He intentado escapar, pero en todos ellos he fallado. No tiene telefono, ni celular ni nada, solo una television y un radio, como medio de entretenimiento. Me desespera no poder salir, estar encerrada todo el tiempo, es frustrante.
Todo el tiempo me esta vigilando, hasta creo que cuando voy al baño a hacer mis necesidades esta escuchando atraves de la puerta. No me deja hacer nada. He forzejeado contra él, lo he hasta golpeado, pero una de dos, es invencible, o soy bastante debil.
-¡Quiero ir a casa! ¡Necesito volver!
Todo el tiempo que gritaba era inutil, me ignoraba o me ponia en la cara cloroformo y despertaba al dia siguiente unas que otras veces me ha bajado hasta el segundo sotano, patealando, maldiciendo, me echaba a su hombro como si fuese un costal de papas y me dejaba encerrada un par de horas
Creia que empezaba a volverme loca.
Dia cuatro: o no se que dia sea, no ha bajado, ni para darme de comer, desde ayer o hace un par de horas.
No puedo meterme en la cabeza de quedarme con él para siempre.
No lo conozco, solo se su nombre, eso no es suficiente. Talvez si trato de ser su amiga me cuente con exactitud que es lo que busca en mi.
Mientras estaba recargada en la pared pensando en las posibles ideas escucho unos paso. No me he bañado desde no se cuanto tiempo, ni he visto la luz del dia.
Abren la puerta y se posa en el marco, con el reflejo de la luz, solo podia ver la silueta negra que se formaba.
-¿Has aprendido la leccion?
No contesto, y no dirijo mi mirada hacia él. Trataba de ignorarlo
-¡Querida!
-No me digas asi- dije a regañadientes
Suelta una risita
-¡Uh! muy bien, entonces ¿como quieres que te diga?¿Cariño? ¿Mi amor? ¿Nena?- se rie
-Dijiste que no me harias daño
-Y no lo hize
Me levanto, sentia que la mejillas me ardian y cerre los puños
-¡Me dejaste sin comer no se cuanto tiempo! ¡Estoy aqui desde no se cuando! ¡Y necesito ducharme!
Entra, sin importar dejar la puerta abierta
-Esto sucedera cada vez que te portes mal
-¿Qué? ¿Estar metida en la oscuridad muriendome de hambre toda una semana?
-Aun no es una semana- dice a la defensiva
-¿Ah si, pues sabes que?, ¡prefiero morirme de una maldita vez! -le grite
Su cuerpo se tenso completamnte.
Una parte de mi se queria retractar por lo que acaba de escupir mi boca habladora, pero la otra me decia que tenía mucha razon, asi que estaba preparada para lo que venia.
Estuvimos unos segundos en silencio, suspira y dice
-Disculpate
Frunci el ceño
-¡Disculpate!- me ordena
Me mordia la lengua. Si le respondo que si, él habra ganado, le dare la razón y yo sere una exagerada. Pero, si le digo que no, realmente no se a lo que seria capaz, no se pelear, me ha vencido sin tocarme un pelo.
-¡Disculpate!- insistia con mucha rabia en cada una de las letras que conformaban esa palabra
Aprete aun mas los puños, y menee la cabeza
-No- mi voz se entrecortaba
-¿Qué? Vamos, repitelo
Claro que te complacere.
Tenia que tomar mas fuerza.
Así que me aclare la garganta, alze la cabeza y clave mi mirada en sus ojos
-Dije que: ¡NO!
Hacke-Mate, lo he vencido. Su cuerpo se tenso el doble su respiracion se aceleraba, cerro los ojos sin apretarlos, sus nudillos parecia que sus huesos desgarrarian su piel; se ira corriendo de aqui y empezara a destrozar todo, y me dejara aqui para siempre. Sonrio triunfante
En un instante veo algo extraño
¿Pero qué? se empieza a relaja, luego se le escapa una risita. No, no puede ser.
-Te adoblegare. Aquí se hace lo que yo digo. Y si, sabes que no me cuesta nada dejarte aquí.
Es demasiado fuerte. Nunca conoci a una persona que se controlara tan bien.
Me dejo un par de horas en la habitacion desde lo sucedido volvio a entrar y veo que arquea las cejas
-¿y bien?
-Sólo quiero salir
Se le escapa una risita y luego me ayudo a salir. Miro por la ventana y ya era de noche. Nos dirigimos en los grandes pasillos de su casa. Nos acercabamos a una puerta. supongo que a su habitacion.
Abre la puerta. Y todo era increible. Habia una gran ventana en la cual podria verse grandes arboles, y viendolo así no se en donde estoy. Un mega ropero de madera y su cama, era la cama mas grande que he visto jamas. Todo estaba ordenado. Mucho mas ordenado que mi habitacion la ultima vez que sali de ella.
-Bien, esta es mi habitacion. Nadie ha entrado aquí. Solo tú. Así que alegrate
-Que detalle- trate de sonar desinteresada
-Ponte esto- me lanza un short y una playera de tirantes.
Camino hacia la cama, el se gira hacia la puerta, veo que rasca sus bolsillos hasta que saca un trozo metalico, se escucha un "clic"
Pone llave a la puerta y se pone un cordon en el cuello, claro, donde colgaba la llave
-¿Ya puedo mirar?-sonaba divertido
-Lista- me hacia una trenza
-Acuestate- señala la cama
-No...-pone los ojos como plato- antes de que me des algo para agarrarme el cabello -levanto la trenza-
Su mirada se suavisa y me sonrie,
-Mmm... -mira al techo- allá -señala la mesita de noche, donde descanzaba un bote delgado plateado- probablemente haya, casi no suelo usar ese tipo de cosas
Meto mi mano, y si, senti un delgado plastico, lo saque y lo enrrede en la trenza. Cuando vuelvo a mirarlo, se estaba por terminar de ponerse unos boxers
-Ahora descansa
Lo hago, sin quitarle los ojos de encima.
-No te hare nada, al menos de que lo desees- rie, tumbandose a lado de mi.
-Muy divertido- dije, sin humor
A eso de las cinco de la mañana me levante
Estaba profundamente dormido así que no dude en levantarme y buscar algo filoso para cortar el cordon.
Abri con cuidado el cajon de su mesita de noche y habia bolsitas plateadas. Me aterre a la idea de quizas las use en mi.
No, no, no. El me dijo que no me haria daño.
Voltee a verlo y descanzaba con una gran paz, que dilataban sus respiraciones.
Seguia buscando hasta que encontre mi salvacion.
Me acerque a su cuello con las tijeras.
Cuando da un gran suspiro y se gira. Mierda.
Su cabello cubria su cuello, lo levante con demasiada delicadeza.
-Que pasa. cariño.- arrastraba las palabras
-Eh... su cabello me pica
-Deja de hablarme de usted y...duermete- toma su cabello y se lo pone en frente.
Era demasiado temprano para intentarlo.
Espere un momento hasta escuchar sus profundas respiraciones nuevamente.
Atravese el lazo y cayo hacia mi. La tome. Me levante con cuido y camine a hurtadillas hasta la puerta. Introduci las llaves y sali. Sólo que no se donde estara la salida segura.
Las ventanas tenian barrotes y se veian nuevos.
Recorri toda la casa, en todos y cada uno de los rincones, me dirigi a la cocina, empeze a buscar entre los cajones a ver si habian otras llaves, cuando trompiezo con la mesa de la cocina y cae un vaso de cristal al suelo haciendose añicos.
Tenia que regresar a la habitacion cuanto antes.
Escucho unos pasos descalzos que se dirigian rapidamente hasta aquí.
Tenia que inventar una excusa...
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