CARTA 7 - X
Creo que esta es la carta más difícil de escribir. Hola X. Welcome al mundo de las cartas y aunque eres de las personas a las que más conozco en la vida, nunca te dejaré leer Wattpad para que no leas que esto va sobre ti. Bueno, ¿lees? Creo que ni siquiera lees las instrucciones de la cocción de la pasta, para eso estoy yo, siempre a tu lado. Te he hablado mil veces de ellas, es gracioso que ahora te dedique un capítulo a ti solito. Si todas las chicas que han estado contigo pudieran escribir como lo hago yo, te dedicamos un libro de más de trescientas páginas. Lástima que ellas no sean capaces de hacerlo. Haríamos un best-seller hablando de lo malo que eres con los sentimientos, en la cama y cómo amigo en general.
Te tengo tanto asco que a veces evito verte, aunque es imposible. Bendigo cada día que estás separado de mí, aunque no es demasiado frecuente. Estás en todos lados. Tengo que poner una jodida X en vez de tu inicial porque seguramente también estás al lado de la persona que está leyendo esto, o te hablan de esta carta. Esta relación de amor-odio me está matando por dentro e incluso me ha amargado durante un tiempo, hasta que aprendí a vivir mi vida. MI VIDA, con límites, con espacios y sin ti en ella.
Tuve que hacer amigos nuevos para que no los tuviéramos en común y pudiera desahogarme con ellos, para poder tener una vida paralela en la que tú no te aferraras como una garrapata para aprovechar todo lo bueno de ella. Me pides que te presente a mis amigas, a esos chicos que conocí en ese bar, a esas chicas con las que quedo para beber vino cada fin de semana. No lo haré, son míos y ya te odian sin conocerte. Lo siento, no me quedaba otra que hacerme mi propio espacio aquí.
Necesito respirar fuera de ti, de tu aura tóxica y de tus celos intragables que me ahogan y me aprietan tan fuerte que me hacen querer dejar de lado esta ciudad para que tú no estés en ella. ¿Por qué no te vas? Déjame respirar de una jodida vez.
Hablas de mí, de nosotros, a la gente que conoces contándoles solo tu versión. Joder, cuéntales como te dije que no me corría y tú te diste la vuelta sin importante una mierda lo mucho que me dolió ese gesto. Y yo, ¿Dónde quedo yo?. Queda mi cuerpo en una cama enorme, utilizada por ti y sin consuelo alguno. ¿Nunca pensaste en lo mucho que duele? No somos un objeto. Estaba borracha, pero no soy idiota, puedo acordarme de cada maldito segundo.
Porque no sé si me dolió más no correrme o que te aprovecharas de mí siendo tú. La persona que más quería en el mundo, en mi círculo. No era algo romántico, era confianza, aprecio, cariño. Eres el que siempre estaba, el que me abrazaba cuando lloraba por los chicos de las demás cartas y el que contaba conmigo para todo.
Te aprovechaste como lo haces con todas. Nos apuntas en tu lista y pasamos a ser un número más con ese asqueroso sticker que nos puntúa en la cama, ¿fui lo suficiente buena? Sé que la chupo de lujo, me lo repetías mientras te corrías. O eso se lo decís a todas, seguro que sí. ¿Me has puesto un corazón? Oh mejor, un plátano, unas gotitas o una carita sonriente. ¿Qué soy? ¿Qué merezco? Yo soy tu número 12, tú eres mi carta número 7. Estamos igualados cielo.
Lástima que al terminar tuvieras que preguntarme cómo era tu rabo, pues era normalito cielo. Cómo todos los rabos de los tíos inseguros que preguntan cómo la tienen después de acabar.
No tendré demasiada experiencia en la vida, pero en rabos como el tuyo, tengo un sobresaliente cielo. Te odio por cada maldito segundo que me hiciste cuestionar mi valía, porque aquí la única que vale soy yo.
Lo peor fue cuando delante de todos mis amigos decidiste hacerte el gracioso y huir de la situación echándome las culpas. Siempre era mi culpa, porque yo no era lo suficientemente estrecha para tu micro rabo, porque yo no era lo suficientemente buena. Ahí la que no te ponía era yo, pero bien que te corrías. Así que ¿no te ponías cachondo o no eres capaz de satisfacer a una mujer en la cama? Hablemos claro X, no vales ni siquiera para complacer.
Ahora soy yo la que te pone nota y no llegas al 0. Porque eso de poner nota a una persona es la peor cosa del mundo, nadie merece estar en un ranking, pero tú encabezas el mío. Vas perdiendo por goleada.
Cuando le contamos nuestras experiencias a esa chica en ese parking borracho y yo decidí hablar de lo mucho que me arrepentía de haberte dado una oportunidad, te ofendiste. Nuestros amigos me dieron la razón y me defendieron, al menos pude ver quién me aprecia de verdad.
Aunque más ofendida estoy yo conmigo misma, cómo me puedo querer tan poco como para aguantar esa situación en mi vida. En mi día a día. Porque aquí sigues, intentando aprovecharte de cada oportunidad que me ofrecen, que me gano y que merezco.
Mi madre te odia, nuestros amigos nunca te perdonarán y siempre te mirarán con ese ápice de lástima recordando que son amigos tuyos por mí. Porque de buena tonta y como buena tonta, amiga tuya. Me das lástima, me dan lástima todos esos que creen en ti. Porque yo lo hice un día hasta que descubrí cómo eras.
Pero mis amigas nunca te van a perdonar y se encargan de recordarme lo poco que vales y lo mucho que me merezco en la vida. Algo mejor que tú y que todos los que aparecen en estas cartas.
No eres nada X. No mereces nada.
Recuerda que me hiciste llorar por días, que me has causado la mayor inseguridad de mi vida y que por tu culpa pasé días cuestionando mi valía.
Chicas, siento mucho si os sentís identificadas con esto. No nos merecen.
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Las cartas que no te envié. - Cartas de corazones rotos.
DragosteHola, me llamo Marta y soy una escritora amateur muy enamoradiza. No suelo hablar de ello, suelo escribir sobre ello y aún que no lo parezca, en mi interior tengo a una Taylor Swift que escribe cartas a todos esos chicos a los que nunca pude decirle...