Cap 2

2.4K 442 38
                                    

El grupo de agentes se encontraba observando desde un vehículo de ventanas oscuras a pocos metros del club de mala muerte.
A pesar de la poca seguridad que su objetivo llevaba, aún habían guardias en la entrada que debían esquivar.

— ¿Cómo vamos a entrar? — pregunto Jisung con incredulidad.

— Tendríamos que haber hecho una reserva anticipada para que nos permitan el paso, pero no podemos perder está oportunidad, Jongin se irá del país en la mañana.

— Creí que Felix se encargaria de eso — acuso el más alto.

— Ya les dije que hubo un problema con la tarjeta — excusó el pecoso.

— ¿No podríamos colarnos por otra puerta? — sugirió Jisung, insistiendo en dar algún aporte a la misión.

— Claro, si cabes por la tubería serías más útil — bromeó Felix y Seungmin lo observo con advertencia.

"Yo podría meterte por el retrete" pensó Jisung discretamente.

Los agentes comenzaron a creer que está sería una misión fallida; sin embargo, antes de bajar la guardia, observaron a una mujer de vestido corto acercarse a la puerta sin ninguna tarjeta o pase de reserva.

— Bienvenida preciosa, disfruta la noche — escucharon decir al guardia fornido de la entrada.

— Gracias guapo — respondió la mujer de manera coqueta.
Al parecer las mujeres sexys tenían un trato diferente en aquel lugar de mala muerte.

— Gracias guapo~ — imitó Jisung sonando afeminado, sin percatarse de la mirada sorprendida de los demás agentes — ¿No creen que ese hombre es muy poco profesional?, mínimo debió preguntar su nombre — pregunto con repulsión antes de notar las luces prendidas en las cabezas de sus compañeros — ¿Qué?...¿Por qué me miran así?, ¿tengo algo en la cara?.

— Jisung, ¿podrías dar una vuelta por favor? — mando el agente más alto, consiguiendo una mirada confundida del menor — No es nada malo, solo quiero verte — Jisung frunció las cejas con mayor extrañeza pero aún así acato la orden y giro con dificultad sobre el asiento.

Los agentes observaron sin vergüenza la delgada figura del castaño y el como sus delicadas facciones armonizaban con su curvilíneo cuerpo ligeramente tonificado gracias a su constante actividad física.

— Creo que se cómo podemos entrar.

(....)

— ¡No!, ¡No voy a ponerme esa cosa ni aunque me paguen — Señalo el vestido con un enorme rubor en sus mejillas regordetas.

— Vamos Jisung, eres el único que puede pasar la seguridad — insistió el rubio con súplica.

— P-pues póntelo tu — contra ataco.

— Si fracasamos la misión podrías no volver a tener una oportunidad como está — hablo está vez el agente Seungmin, estremeciendo a todos los presentes en el vehículo con su tono autoritario.

Jisung suspiro con pesadez y considero la idea. No perdía nada después de todo, quizás solo su orgullo, pero a quien le importa eso cuando tienes una oportunidad como está.

— Esta bien, lo haré — escucho la celebración de los presentes — pero si alguien me descubre  voy a revelar todo — amenazó.

— Eso sería muy poco ético, Jisung — respondió Seungmin y al mencionado le dió un escalofrío, pues recibir un reproche de tu ídolo no era algo de todos los días.

Minutos después, Jisung se encontraba con una reluciente peluca en la cabeza y un vestido negro lo suficientemente corto como para despistar la vista de varios transeúntes.
El rubio de pecas se había encargado del maquillaje, pues decía tener algo de experiencia maquillando a la hermanita de su ex novia.

— Ya está listo — sonrió orgulloso por su trabajo.

— Ponte esto — señalo Seungmin, entregándole unos pendientes plateados, — contienen un micrófono secreto que difícilmente sera percibido al ojo humano. También llévate este sobre, tiene una droga muy fuerte que pondrás en su bebida cuando esté distraído. Llévalo a la puerta trasera del local con la excusa de que el hombre quiere vomitar y que los baños están llenos, estoy seguro de que te dejaran salir. Nosotros te estaremos esperando detrás de esta, no dejes que te descubran — explico detalladamente.

— Te juro que si fueras mujer te besaría — admitió Hyunjin con gracia.

— Estás realmente irreconocible, Jisung — halago el pecoso.

— Necesito verme — desespero el menor antes de buscar el espejo del retrovisor encontrando a nadie más que a una mujer de aspecto deslumbrante y atractivo.

¿Puede alguien casarse con uno mismo?

(....)

Jisung camino con dificultad hacia la puerta del club, la forma de los tacones estaba obstaculizando su andar, ¿por qué tenía que usar los tacones?, ¿no podía simplemente ponerse unas sandalias?.

— Hola Hermosa, ¿vienes a pasar un buen rato?, eres bienvenida cuando quieras mi amor — le coqueteo el de seguridad con descaro.

— Gracias guapo~ — oficialmente había perdido su orgullo con aquellas palabras, pero ahora no podía dar marcha atrás.

Avanzó por la puerta aliviado de no haber sido descubierto, desgraciadamente el hombre anterior le dió una palmada en la retaguardia antes de entrar.
Las ganas de darle una paliza no le faltaron; sin embargo, tenía una imagen de mujer sexy que mantener.

Aún asi, el descaro de aquel hombre le alteró, quizás no era una mujer, pero aún así merecía un poco de respeto, ¿No lo creen?

Lamentablemente, al momento de visualizar la zona, cayó en cuenta de todas las vulgaridades que sucedían dentro y el como las mujeres eran un simple objeto fácil de conseguir.

Avanzó inseguro hasta el barista, tratando de reconocer al hombre que debía seducir, no fue tan difícil encontrarlo, pues este se situaba en los mesones Vip del local junto a un par de sujetos que suponía, eran algunos de sus socios.

Es hora de actuar.

Avanzó con seguridad entre la multitud de personas, hechizando a varios hombres a su paso, pero sólo tenía un objetivo, "Kim Jongin".

Sus pasos frenaron a unos metro de la mesa de su objetivo, rápidamente la mirada curiosa de su presa cayó en la forma de sus curvas y Jisung aprovecho su atención para sonreírle de forma coqueta.

¿Pero que estas haciendo? Era seducirlo no asustarlo.

El hombre le dio una corta mirada y volvió a la conversación con sus socios, dando por sentado que Jisung no había conseguido su primer objetivo, todo esto sin percatarse de que había capturado la atención de otro hombre, el que estaba al lado de su objetivo precisamente.

Optó por usar su última carta, si eso no funcionaba no sabía que más lo haría.

Fingió dejar caer su bolso en el suelo, agachándose lentamente para recogerlo, quizás había exagerado un poco al sentir que varios huesos de su espalda le crujían.

Pero aleluya, había capturado su atención.

— Nena, te ves algo cansada, ven a sentarte con nosotros — señaló el espacio vacío a su lado y el castaño celebro internamente antes de posicionarse seductoramente sobre el asiento.

Ahora, ¿Qué es lo que sigue?

ꜱʜᴇ'ꜱ ᴀ ᴍᴀɴ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora