Un amor sale a floté a través de este juego macabro
Todos estamos aquí por un mismo objetivo, necesitamos ese dinero más que nada, todos venimos por diferentes causas, cada uno de nosotros hemos llegado a ese lugar por un mismo objetivo. Cada una de...
Antes de empezar, me agradaría muchísimo, escuchar sus opiniones y comentarios. Sobre todo si tengo algún error; ayudaría para poder mejorar la historia.
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Al despertar y estar consciente, esta miro a todos lados, intentando recordar que fue lo último que paso antes de llegar a ese lugar tan extraño; había muchas literas y con ellas varias personas, debía admitir que a pesar de que ellos estuvieran aquí para jugar y ganar dinero, están presentes demasiadas personas.
Su cama donde despertó no estaba ni tan arriba, ni tan abajo llegando al suelo. Suspiro algo angustiada y descendió hasta tocar el frío piso. Al frotarse los ojos y ver mejor, se dio cuenta que todos tenían un uniforme similar, con excepción por un numero que los identificaba.
—WOW— Susurro esta al ver bastante personas al rededor— Si que vinieron bastantes.
Mientras miro detenidamente, vio a un señor de avanzada edad; lo miro mas detalladamente y se acerco. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, pudo detallar a otro jugador, este también tenía un numero en su buzo —456—para ser exactos.
Perspectiva Tn
—65,66...—Dijo el señor, mientras contaba a las personas presentes—67...
—Señor ¿Qué esta haciendo?— Pregunto el 456, mirado al señor con detalle.
—Creo que eso es muy obvio—Me metí sin previo aviso a la conversación— No deberías preguntar esas cosas, cuando se nota desde lejos.
—Me refiero, para que lo hace— Me respondió, mientras señalaba un cuadro a lo lejos, mientras el señor seguía con lo suyo, ignorándonos.
—69...— Siguió contando, restándonos importancia— No me molesten muchachos, me distraen. 70.
—¿Esta contando a todas las personas?— Siguió con su mano alzada.
—!AY¡ Ya te dije, deja de hablarme— Ante las palabras del anciano, no pude contener soltar una carcajada, ante las palabras del señor— E-entonces ¿Ah? ¿Dónde me quede?
Yo solo lo mire al que intentaba convencer al señor y luego pase mi vista al otro que estaba presente.
—Señor con todo respeto— Me dirigí hacia el mirándolo— Hay 457 personas.
—Y mire usted fue la primera en llegar— Termino el 456, apuntando el pecho del mayor en donde se ubicaba su numero 001— Y nosotros, somos los últimos.
Checo su numero y luego el mío, mientras lo último que decía, era con una voz un poco mas apagada, el contrario le respondió con una gran sonrisa.
—Eso ya lo sabia— Respondió— Solo estoy contando, mi doctor dijo: Contar números es bueno para evitar la demencia.
—¿Usted, por qué esta aquí?— Pregunto el joven mientras se acercaba— Ya no debería preocuparse por estas cosas.
