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Parte 4

“En un día de estos en que suelo pensar:
«hoy va a ser el día menos pensado.» Nos hemos cruzado, has decidido mirar
a los ojitos que ahora van a tu lado”

Saqué fuerzas de donde no sabía que tenía y uno de esos días me atreví a volver a nuestro lugar habitual de citas

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Saqué fuerzas de donde no sabía que tenía y uno de esos días me atreví a volver a nuestro lugar habitual de citas. Tres meses sin saber nada de ti era mucho tiempo, y yo solo quería respirar un poco del aire que una vez compartimos.

Caminaba tratando de no romper en llanto en ese lugar público y entonces te ví.

Te encontré en nuestro lugar.

Tu figura alta e imponente caminaba a varios metros de dónde estaba yo, y como si hubieses sentido mi mirada insistente sobre tu perfil, volteaste y nuestras miradas se encontraron de nuevo, me miraste y yo me quedé congelado en el lugar en donde estaba parado.

Te sostuve la mirada por eternos segundos, quería correr hacia ti, lanzarme a tus brazos y pedirte que volviéramos a estar juntos... pero ella me lo impidió.

Una chica apareció de la nada y te abrazó cariñosamente en forma de saludo, y yo sentí mi cuerpo pesado, incluso si hubiera querido caminar hacia ti o huir corriendo de la escena, no podía.

Tus ojos abandonaron los míos y la miraste a ella con una expresión indescifrable plasmada en tu rostro.

Ella era hermosa, Nam.

Era como el tipo de chicas con las que solías salir antes de que te enamoraras de mí. Lucían perfectos juntos. Ella te extendió la mano y tú lentamente envolviste tus dedos con los suyos.

Yo me quería morir.

Todo lo demás sucedió lentamente ese día, tu mirada estaba clavada en la unión de sus manos y hasta ahora es un misterio saber que fue lo que cruzó por tu mente en ese momento, después ella empezó a avanzar hacia la salida del lugar y tú la seguiste.

Antes de alejarte lo suficiente me miraste por última vez, pensé conocerte pero me dolió no poder descifrar lo que me quisiste transmitir con eso último.

Por dios, estaba llorando y las lágrimas nublaban mi vista, ni siquiera estoy seguro de haber recibido esa mirada de tu parte, contuve la respiración hasta que desaparecieron de mi campo de visión y todo a mi alrededor volvió a suceder extrañamente rápido.

El paisaje comenzó a dar vueltas y lo único que pude hacer era caer de rodillas al suelo, estaba mareado y herido, jamás me había dolido tanto el pecho como en el momento que ví sus manos entrelazadas.

No se puede romper la que ya estaba roto, ¿o sí?

Lloré aunque me prometí no hacerlo, y las personas me veían con lastima, otras como si fuera un loco, pero no me importaba porque dolía, mi pecho dolía y me estaba ahogando con mis pensamientos.

¿En tan poco tiempo ya amabas a alguien más? ¿Siquiera me quisiste a mí? ¿Ella fue la razón por la que terminaste conmigo o llegó a tu vida después? ¿Eso significa que ya no volverás?

Por favor, Nam.

Dime qué fue una pesadilla, porque sigo sin poder creerlo.

rosas | namminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora