Con un pesado suspiro, Jocelyn se se dejó caer en el sofá aterciopelado de su sala. Ansiaba poder cambiarse a una ropa más cómoda luego de una larga jornada.
Por lo que se encaminó hacia su pequeña habitación, donde se cambió el uniforme por unos pantalones cómodos junto a una camiseta.
Una vez terminado suspiró al darse cuenta que su padre tardaría en llegar nuevamente y saber que estaría sola lo que restaba del día la deprimía bastante.
El padre de Jocelyn era inglés y su madre japonesa, al conocerse ambos se enamoraron en la universidad, por lo que decidieron casarse y llevar una vida feliz en Inglaterra, hasta el nacimiento de Jocelyn donde su madre y su hermano gemelo fallecieron en el parto dejando solos a ella y a su padre, quién decidió volver a la tierra natal de su difunta esposa para sentirse cerca de ella.
A pesar de que su padre siempre le recalcara que era un hombre feliz a su lado, ella no podía evitar sentirse vacía desde que escuchó la historia de su familia y más aún desde que escuchó por primera vez a su padre llorar desesperado entre sueños al repetirse una y otra vez los sucesos de hace 12 años en su mente.
Pero Jocelyn intentaba por todos los medios ser feliz y hacer enorgullecer a su padre, quién daba todo para que ella creciera como una niña feliz.
Ambos vivían en un complejo de departamentos pequeños, del cuál aquella vez Jocelyn tuvo que salir para ir a la tienda en búsqueda de comida para la cena de aquella noche, topándose con su vecino pelinegro, quién la saludó sonriente dejándo a la vista su colmillo reluciente.
—¿Cómo estás, Baji-san? —se detuvo al verlo llegar cargado con unas bolsas—. ¿Necesitas ayuda?
—No te preocupes, Jocelyn, puedo llevarlas —agradeció con una sonrisa—. Mamá está por empezar a preparar la cena, deberías pasarte si aún no llego el señor Agnes.
Jocelyn pensó en su invitación unos minutos, no tenía nada que hacer en casa, estaría sola y su padre no llegaría hasta la noche por lo que aceptó, no sin antes dejarle una nota sobre la mesa del comedor, siendo acompañada por su vecino.
Al entrar en su casa, saludó a su vecina quién la recibió gustosa con un abrazo.
—¿Tu padre volverá tarde otra vez? —preguntó con una mueca preocupada.
La menor asintió algo apenada: —Pero no es para tanto, lo entiendo.
—A veces es difícil pero sabes que siempre puedes venir a casa cuando te sientas sola, Joc.
La pelinegra asintió feliz. Siempre se había sentido a gusto con sus vecinos desde que se mudaron hacía dos años atrás. Aunque tenía la leve sospecha de que la mujer sentía algo por su padre, pues también era muy amable con él, o quizás hayan sido imaginaciones suyas, es lo que quiso pensar.
—Mamá, olvidé mencionarte que vendrá un amigo en un rato —recordó el pelinegro mientras guardaba los alimentos en sus respectivos lugares.
—Claro, no hay problema, Kei -asintió la madre feliz—. ¿Es Mikey?
—No, es una amigo nuevo que conocí en el parque —sonrió el menor.
—Perfecto, preséntale a Joc, seguro se llevarán bien —aseguró para ir a comenzar con la cena.
—¡Estoy seguro que sí! Ambos son muy amigables —le sonrió sonrojado a la pelinegra para luego invitarla a su habitación para hablar.
Media hora después el timbre sonó anunciando la llegada del amigo de Keisuke. Este emocionado corrió a abrirle la puerta a su amigo arrastrando a su vecina en el camino quedando detrás de él.
Ambos se saludaron para luego presentar a su vecina quién intrigada salió detrás de Baji, siendo este más alto que ella, para ver al nuevo amigo.
Su respiración se atascó al ver unos ojos color arena observarla con curiosidad.
—Jocelyn, él es mi amigo Kazutora —habló Baji con una sonrisa.
—Es un gusto, Jocelyn.
Escuchar su nombre salir de sus labios fue como tocar el cielo con las manos para la menor quién sonrió de manera boba sin dejar de verlo con un sonrojo en sus mejillas.
Sonrojo que su vecino notó de inmediato y cambió su semblante animado por una mueca de disgusto.
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I N E S T A B L E | Kazutora Hanemiya
Fanfiction"A donde quiera que vaya, aún cuando pasen los años, sigues presente. ¿Por qué? No merezco lealtad, no merezco tal cariño. Pero por favor... No quiero que te alejes... Eres lo único que me mantiene cuerdo..." Jocelyn sabía perfectamente cómo era él...