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[ADVERTENCIA: Contenido +18]

En otro momento, en otra situación, con otro hombre, yo no me hubiera arrodillado. Pero desde que Douglas lo mencionó, mi cuerpo se desconectó de mi cerebro y lo hizo.

Muero porque me vea chupándosela, que vea como soy, que me mire a los ojos, que vea lo sexy que puedo ser. Que sepa que solo yo puedo hacerlo, y puedo hacer magia con su gran verga en mi boca.

En unos segundos desabrocha su pantalón gris, y paseo mis manos por su pelvis, tomando un pequeño respiro, bajo su bóxer. Lo que quiero sale con un brinco, erecto y listo para entrar en mi boca.

Empiezo lamiéndola, para humedecerla. Mi excitacion crece con cada lamida que doy.

— Cali...

Me meto la punta en mi boca, saboreando todo de el. Con mi mano húmeda, tomo una parte, y mi boca toma otra.

Quiero más.

Poco a poco mi mano tiene menos terreno para jugar, pues mi boca es avariciosa, y reclama a su hombre cada vez más.

No tenía idea que podía caber algo así aquí. Succionó, beso, chupo y juego con mi lengua. Empiezo lento, y poco a poco empiezo a tener el ritmo que el tenía ayer, le gusta duro. Y a mi también.

Su verga cabe ya perfectamente hasta el fondo de mi garganta, me da miedo tener una arcada, pues toca el fondo de mi. Pero la quiero así, la quiero en todas partes.

— Oh Cali, la imagen que tengo de ti, es digna de ser venerada como dios —susurra con la voz ronca Douglas.

Lo miro a los ojos, esos ojos que se han tornado oscuros, y me siento venerada.

Unos toques se escuchan en la puerta, y recuerdo donde estamos. La oficina de alguien.

Y en vez de terminar, mi cuerpo se calienta más. La adrenalina y el placer es algo genial.

— ¿Hay alguien dentro? —pregunta una mujer detrás de la puerta.

Yo sigo chupando, y metiéndola hasta tocar el fondo de mi garganta, como si fuera alguien profesional. Y no fuera solo la tercera vez que hago un oral.

— Métela toda, Cali. Eres mi mujer, aguanta toda.

Sus palabras son como gasolina para mi, pues la meto toda en mi. Sin importarme si llego a tener una jodida arcada.

— Escuché a alguien, estoy segura que alguien puso el cerrojo desde dentro —dice la mujer detrás de la puerta.

Mirar desde abajo a un semental como Douglas, es increíble. Me siento demasiada extasiada, quiero más. Siempre quiero más.

Douglas se tensa, y se que nuestro espectáculo está a punto de terminar, así que apresuro El Paso, y mantengo el ritmo.

Unos segundos después, siento un líquido caliente en mi garganta. Aún así sigo chupando exprimiendo a mi novio, lo quiero todo.

— Eso es, trágatelo todo, preciosa.

Douglas me ayuda a levantarme del suelo, e inmediatamente después me besa. Me besa de tal forma, que algo crece en mi estómago.

Cuando corta el beso, veo que está listo para mi otra vez.

— ¡Abran la puerta! —gritan

— Te voy a follar hasta que no puedas caminar, y aún así, vas a querer más.

Douglas termina de acomodarse el traje, y abre la puerta con fastidio.

— Dis-disculpe señor Kingston —dice la mujer cuando ve a mi novio.

Religiosa  +18 © [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora