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─Y pude sentir como nuestros lobos aullaban cuando nos miramos a los ojos, no tuve que pensar demasiado para saber que Riki era mi destinado

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─Y pude sentir como nuestros lobos aullaban cuando nos miramos a los ojos, no tuve que pensar demasiado para saber que Riki era mi destinado... ─contaba felizmente el peli rosado, Sunwoo, a su mejor amigo, Sunghoon, como había hablado por primera vez con aquel alfa de cabellos amarillentos que hacía latir fuertemente su corazón. El gamma*, a pesar de estar a su lado, no escuchaba ninguna de las palabras que brotaban de sus belfos brillantes por su bálsamo labial, su atención estaba puesta únicamente en ese beta de cabellos azulado tal cual el mar cuando los rayos del sol se adentran en él y ojos saltones como un ciervo pequeño que se encontraba charlando con sus amistades más cercanas.

Soltó un suspiro como todo un protagonista de una novela cliché para jóvenes tras volver a su realidad. Había hecho distintos planes en múltiples ocasiones cómo conquistar el corazón del chico, fallando en cada uno de los intentos, no podía acercarse a él sin que su alma comenzase a temblar con fuerza.

Además, no tenía el suficiente valor para llevarlos a cabo y cómo obtenerlo, sí nunca había sido capaz de matar a un insecto, era como un gato asustadizo.

Tomó un sorbo de ese té de limón que habían ofrecido en la cafetería e hizo una mueca con su boca al darse cuenta de que se habían derretido los cubos de hielo que poseía la bebida. Lo único que deseaba cada fibra de él era que el beta lo envolviera en sus brazos cada vez que tuviese miedo, ser el dueño de sus besos y tener el placer de decir que era el único a quien amaba.

Sunoo seguía conversando acerca de ese japonés que vino del programa de intercambio pero su habla se detuvo al observar como el peli negro se levantaba de su asiento para acercarse hacia donde se encontraba Lee Heeseung, su destinado y amor platónico a su vez. Sus pasos se escuchaban seguros y eso hizo que se sorprendiera a más no poder, estaba emocionado de que al fin el gamma se diera la oportunidad de arriesgarse después de todo.

Sunghoon, al llegar hasta la mesa que utilizaban el beta y esos dos alfas que reconoció como Shim Jaeyoon y Park Jongseong ─quienes eran parte del club de literatura al igual que él─, se sentó tranquilamente sobre la superficie de plástico de la mesa, quedando justamente en frente del mayor, creando una cercanía entre el rostro del peli azul y del suyo propio. Sin saber exactamente qué hacer, su vista se dirigió hasta la bandeja perteneciente a su enamorado, que se hallaba repleta de comida, tomó una de esas patatas fritas que se encontraban en un pequeño empaque de cartón improvisado y la introdujo en su boca, saboreando lo salado que se sentía mientras su campo visual se enfocaba en Heeseung, el cual miraba atento las acciones del gamma.

El pulgar del peli negro dió un paseo por las comisuras del chico hasta dar con la mandíbula simétrica que éste poseía, obligando a sus rostros a acercarse, las respiraciones de ambos eran percibidas por los oídos de ambos en ese instante, olvidando los murmullos que se escuchaban a su alrededor y, cuando estuvieron a punto de juntar sus labios en un dulce beso, un golpe certero en su mano y la voz del omega peli rosado sacaron abruptamente al mayor de su ensoñación.

─¡Park Sunghoon, présteme atención! ─chilló en modo de queja del menor, abultando sus belfos en forma de puchero.

El antes mencionado negó torpemente su cabeza y le sonrió─. Discúlpame Sunnie, me quedé soñando despierto.

─Lo sé, otra vez imaginaba como se besuqueaba con Heeseung sunbaenim. ─los labios del omega formaron un corazón e imitó el sonido de los chasquidos que provocaba un beso, haciendo que las mejillas de Sunghoon se pintaran de un hermoso carmesí─. Eso no importa ya, seguiré contando lo que sucedió con Riki, entonces... ─la campana que indicaba el final de la hora del almuerzo resonó en la cafetería, haciendo que el alumnado se parase de su asiento, desechara sus desperdicios y procedieran a llegar hasta sus aulas correspondientes, incluyendo a ambos amigos que cuchicheaban acerca de sus destinados.

*gamma: están por debajo de toda la jerarquía debido a que son los más sumisos y débiles, a pesar de aparentar lo contrario

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*gamma: están por debajo de toda la jerarquía debido a que son los más sumisos y débiles, a pesar de aparentar lo contrario. Son fuertes, empalagosos y dependientes, capaces de disimular su aroma que es más dulce que el del propio omega y solo es atrayente para betas.

 ꒰ dumb dumb ꒱ ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora