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Sands

Dicen que el verano se disfruta más que el frío invierno, yo digo que el invierno es la mejor estación que la naturaleza nos ha dado. Solo hay personas que no saben disfrutarlo.

Observo la calle desde la ventana de mí oscura habitación, hay una mudanza a tres cuadras de aquí y la gente del pueblo ya estan hablando de ello.

~metiches.

Veo como la camioneta de mamá se estaciona en la entrada y decido salir de la habitación para darle la bienvenida a casa. Ella me mira desde la puerta cuando entra por esta, estoy parado en el último escalón y le doy una sonrisa que borro poco tiempo después.

Ella me sonríe y se adentra más en el lugar, la sigo con la mirada hasta la cocina. Voy con ella cuando está por decirme algo, una voz resuena por toda la casa.

- ¡Llegué familia! -gritan desde la sala, persigo a mamá que salió casi corriendo al encuentro con mí hermano.

Ellos se dan un efusivo abrazo, mientras yo mantengo mí distancia.

- ¿Tu no me saludas o que?- pregunta abriendo sus brazos como si yo iría a abrazarlo.

- Bienvenido a casa - es lo único que digo antes de sentir su abrazo, el cual no correspondo.

Mamá nos mira como si hubiese esperado esto hace mucho, lo cierto es que nunca fuimos tan efusivo el uno con el otro, como para darnos abrazos ahora.

Mí hermano me mira, se lo que significa. Nada está bien. Solamente lo hago a un lado y tomando mí chaqueta salgo de casa.

Lo sabía, el nunca trae nada bueno en sus regresos a casa. Me coloco mis audífonos y camino por la acera sin rumo alguno.

Al cabo de 20 minutos de caminata llego al lugar en donde cotidianamente suelo pasar mis tardes.
Al abrir las puertas del lugar, el olor a incienso se cuela por mis fosas nasales.

Saludo a la recepcionista y ella me regala una sonrisa. Camino hasta una mesa donde tomo asiento  para escuchar lo que habla un señor de unos 87 años aproximadamente, está hablando acerca de las reencarnaciones.

- No, no crean que toda la vida van recordar su pasado -habla con demasiada pasión- solo podrán recordar hasta la edad en la que murieron.

- Hay casos que dicen recordar todo - Ámbar Lockner habla mirando al anciano-

- ¿Usted alguna vez escucho los relatos? -cuestiona el hombre y una risa se me escapa- hay casos famosos acerca de la reencarnación, pero ninguno que sea convincente -con eso finaliza.

- ¿Crees que sea cierto? -una voz dulce me cuestiona desde mí izquierda - lo de reencarnar -vuelve a decir-

Me encojo de hombros -no lo sé, la muerte es... Hermosamente impredecible -digo en casi un susurro.

Ella alza una de sus cejas en confusión - ¿Hermosamente? -me mira con al duda palpable en sus pupilas - ¿Cómo podría ser hermosa? Se supone que dejas de existir -vuelve a hablar.

Le doy una corta sonrisa y bajo la mesa en la que he estado sentado, me giro en busca de la salida y puedo sentir los pasos de la chica detrás mío. Al salir de aquel local en el que hablan cosas relacionadas con el más allá y se hace debates acerca de si hay otra vida.

- No me has respondido- otra vez ella-

- ¿Porqué no sería hermosa? - cuestiono caminado a paso calmado-

- No lo sé, simplemente es algo que sucede. Dejas de existir y dejas a las personas que te aman -no dejas de existir, pienso- la muerte no puede ser hermosa, si daña a tus seres más queridos -con eso finaliza-

Nosotros y lo malo (Próximamente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora