Palabras: 433
No entiendo por qué nadie quiere ser mi amigo, tal vez sea por mi aspecto de bicho volador, con alas tan amplias y patas tan largas. Mi especie se conoce como "mosquito tipula" temidos en todo el jardín por ser tan grandes. Aunque realmente somos inofensivos y no picamos, los demás no lo saben y los míos se aprovechan.
A nuestra especie le gusta tener el control y obligar a los demás bichos a hacer sus tareas como recoger fruta, que es lo que más nos gusta comer.
Por cierto, me llamo Cutie y no soy como los demás. Yo siempre intento hacer nuevos compañeros, pero cuando llego a Villa Mariquita o me asomo a los agujeros donde se supone que tiene que haber miles de hormigas, no hay nadie.
Los únicos a los que veo son los humanos. Una vez me colé en su casa para ver cómo vivían y, al ser tan grande, me vieron y me persiguieron con un gas tóxico para mosquitos. Afortunadamente, una ventana estaba abierta y como nosotros no somos tan tontos como esas moscas sin cerebro salí por ahí hasta llegar a mi hogar.
Cuesta creer que nos dejen vivir en su jardín, porque en cuanto entres a su casa no sales, nadie excepto yo. Aun así, no he querido volver allí por si acaso.
***
Un día, cuando estaba pasando por uno de los árboles que hay, vi entre las ramas a una mariquita, una abeja, una hormiga y un gusano jugando al escondite. Intenté acercarme para ver si podía jugar con ellos, pero al final acabaron escondiéndose de mí, y no precisamente para jugar.
Cuando se estaba poniendo el sol eché a llorar, estaba sentado en el borde de la mesa cuando de repente alguien me habló.
-¿Estás bien?- dijo una pequeña araña a la que le faltaba una pata
-Pues la verdad es que no, cada vez que voy a hacer amigos todos se alejan de mí solo por mi aspecto- dije secándome las lágrimas.
-Te entiendo, yo un día estaba sobre una hoja cuando de repente una avispa me pidió jugar con ella. Se acercó a mí y en cuanto vio que me faltaba una pata salió corriendo- dijo en tono comprensivo
-¿Tú quieres que seamos amigos?- pregunté tímidamente.
-Claro, tenemos muchas cosas en común y encima, los marginados tenemos que apoyarnos entre nosotros- me respondió con una sonrisa
Yo me empecé a reír. Cuánta razón tenía. Pasaron los días y cada vez nos hacíamos más amigos.
Dentro de poco comprendí que es mejor tener amigos que te acepten tal y como eres.
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Ideas Locas
RandomHola! Aquí os traigo unos microrrelatos para el concurso de Ideas Locas de G.Vidal. Espero que os gusten!!