SMALL - JELSA MINIFANFIC

cuarta parte

age:
Elsa 23
Jack 15

── Jack estará molesto. — Mérida murmuró.

Elsa procedió a bufar mientras bebía de su taza de café, golpeando con sus uñas el cristal de la misma. Estaban sentadas en la cafetería a unas cuadras de la  empresa donde Elsa trabajaba, esperando a que Frost hiciese acto de presencia. Si bien los años habían transcurrido más rápido de lo normal, Elsa se sentía sofocada al tener semejante compromiso, ser pareja predestinada de un adolescente no era nada sencillo, y menos cuando siendo este un Alfa. Los preciosos ojos brillando de Frost a los diez años la hicieron olvidar sus quejas, solo esperaba poder aguantar hasta el tiempo que sea necesario, o para siempre.

── Tenía cosas pendientes, Mérida.

── Por una parte tienes razón, no deberías quejarte tanto, eres la asistente personal de Norte, es un puesto muy importante y obtienes cientos de privilegios, Uh... ¿Podrías hablar con él, no?

── Aunque hubiera podido, no habría sido posible, la junta con los inversionistas era importante para la compañía, no podía fallarle. Esas fueron las razones por las que no pude asistir a la cita con Jack.

Entonces, Jack Frost estaba en la puerta de la cafetería, una expresión impasible en su rostro, unas convers blancas y el uniforme del colegio al que asistía. Su musculatura no había aumentado demasiado, era de complexión delgada, lo que si era que a esa edad era incluso o más alto que Elsa, su característico cabello blanco brillaba, aunque  continuaba desordenado, justo como de pequeño. Su expresión, había madurado, su mandíbula firme, ojos azules con un aire de seriedad y labios delgados.

── ¿Ha llegado?

Escuchó a la lejanía la voz de su amiga, pero estaba inmersa en la presencia de Frost.

Desde su lugar, Elsa lo observó con inquietud, notando como se dirigía hasta ellas, tomando asiento despreocupadamente justo a lado de la pelirroja, que sonrió con pena a su amiga y se alejó para salir de la cafetería.

── Vaya, creí que faltarías también a nuestra cita semanal. — soltó con frialdad en su rostro mirando hacia el techo.

── Creí haberte explicado las razones de mi ausencia, mi jefe necesitaba de mí, soy su asistente personal.

── Si, si. Ese mísero trabajo que tienes, al parecer no falta mucho para que tú jefe intente meterte bajo sus sábanas, ¿No? Eso debe ser lo que espera.

El rostro de Elsa enrojeció de ira. ── ¿Qué pasa contigo? No permitiré que me faltes al respeto de esta forma.

Jack movió la mandíbula y colocó los brazos en su pecho. ── No eres la indicada para hacerme las preguntas, Arendelle. ¿Por qué has faltado a nuestra cita?

── Jack, te he pedido perdón e incluso te dí mis razones, ¿Qué más quieres?

──  ¡Que tengas tiempo para tu novio! Eso es lo que jodidamente quiero, estoy harto de ser el segundo en tu agenda.

── Jack, las cosas no s-

── Quiero que mañana, nos veamos más temprano, faltaré al instituto y tú a tu trabajo.

── No puedo hacer eso, tengo compromisos.

Jack arqueó una ceja. ── Tu no vas, y le digo a mis padres que me has estado tratando mal, e incluso puedo acusarte con tu jefe, podría ser tu ruina.

── Jack, pero jamás te he puesto un dedo encima. — refutó Elsa con desesperación en su voz.

── ¿A quién piensas que le creerán?  Soy menor de edad, sí, pero se me es sencillo influenciar a las personas con mi calmada actitud, podría decirle a mis padres que has intentado tocarme, hacer un escándalo en plena junta de tu trabajo... Son tantas opciones tentadoras.