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O N C E

Jungkook por fin había llegado al bar en donde se encontraba Park, o bueno... quien se suponía era Park, porque al llegar lo vio con una sonrisa ladina y totalmente sonrojado seguramente por motivo de los tantos frascos de soju vacíos en la mesa. 

—Hey... tu eres el fuck- digo Jungkook— dijo un pelinegro al poco rato de divisarlo mientras entraba de apoco al bar repleto de gente.

Oh Jungkook tan pronto como vio a ese chico saludándole lo reconoció, lo había visto por primera vez en el aeropuerto, la segunda en ese carro rojo mientras se alejaba con Park, y la tercera en este momento; Jungkook no sabia el porque pero la simple presencia del pelinegro le hacia tensar su mandíbula y chocar su lengua contra su mejilla.

—Te estaba esperando— se levanto del sillón ovalado en el que se encontraba, y rodeo el cuello de Jungkook con uno de sus brazos —Jimin no aguando la doceava ronda, y ahora esta perdido en su propio mundo, pero no se quiere ir, por mi no habría problema de beber con el hasta el amanecer, perooo su representante dijo que iba a matarme si permitía que Jimin bebiera de mas, ya que siempre se excede, como ahora— señalo con la mirada al peli gris quien se encontraba jugando con la botella de soju vacía —lo llevaría yo, pero ya entre en ambiente, además hice amigos que me acompañaran en esta noche de aventura, no es como si tuviera a donde regresar, es que realmente se enojo mucho— sacudió su cabeza tratando de no revelar la verdadera razón por la cual estaba ahora en ese bar y sin ganas de que la noche acabara —en fin solo llévatelo—  pidió caminando un poco desequilibrado a la barra pidiendo un trago mas. 

Justo cuando el pelinegro llego a la barra para pedir otra bebida, un pequeño peli gris con la nariz totalmente roja, se levanto pidiendo otra ronda, haciendo que la atención de Jungkook dejara de centrarse el el pelinegro y girara su vista a un muy borracho Park Jimin.

—Ya no va haber mas bebida para ti esta noche— exclamo estando ya justo a lado de el.

—No puedes decidir eso por mi— hizo un corto puchero agachando su vista, mientras que en sus manos sostenía una de las tantas botellas vacías —que siga la fiesta!— grito a lo que demás personas en el bar concordaron con el subiendo sus botellas como si se tratará de un brindis —camarera otra ronda para todos mis amigos del bar, yo invito— dijo para después subir a la silla y comenzar a bailar con el ritmo de la música, meneando al compas sus caderas.

Si fuera por Jungkook y si estuviera en otras condiciones, y con otra  persona, solo se sentaría pediría una bebida y disfrutaría del show, para a la mañana siguiente burlarse incontrolablemente de las cosas ridículas que hizo su acompañante.

Pero al girar su vista rápidamente por el bar, había tanto como hombres y mujeres perdidos en el baile de Jimin, como el lo había estado hace 5 segundos. Por alguna razón se molesto tanto que le miraran mientras bailaba con sensualidad que simplemente lo hizo...

Cargo a Jimin como si de un costal de patatas se tratara —se cancela, lo siento ya nos vamos— aviso antes de salir del bar, con un Jimin que no paraba de golpear su espalda y repetir que le bajara para seguir pasándola bien.

—Sube— ordeno abriendo la puerta de su auto negro.

—No quiero, ya te dije que quiero seguir bebiendo— y otro puchero se dibujo en su rostro.

—No, ya no mas diversión por hoy— tomo del brazo a Jimin para tratar de que entrara al auto.

—Ah!, pero si todavía no e hecho lo mas divertido— dijo en un berrinche, para seguido a eso en un movimiento rápido lazarse contra Jungkook estirando sus labios para llegar a los de Jungkook, el cual le sostenía alejándolo para que no cometiera ninguna locura, de la cual se pudiera arrepentir.

Después de luchar para que el peli gris entrara al auto y lograr ponerle el cinturón de seguridad e impedir que le besara en el intento. Al parecer Jimin al estar totalmente ebrio se volvía  cariñoso. El punto aquí es que por fin había podido llegar a casa, y Jimin ahora parecía mas tranquilo, eso le alegraba a Jungkook, por que no sabia cuanto tiempo seguiría resistiéndole. 

—Bien, Park ya llegamos— aviso abriendo la puerta del auto esperando que el bajara solo, claro que eso no paso.

—Cárgame— dijo en un puchero agachando su cabeza para ver como jugaba con sus manos.

Aunque Jungkook jamás lo reconocería en voz alta, esa escena le  parecía extremadamente tierna, y si estuviera un poco ebrio, se inclinaría a besar ese puchero y a la mañana siguiente culpar al alcohol. 

—No puedo cargarte ya eres grande—

Ante las palabras del pelinegro, Jimin le enseño la lengua, mientras trataba de bajar del auto sin caerse en el intento.

Los dos entraron por fin al elevador, Jungkook tuvo que ayudar al peli gris sosteniéndole del brazo para que este no callera, puso el piso indicado en ascensor, esperando a que este se detuviera en su piso, las ansias que este fuera mas rápido le consumían es que Jimin quería a toda costa besarlo, y se pegaba en demasía hacia su cuerpo,  si seguía así Jungkook ya no podría seguir resistiendo y haría una locura.

Después de una tensa subida en elevador, lograron entrar a su apartamento. Jungkook estaba totalmente distraído cerrando la puerta, que no se percato de las malvadas intensiones del peli gris, quien nada mas espero a que cerrara la puerta para acorralarlo contra la pared.

—Jungkook, tu— hizo circulos sobre la camisa del pelinegro, quien se encontraba totalmente erecto sin saber que mierda estaba pasando —vas a divertirte conmigo, ¿porque?,... por que arruinaste mi diversión así que vas a tener que recompensarme—

¿Estaba alucinando?,¿había tomado y no lo sabia?, ¿en serio Jimin le estaba pidiendo coger con el?

Jungkook estaba listo para alejarlo, hacer que se bañara y después que durmiera, pero algo le hizo perder todo el control, lo que salió de la rosada boca del peli gris, "seamos uno solo hasta que dure la noche" cosa que dijo justo en su oído en un tono extremadamente sexi y que después de eso mordiera esta misma.

Y Jungkook perdió los estribos sosteniendo la cintura de Jimin acercándolo mas a el, y besando esos gruesos labios que ya se estaba volviendo loco por probar, aquel beso comenzó lento a lo que los dos lograban sentir los sabores del contrario, uno sentía la frialdad y frescura, y el otro una combinación entre fresas del humectante labial, y un claro sabor a soju. Después de saborear la combinación entre sus labios, ambos comenzaron a caminar torpemente chocando con algunas paredes y muebles, antes de poder subir a las escalera, aunque se toparon con que no podían subir los dos al mismo tiempo, a lo que Jungkook se le ocurrió cargar como si de un bebe se tratara a Jimin mientras subía las escaleras, el peli gris comenzó a dejar besos húmedos en el cuello del pelinegro.

Jungkook llego a la habitación mas cercana, la de Jimin. Abrió la puerta entrando desesperado por encontrar la cama, y depositar al pequeño peli gris en ella. Al estar sobre el se deshizo de su camisa arrojándola hacia otro lugar, volviendo a juntar sus labios en un apasionado beso.

Quizás mañana ambos nos arrepentiremos de esto, pero estoy seguro que culparemos al alcohol y seguiremos nuestras vidas como si esto no hubiera pasado, pero esta bien, hoy disfrutare este momento y fingiré igual que tu... que nada de esto paso, que estos sentimientos que tengo ahora, y que se que tu también, jamás existieron.- dijo en un pensamiento.