedo pasar, por favor? Con permiso. Gracias. Me voy a quedar aquí hasta que se pare el tranvía. Estamos bien. Bueno, gracias. Con
