El Programa de Intercambio de Lord Diavolo.

3. Felix natalis

Feliz cumpleaños

Psyche Pov:

La pregunta de Solomon me dejó un poco atónita, pero no más que el silencio que se hizo en la mesa justo después de aquella interrogación.

Jugué con el piercing de mi lengua pensando una respuesta, ahora muchas cosas que creía que eran simples mitos resultaron ser reales ¿Podría ser que esté maldita?

—Yo... Realmente no lo sé, ayer me enteré que Lucifer y Satán existían pero no eran la misma persona como lo ponían en la Biblia y que básicamente todos los demonios del grimorio de Solomon eran reales.– Antes creía que simplemente era mala suerte al escoger hombres, pero ahora... Le dí un trago al agua, suspirando posteriormente agitando en círculos el vaso apreciando las minúsculas olas que se formaban por el movimiento, no podía asegurar que la escoria de varones que formaron parte de mi familia era una maldición, pero tampoco sabia hasta que punto podían llegar los males de ojo.
Mi visita subió a los marrones ojos contrarios, encogiendome de hombros por no poder darle una respuesta más allá de unas supersticiones por un par de basuras en mi familia. —Realmente no creo estar maldita, pero si tengo mala suerte. —Respondí sintiéndome culpable por no poder darle una mejor respuesta.

—¿No ha habido algo en tu vida y en la de tu familia similar? Por ejemplo, no lo sé, algo que os haya pasado a todas, ya sea una enfermedad o una fecha... —Trató de explicar el albino, haciendo que un recuerdo se hiciera presente junto a unas arcadas que tragué con las patatas que había en mi plato.

No podía confirmar que eso le hubiera pasado a toda mi familia, pero si que sabia que las dos generaciones que conocía de mi familia materna habían pasado por algo similar, tampoco quería recordar mucho aquel dia.

—Psyche, por favor, responde a la pregunta. —Intervino Lucifer mientras sentía como trece pares de ojos seguían mirándome con atención, esperando una respuesta tras aquel silencio.

—No es algo que os incumba, mi pasado o mi familia es un tema que preferiría no comentar con per-... Seres que acabo de conocer, si ha pasado o no ha pasado algo en mi familia que fuera coincidencia o cualquier cosa que se le parezca solo me afecta a mi. —Hablé alzando la mirada de mi plato enfrentando directamente a Lucifer.

—Debemos respetar la privacidad de la señorita Psyche, ella tiene razón, es su familia y no debemos intervenir en ella ni en lo que suceda dentro sin su permiso. —Habló Barbatos, haciendo que mi mirada fuera al peliverde, me sentía extraña sabiendo que alguien apoyaba mi opinión, mucho más un demonio de su rango.

Solté un suspiro mirando los platos de todos, la mayoría estaban vacíos, parecía que habían disfrutado de aquella cena a pesar de este pequeño momento incómodo.

Me quedaba insatisfecha, todos los ojos tenían una clara incógnita en ellos, esa duda que yo no podía resolver porque la realidad era más cruda y dolorosa de lo que ellos se podían llegar a imaginar, sabía que Lucifer estaría enfadado pero no era algo que pudiera compartir en público.

Podía notar como intercambiaban miradas hasta que Crys suspiró y extendió su brazo para tocar mi hombro.

—Son demonios, no les tomes muy en cuenta esto... Tenemos curiosidad sobre ti, el anterior estudiante era muy diferente, no pudo asimilar bien todo esto y lo entiendo, hasta a mi me costó. Espero que un día tengas la confianza suficiente para abrirte a nosotros completamente. —Y sonrió.

No podía asimilar que ella fuera un demonio, era literalmente un ángel encarnado, incluso su sonrisa desprendía claridad.

Asentí devolviéndole la sonrisa y tomando su mano para acariciarla mientras en mi interior solo deseaba que eso no pasará, había secretos que debía llevarme a la tumba, costará lo que costara.