"Y AQUÍ ESTOY... OTRA VEZ"

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PRIMER CAPÍTULO

El rubio entra a la habitación sin hacer ruido alguno, está por amanecer y el humano duerme aún, decide esperar sentado en el cómodo sofá a que despierte. El castaño se mueve girando en la enorme cama, estira una de sus piernas y abre poco a poco los ojos al sentir la presencia de alguien.

¡Bú! —dice el sonriente rubio, el castaño piensa que está soñando, así que voltea su almohada y se hunde en ella para seguir durmiendo, pero antes de que cierre los ojos vuelve a aparecer el chico sentado cerca de él.

— ¿Pero qué...?  ¡mierda, maldito alcohol! —dice entre dientes y se gira hacía el otro lado, pero el rubio se le adelanta apareciéndole cómo por arte de magia.

—Antes que nada, porfavor podrías  cubrir tus miserias con las sábanas y ni sé te ocurra lanzarme ese... ¡rayos...! ¡auch! eso dolió Graham — el rubio masajea su frente tras recibir el golpe con la lámpara que yacía en la mesita de noche.

— ¿Cómo has entrado a mi habitación y quién demonios eres? —el castaño se levanta decidido a golpear a aquel intruso.

—Te aclaro que no soy un delincuente, si eso es lo que crees y tranquilízate porque por más que intentes molerme a golpes no me iré de acá —el castaño camina hacía donde está el teléfono.

—¡Ahora mismo llamaré a la policía! —lo amenaza, pero el móvil empieza a flotar por los aires, el rubio sonríe divertido observando al castaño abrir sus ojos con incrédulidad.

—Está bien Graham, creo que hemos empezado con el pie izquierdo —trata de acercarse—y... pido disculpas por ello... ¡hey!, detente, ni intentes lanzarme ese zapato. —se agacha esquivando un cuadro—Y ya, por favor no te asustes, prometo que vengo en son de paz —el castaño cree que se trata de una pesadilla y se da un pellizco, pero al sentir el dolor sabe que no lo es, se sirve agua en un cristal y lo bebe, cierra fuertemente los ojos, respira y los vuelve a abrir, el rubio lo ve divertido.

—Así que aún crees que soy un sueño, pesadilla o producto de tu imaginación...—el rubio rie— sabes qué, te daré un poco de privacidad así te das una buena ducha... y tranquilo que no me iré, estaré esperándote en la sala para aclarar todas tus dudas —sin esperar respuesta del castaño, sale caminando traspasando la pared.

Terry va detrás suyo e intenta traspasarla también, pero sólo consigue topar con ésta, maldice y se reconoce como un completo idiota, ni que fuera Harry Pother, para traspasar las paredes.
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Los rayos del sol empiezan a filtrarse por la cortina de su ventana, así que decide tomar la ducha, piensa que quizás eso le ayude a despejar su mente de lo ocurrido minutos atrás.

Sale del cuarto de baño con la toalla envuelta en la cintura y con otra más pequeña seca sus largos cabellos, frente al espejo reconoce  que ya necesita un corte de cabello.  Es interrumpido de sus pensamientos al escuchar los ladridos de un perro.

Frunce el ceño, durante el tiempo que lleva viviendo en ese departamento nunca había escuchado a alguno, se encoje de hombros y supone que ha de ser la nueva mascota de alguien de sus vecinos.

De nuevo  escucha los ladridos y reconoce la voz de aquel que creyó había sido producto de su imaginación, se viste rápido y camina hacía la pequeña sala.

—¡¡Eso es... buen chico!! —el rubio le está dando unas croquetas a un enorme perro quién en agradecimiento le menea la cola.

De un par de zancadas el castaño se les acerca muy decidido en echarlos a patadas, pero el perro en cuanto lo ve llegar se abalanza sobre él, no le ladra sino lame sus manos juguetonamemte; el rubio disfruta de la escena y se siente aliviado de que toby haya reconocido a aquel humano cómo un ser puro y noble de corazón, porque de lo contrario lo hubiera atacado de inmediato; el castaño amante de los animales no se resiste y acaricia las orejas del can.

✨"EL ÁNGEL DE LAS ROSAS"✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora