Seis años después

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Cinco años luché con el recuerdo de Zinerva. Me avergüenzo de mí, soy el hombre más temible de Europa en el negocio y salgo con idiotices. Vamos a ver, no me he arrepentido por lo que sucedió con Alicia pero me arrepentí de no haber visto a la cría, después del primer encuentro.

Fui un miserable y por primera vez mi precioso plan de asesinar... No funcionó, aparte me devolvió al triple los recuerdos de Zinerva.

Eso esta en el pasado, no comentaré esto con nadie... jodida vergüenza. Gracias a los cielos ya superé a la niña.

«La superé»

Me repito eso una y otra vez, ojalá y me lo crea antes de llegar al museo. Se que la veré esta noche...

«La superaste Anker»

Llegue a la conclusión de que mi preocupación por Zinerva es porqué despertó mi instinto protector. Obviamente no sentí nada amoroso, soy de TODO menos un pedófilo.

He hablado unas cuantas veces con Franco y con "cuantas" me refiero a unas quince mil. Es molesto, me da dolor de cabeza que consiguiera un posible esposo para su nieta. Mi sobrino Luca.

Me ha contando todo de su "relación" con Zinerva. Desde que es un monstruo molesto, hasta que la odia y está enamorado de su amiga Renata. ¿Será tan mocosa?.

—Y luego me explotó una pelota en la cara, ¿puedes creerlo? Es una tonta.

—Tío me mordió y saqué tanta sangre que hice una carta con ella diciéndole que a la próxima y se comía ratas muertas —psicópata de familia— pero ella me lo devolvió con gusanos en mi postre favorito —la cría no se queda atrás—.

—No se deja pero yo tampoco, dijo que me iba a engañar con Robert Pattinson y que tendría tantos hijos que van a venir a por mi.

Me río de las conversaciones que me confesó cuando apenas la conocía. Algo esta claro y es que nadie la doblega.

Maztsimo aparcó en el estacionamiento del lujoso edificio dejándome ahí, tiene cosas que hacer así que regresó al lugar con más protección de toda Europa, mi casa.

— ¿Gusta vino, Señor Ritzzo? — una mujer guapa menea las caderas acercándose a mí.

— Gracias — tomo la copa de oro agitando lentamente el líquido rojo que tiene dentro, mientras observo el lugar doy pequeños sorbos.

— Señores y damas les pidió que pasen a la sala de presentaciones — se supone que vine aquí para ver a mujeres desnudas en los cuadros. Ya nada me impresiona, lo he visto todo y lo he probado todo. No hay nada respecto al sexo que no conozca, un hombre como yo tiene pocos tabúes — Por aquí — me indica el empleado que habló hace un momento.

Me encamino al dichoso salón esperando que no me haya metido en una jodida película porno. Algunos le llaman "arte Italiana", básicamente son mujeres buenas masturbarse, mientras otras bailan con el sonido de los gemidos que hacen una música sorprendente ya que usan violines y un piano. ¿De que me quejo?, No tengo nada mejor que hacer.

— ¡Anker! — la voz molesta de Franco suena por lo alto — Que bueno que viniste a la obra de Zinerva.

¡¿Que?! No puede ser, una niñata haciendo el ridículo en público, pensé que Franco tenía poquito amor propio.

— ¿Una niña de...

— Diecisiete años — continúa por mi.

— Joder Franco, ahora si me sorprendiste — mi carcajada se escucha por la entrada del salón, sabía que Zinerva venía pero nunca me imaginé que ella actuara en la obra.

INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora