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Jisung formó un buche de agua en su boca, sus ojos ardían y también su garganta. Las nauseas matutinas lo estaban matando.

Lavó bien su boca, escupiendo el agua para luego volver a cepillarse los dientes, mientras hacía dicha tarea con su mano libre acariciaba su vientre.
Hoy en la tarde tendría su primera cita con el ginecólogo y, por suerte, Minho consiguió tomarse el día en la academia para poder estar presente.

Soltó un suspiro y haciendo puntitas, tratando de no despertar a Minho —aunque él ya lo estaba, atento por si su novio necesitaba ayuda— fue hacia la cocina para tomar un par de frutillas y luego el pedazo de pollo que había sobrado de la cena.

—¿Sung?— preguntó Minho asomándose por la puerta, ahogando una carcajada al ver a su novio todo despeinado, en una mano tenía un par de frutillas y en la otra llevaba una pata de pollo a su boca.

—¿Antojos matutinos?— preguntó llegando a su lado para acariciar dulcemente su abdomen mientras al mismo tiempo dejaba un beso en su frente.

—A-algo así.— respondió avergonzado, Minho sólo carcajeó.

—¿Estás listo para la cita de hoy?— susurró en su oído mientras lo abrazaba por la espalda, ligeramente emocionado —Vamos a verlo por primera vez.

Jisung rió y asintió sin dejar de comer.

—Va a ser solo un pequeño puntito.— le susurró, tomando la mano que descansaba sobre su abdomen.

—Pero es nuestro, eso lo convierte en un bello puntito.

—Nuestra hija o hijo será guapo.— susurró dándose vuelta para mirar el rostro de su esposo, apoyando su dedo índice en el hoyuelo que se marcaba —Espero tenga tus hoyuelos, y tu sonrisa.

—Yo espero que tenga tus ojos, y tu nariz.— ante esa mención Jisung arrugó su nariz. —¿Qué?

—No, prefiero que tenga tu nariz. La mía no.— exclamó llegando la mano hacia dicha parte, negando rápidamente.

Minho sólo comenzó a besar cada parte de su rostro.

—Eres lo mejor que me paso ¿ya te lo dije?

—Todos los días, a cada rato.— rió entre cada beso que dejaba en sus mejillas, labios, frente; besaba cada parte con dulzura y cariño.

—Antes de que comiencen a ponerse demasiado melosos, les recuerdo que estoy aquí.— exclamó Changbin, arrugando la nariz, con su humor totalmente ácido, era muy temprano para el Seo.

Jisung se avergonzó pero rápidamente se acercó al pálido.

—¿Durmieron bien todos?— preguntó preocupado, puesto que Jeongin, Changbin y Hyunjin se habían quedado a dormir en la sala.

—Sí, Hyunjin esta sacándole fotos a Jeongin para luego chantajearlo o algo así— exclamó mientras se preparaba café.

Y ese aroma despertó algo que, en millones de años, jamás pensó que iba a decir.

—¿Hyung me puedes preparar uno?

—¿Eh?

—Café, si me puedes preparar café.— aclaró señalando la jarra. Tanto Changbin como Minho abrieron los ojos sorprendidos.

—¿Estás seguro, amor?— preguntó su novio a lo que asintió dos veces.

—Muy seguro.

Changbin hizo una mueca mientras buscaba otra taza y por las dudas sirvió sólo un poco, ni siquiera llegaba a la mitad. —¿Azúcar?

—Tres cucharadas, por favor.— pidió algo nervioso pero al mismo tiempo ansioso, relamiendose los labios.

Changbin puso las tres cucharadas y revolvió, una vez listo le tendió la taza y miró expectante al moreno cuando se llevó la taza a los labios.

—De igual formas solo puedes tomar un poco, el café no es recomendable en el embarazo. Es decir, se puede tomar pero poco. ¿Sí?

—Sí, hyung. Lo controlaré.— susurró, dando un pequeño sorbo. Miró la taza como si no pudiera creerlo. —¡Está rico!

—¡Pero no abuses!— exclamó rápidamente Seo para luego mirar a Minho. —Cuando vayan hoy a la cita esa pregúntale al doctor por lo del café. ¿De acuerdo?

—Lo haré. Esto es... extraño. Nunca en mi vida pensé en verlo tomar café.

—Son antojos, el bebé es intelectual. Me agrada. Quiero ser el padrino.

—¡Ah, no, no! ¡Eso si que no!— un grito de indignación resonó por toda la cocina, haciendo que volteen para mirar a un Hyunjin con el ceño exageradamente fruncido y cruzado de brazos. —¡Yo le pedí primero a Jisung!

—¿Y?

—¿Cómo que "y"?

La pareja se miro casi tirando chispas, a lo que Minho se interpuso en ambos.

—Hey, hey... Vamos a resolver esto de manera tranquila y civilizada.

—Minho, son las ocho de la puta mañana. ¿Quieres ver que tan civilizado puedo ser?— le retó a lo que Minho suspiró.

—Miren, hagamos una... Una...— se quedó pensando unos momentos y chasqueó los dedos al tener una idea. —¡Tengo una idea!

—Pues escupela, pero no literalmente. Ew— se quejó Hyunjin arrugando su nariz.

—Depende el sexo que elijan ustedes van a poder ser el padrino ¿me explico?— preguntó mirando de un lado a otro a los coreanos, quienes bajaron la mirada pensativos.

—Me gusta, es justo— susurró finalmente Hyunjin, acercándose rápidamente a Changbin —Sí el bebé resulta ser niño yo seré el padrino.

Changbin achinó sus ojos más finalmente, luego de minutos, suspiró. Extendiendo su mano lentamente, de forma perezosa —Hecho.

—No, no.— Hyunjin rechazó su mano y estiró sus labios, señalandolos —Beso o no hay trato.

Changbin gruñó, más rodeó con sus brazos el cuello del chico y besó sus labios, fue uno cortito pero lo suficientemente para que Changbin se sonroje. —Mocoso chantajista.

Hyunjin sólo rió y se quedó abrazándolo. Miró de reojo a la pareja, ensanchando aún más su sonrisa al ver como Sung los miraba con burla y tomaba, lo que seguramente pensaba, era té.

—No nos mires así, tú y Minho son peores.

—Ya, ya.— Minho cortó la seguramente, posible pelea entre los menores y se dirigió hacia la alacena para preparar su desayuno.

—Oh, no.— finalmente susurró Jisung, haciendo una extraña mueca antes de correr al baño.

Vomitando, por cuarta vez en toda la mañana, lo poco que había ingerido.

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2021 ⏰

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Ꮺ࣭۪ ⸃⸃ 𝗯𝙚𝗯𝙚́ 𝗮 𝗯𝙤𝗿𝗱𝙤 | minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora