LOS IMPERIALES (EN EDICIÓN)

Jodete White

-Aiden! Muy bien y tú?- le digo con voz seria- y gracias-

-Muy bien! Te quería avisar que vine para recoger lo que falta de mi habitación ya que las dos semanas pasadas no termine de recoger todo- dice sin ser capaz de mirarme a los ojos

-Ah vale si me di cuenta que aún quedaban cosas, espero te vaya bien, se que mañana es tu vuelo- sigo la conversación con voz seria

-Si, de acuerdo al tema que dejamos.. Emm vamos a hacer como si no hubiera pasado nada, me gusta una chica y no voy a arriesgar los negocios que mi familia tiene con la tuya- dice mirándome con seriedad. Ojalá mi madre me dejara cortarle la puta cabeza pero como anda de perra con el papa de Aiden ni modos. Igual amo a este bastardo como si fuera mi propio hermano.

-Si eso mismo te iba a decir, de ahora en adelante nos hablaremos para hacer negocios y reuniones de los carteles después de todo no estas conmigo en Rusia eso hace mejor mi existencia- dije mirándolo con los ojos rojos voy a aclarar que es por la descendencia de mi padre por eso los ojos rojos cuando estoy molesta.

-Esta bien, igualmente no quiero relacionarme con la hermana de mi mejor amigo pero algo que si tengo que decirte es que me encanto follarte -responde con arrogancia mientras ríe y lo hago yo también pero, recuerdo que estoy brava y lo cojo de la camisa jalándolo a un lado oscuro donde nadie nos vea

- Mira hijo de puta vuelve a burlarte de mi y meto una bala entre las cejas no tienes derecho a decirme eso sabiendo lo que yo sentía además, no lo hiciste con sangre encima-digo muy molesta mientras apunto a su cabeza con mi arma

-No me gusta follar con sangre encima, que costumbre tan asquerosa tiene tu familia-me mira mal y yo sonrío de lado

-A mí si me gusta, y más cuando escurre de la boca-le guiño el ojo.

-  Vuelvo a retomar, la princesita tiene pantalones-ríe- Claro que sabia pero no pensé en las consecuencias y la sangre me da asco no se quita bien cuando es en abundancia-dice con las cejas arqueadas tratando de tocarme lo cual yo reacciono un poco brusco- No te preocupes, hermosura no voy a tocarte ni un pelo.... Para eso ya tienes a Sean- se burla

- Mira no te mato porque eso tendría muchas consecuencias para mi al igual que para ti, me encantaría quitarte esa cara de satisfacción, maldito estúpido. Créeme que si me vuelves a provocar no voy a dudar ni un segundo en partirte el cuello con mis propias manos, no se como mi hermano te eligió como parte de su equipo se supone que cuidas y proteges a la familia real no la usas como si fueran trapos, respétame Aiden tengo mucho más poder que tu y no quiero que me vuelvas a llamar por mi nombre desde ahora soy tu princesa y me trataras como tal- digo guardando mi arma y dándole una sonrisa -Nos vemos Delta-digo mientras me volteo para salir de ese lugar, pero antes de dar un paso me coge del brazo y pone su arma en mi espalda baja mientras me susurra

- Claro que si muñeca nos estaremos viendo, no sabes las ganas que tengo de marcar ese hermoso cuello que tienes. Ojalá te dieras cuenta quien es tu novio, eres mi princesa favorita. Por cierto, feliz cumpleaños- dice dándome un beso en el cuello, cuando estoy a punto de voltearme a darle una cachetada pero ya no esta. Decido ir directo donde están mis amigos.

-Que paso?, vimos que te llevaste a Aiden, dime por favor que no hicieron cosas sucias hay detrás-dice Alexa con mirada de asco

Volteo a mirar a Sean y veo que tiene una mirada seria

-No hicimos nada sucio, y de acuerdo a tu pregunta le apunte con mi arma a la cabeza por burlarse de mi- digo con un tono de molestia- Que le quede claro a ese hijo de puta que conmigo y mi loba nadie se mete... el me sirve a mi, yo soy su princesa-miro hacia mi hermano y veo como uno de nuestros guardaespaldas lo tiene agarrado de la cintura mientras esté trata de saltar encima de, ¿como se llama ese chico de ojos verdes? Bate, balde, Bael, sí creo que es ese pero no estoy segura. Volteó hacia mi grupo y bostezo - Chicas ya estoy cansada, me voy a dormir-

-Si yo estoy en las mismas, descansen chicas, me voy a dormir- apoya Sean mientras entrelaza sus dedos con los míos

- Vale hermanito duerman pero en serio duerman no quiero que hagan otra fiesta a punta de gemidos-

- Oye Hayden porque no vas y cuidas a tu chico muchos buitres están tratando de cazar tu presa-le digo en un susurro a mi mejor amiga mientras señalo un punto fijo con mis ojos

-Menos mal es mi Alma y nadie me lo puede quitar, te amo. Descansen-dice Hayden antes de empezar a sacar los colmillos para voltearse e ir directo a darle un apasionado beso a Tyler en los labios, se volvieron novios tres días después de lo sucedido con Aiden pero bueno eso ya es agua pasada.

-Quiero la casa cerrada a las 3 de la mañana y con la mismas cantidad de guardias hasta que ordene que se pueden ir – le digo a Tyler antes de despedirme de él.

Subimos a mi habitación para acostarnos a dormir ya que mañana empezamos clases en la universidad y Sean y yo tenemos que irnos temprano para arreglar unas asignaturas extras que tenemos que hacer este semestre ya que necesitamos que al llegar a Rusia nos quede mas tiempo para los negocios de la mafia.

-Descansa ojitos, me vas a mostrar esos hermosos ojos escarlatas que tienes antes de dormirme?-le pregunto a Sean, mientras me da un beso tierno en los labios

-Claro que si, lobita, aún no entiendo como es posible que yo no sea tu mate, yo te amo mucho, quiero ser egoísta y no dejarte ir con el pero es tu alma gemela y no tengo nada que hacer-dice mientras le devuelvo el beso mientras me acomodo entre sus brazos.

-Yo también desearía que fueras tu al igual que me gustaría que fuera tu alma pero no podemos hacer nada, nos queda amarnos mucho en este tiempo que nos queda juntos hasta que los encontremos...Te amo Sean- le digo con los ojos cristalizados

-Yo también, hermosa-dice dándome un beso

A los  16 años fue mi primera transformación como loba, pero lamentablemente no encontré a mi mate y bueno Sean siempre ha estado para mí desde que empecé a salir con el a mis 16 casi 17. Mi padre y mi hermano siempre me han apoyado cuando más lo necesito y me alientan a que siga buscando. Aunque ya tenga en mente quién es. Mi loba lo llama... y yo también.