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Último día en Hawái. Y parecía que yo solo me había dedicado a hacer ejercicio, pues me dolían músculos que no sabía que tenía. El dolor era soportable, pero también era placentero.

Placentero porque el responsable es mi novio. Douglas.

Termino por abrir los ojos, y mi Douglas ya no estaba nuevamente a mi lado. Donde lo dejé ayer. Mi celular comienza a sonar, y aparece el nombre de Brenda en ella.

— Cali —su voz suena llorosa— Cali

— ¿Qué pasa? —pregunto un poco asustada

— Me acosté con Ken... y... me confesé.

— ¿Confesarte? ¿Cómo?

Sabía que Brenda tenía algunos gustos inusuales a la hora de la acción, pero a tal grado de meter a la iglesia, un padre y una confesión, eso era nuevo.

Ella suelta un sollozo— Estaba borracha, y yo solo le dije que siempre me ha gustado. ¡Soy una tonta, Cali!

Ahhhhh.

— Brenda, no es importante. A ti te gustan varios, que Levi no se sienta especial.

Brenda deja de sollozar— Tienes razón, amiga tu siempre tienes la razón a tu favor.

— Salgamos a bailar hoy. ¡Estamos en Hawái!

— Nuestro vuelo de regreso es mañana, así que tenemos menos de veinticuatro horas para hacer algo ridículamente bueno.



(...)

Douglas estuvo ocupado toda la mañana y la tarde. Brenda y yo fuimos a conocer algunas hermosas aguas al sur en tren. Hawái es un paraíso terrenal, y eso lo he comprobado. Hasta Brenda y yo quedamos en seguir conociendo playas lindas y descubrir islas paradisiacas.

Aunque algunos hombres se nos acercaron en el trayecto, ninguno es tan guapo como mi novio, y Brenda recibió a todas gustosa para olvidar a Levi.

Ahora mismo me encontraba en la habitación maquillándome para ir a paradise Africa. Un lindo lugar para bailar, donde abren desde las seis de la tarde y cierran hasta que la última persona se haya ido.

Brenda tiene tantas ganas de bailar, como yo también. Mi alma es libre, casi libre. La única atadura que tengo se llama Douglas, y estoy gustosa ahora mismo con el.

Mi pelo color negro se encuentra trenzado en cascada. Mi maquillaje nude y sujeto. Mi vestido suelto corto, color arena y con un escote grande por la espalda. Mis tacones grandes, para que me duela al bailar.

Me siento como una reina de algún país afrodisíaco. Mm si.

Leves golpes se escuchan en mi puerta. — Ya voy, Brenda —respondo alzando un poco la voz.

En un pequeño bolso coral llevo mi celular, un poco de efectivo, y una tarjeta bancaria.

— Parecemos de algún reino egipcio —me dice Brenda al verme. Ella luce un bonito jumpsuit corto con un enorme escote delantero.

— ¿Nos vamos, reina Brenda?

— Como ordene, reina Calipso.

En el lobby, gracias al hotel tenemos transporte gratuito. Así que agarramos una camioneta que nos lleve al club. El cielo apenas comienza a anochecer.

No tardamos mucho en llegar, y el lugar es digno del nombre. Muchas adornos verdes, y luces de colores son notorias.

— Hoy me dejará de gustar el idiota de Ken —susurra Brenda.

— Hoy bailaré hasta agotarme.

Caminamos al lugar. Y para entrar pagamos una cuota, nos dejan pasar rápidamente, y quedamos sorprendidas. En la pista de baile hay muchas pistas de niveles más altos, algunas tienen sillas y otras tubos o árboles. Hay un increíble espacio para bailar, para tomar y hasta para comer.

— Vamos por un tequila, y después lo que sigue.

— Nunca rechazaré un tequila, amigaaaaa! A mi me encanta!!!

Nos bebemos tres tequilas con un poco de limón y sal, y nos faltó para subirnos a la pista con árboles, pero estamos en la de tubos. Solo Brenda y yo. El alcohol ya hizo lo suyo, pues vergüenza no siento nada.

Como tú, me llegan 7 al día
Que me quieren tener

Hago movimientos sensuales con mis caderas, recargándome en el tubo. Siento mi sensualidad brotando por todo mi cuerpo, me gusta como me siento ahora mismo.

Y yo no ando buscando amor
Ni nada que me pueda comprometer

Subo y bajo a ritmo. Mi cadera y cintura hacen un gran trabajo con mis manos. Brenda se apoya conmigo para restregarme el trasero, a lo cual me rio. Brenda también le gustan las miradas que nos ganamos.

Sé que te imaginas probando mi cuerpo
Pero pa' ganar tienes que ser experto

Brenda y yo quedamos cara a cara. Y se escuchan unos gritos, estamos acostumbradas a calentar muchas cosas juntas. Brenda es la rubia que parece ángel, y yo soy la peli negra que parece demonio.

A mí nadie me domina, papi, soy tu adrenalina

Brenda me da un casto beso, solo para alimentar el bullicio. Me quedo un poco sorprendida, pero no es la primera vez que lo hace. En efecto, la gente empieza a murmurar con la escena.

You call, I dub, I don't pick up
I don't give a fuck, I think it's done already

Ahora soy yo, la que pasea todo su cuerpo sobre el cuerpo de mi amiga.

Get lit and have some fun, and meet no one
My heart is gone, you know I'm not steady

Me encanta alimentar mi ego con las miradas féminas. Soy una persona fiel, pero eso no evita que no quiera lucir sexy para el mundo.

Sigo bailando, aunque noto una rara sensación recorriendo mi cuello. Una mirada en especial pesada, y creo conocer al dueño de este. Aunque es imposible verlo con toda esta gente aquí. Además el dijo que estaba muy ocupado, no creo que haya conducido hasta aquí cansado.

Douglas Kingston es un hombre ocupado que no vendría a un lugar como este por su chica. ¿O si?

Religiosa  +18 © [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora