Capítulo 1

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El tráfico era tan pesado que llevaba ya alrededor de una hora en el mismo puente vehicular, no sabía que pasaba exactamente pero justo cuando tenía que llegar a una reunión, Kim Seokjin no podía moverse en su auto. Esto sin duda era un grave problema, el cliente había solicitado esa junta dada la caída en números que habían experimentado en el último mes, proyecto del cual Kim Seokjin estaba cargo. Era la última oportunidad de salvar su pellejo, sin embargo, ya estaba llegando diez minutos tarde y eso no auguraba nada bueno. Su jefe no se lo perdonaría, cuando era tan estricto.

Esto era incluso agotador para Seokjin, quien odiaba profundamente la gente impuntual, pues tenía un estricto control de sus tiempos. Por eso había salido con treinta minutos de margen para asegurarse de que no tendría problemas. Con lo que no había contado es que al parecer toda la población de Seúl que contara con un automóvil estaría en las calles justo por las rutas que el tomaría, o al menos así se sentía.

Lo único que podía agradecer realmente era estar sentado en su propio automóvil no verse obligado a tomar el transporte público. Es decir, siempre se podría estar peor.

El pensamiento era reconfortante, pero no suficiente para vencer tan terrible estrés generado.

Cuando por fin logró estacionarse en el edificio de la empresa, ya eran treinta minutos de retraso. Simplemente se quedó mirando el volante, meditando todas sus decisiones en ese momento. No sabía si era mejor presentarse exageradamente tarde o no llegar y ya. La falta estaba hecha y no había nada que pudiera hacer al respecto. Aunque Jin era un alfa por tanto había aprendido sobre honradez, respeto y caballerosidad,(sin entender estos conceptos del todo), estaba seguro que dar la cara frente a sus errores y aceptar las consecuencias era lo que debía hacer. Es por eso que se acomodó la corbata con precisión milimétrica y salió del auto.   

Tomó el ascensor junto a otro hombre de cabello castaño que se veía bastante imponente y serio. Su expresión era muy difícil de leer, no se parecía a ninguna de la tabla de expresiones que traía en el bolsillo. Era enigmático y a Seokjin ese tipo de personas lo ponían incomodo. Una vez se cerró la puerta automática, el olor del contrario fue mucho más fácil de percibir; azahar. ¿Azahar? Era tal vez uno de los aromas más extraños del mundo, Jin lo conocía solo porque se había tomado un tiempo exagerado en memorizar todos los aromas posibles para saber que subgénero eran las otras personas. El azahar era una flor preciosa y las flores eran características de los omegas. Por consiguiente, el hombre debía ser un omega.

Mirándolo tan fijamente, casi se sobresaltó un poco cuando el otro miró en su dirección, volteando la cara para evitar cualquier contacto visual. Las personas nuevas lo ponían tenso.

Trató de concentrarse en los números de los pisos que iban subiendo, pero su alfa se estaba removiendo internamente y eso era muy extraño. El alfa de Seokjin era normalmente casi tan aburrido como el, desinteresado la mayoría de las veces, sin inmutarse ante otros alfas, ignorando a betas y omegas por igual. El alfa de Seokjin era casi tan extraño como Seokjin mismo y gracias a eso podían llevar una vida tranquila. 

Es por eso, que no podía entender porque su imperturbable alfa ahora se alteraba. Seokjin sabía que su alfa no era así, por lo que en su lista mental de posibles razones no había una factible.

Hasta que el elevador llegó al piso, y los dos salieron dirigiéndose a la sala de conferencias, Jin no había notado que ambos iban al mismo lugar. Como bien le indicaban las reglas de cortesía del Manual para Alfas, abrió la puerta para el omega, quien agachó la cabeza en agradecimiento antes de entrar.

Seokjin pasó después de el, permitiéndose ver el rostro de su jefe... Furia, como indicaba la tabla de expresiones. Su jefe estaba furioso. Tomó asiento y se permitió ver al omega quien justamente se sentaba en el extremo opuesto de su jefe.

Alpha's Choice ✘ jintaekook (Próximamente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora