Alma humilde:

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No gusta de lujos ni ostensación
Ama lo que tiene sin ambición;
No se aferra a un placer innecesario
Habita en él un ser solidario.

No espera que riquezas le caigan de los cielos
Él lucha diriamente por sus sueños y anhelos;
Aún teniendo poco sabe ofrecer
Y con los ojos del corazón suele ver.

Sus manos callosas reflejan lo trabajado
Y con ellas recoge tanto esfuerzo empleado;
Por su frente corren gotas de su sudor
Demostrando lo noble de su labor.

Su mirada es pura humanidad
Porque en él solo habita bondad;
Ayuda sin esperar retribución
Ya que en servir está su pasión.

Es entregado, honesto y fiel
En la batalla diaria deja su piel;
No cree en la suerte sino en el empeño
Pues de un alma humilde él es dueño.

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