Capítulo 1: Visita del líder.

384 30 4
                                    




Existen tres personas a las que Lan JingYi considera sus favoritas; tres personas que adoraba y por ningún motivo dudaría en saltar y defender con su propio cuerpo si la situación así lo demandaba; las tres personas que lentamente se ganaron ese puesto en el corazón del muchacho mediante la admiración, el respeto y cariño.

También existían innumerables personas a las que el joven Lan no se molestaría en disimular su disgusto. Era muy fácil caer en la lista negra de Lan Jingyi, y a su vez, era bastante fácil salir de ella (en ocasiones). Lo que sin duda alguna no era fácil es saltar de su lista negra a su lista de seres amados.

Especialmente si era alguien que aparentemente dañaba a las personas que adora.

No obstante, tampoco era un acto imposible. Unos cuantos encuentros bastaron para que el líder de la secta Jiang se elevara en lo alto frente a la mirada brillante del jovencito.

¿Quién diría que Jiang WanYin; una persona tan prepotente, problemática y agresiva; resultaría siendo en realidad tan genial y sorprendente?, ¿quién diría que este podría abrirse paso en la lista de Lan JingYi como el cuarto integrante de la misma?, ¿quién diría que despertaría tal interés en Lan JingYi, lo suficientemente fuerte como para poder observarlo durante horas sin descanso?

Oh, ¿quién diría que su nariz se arrugaba cada vez que se enojaba? O la forma en la que alzaba una ceja cuando escuchaba algo estúpido...

La forma en la que manejaba su espada, con tanta gracia, elegancia, belleza...

Lan SiZhui suspiró, viendo como por milésima vez en el día su compañero se perdía en sus pensamientos, se ruborizaba y sonreía como tonto a la nada.

— Está grave — Ese fue Ouyang ZiZhen.

— Me repugna — Y por supuesto, ese fue Jin Ling.




— ¡NO PUEDE SER! Ni siquiera ha pasado una semana.

El repentino grito del más bajo sobresaltó a Lan SiZhui. Ambos pretendían llegar a la biblioteca para estudiar los nuevos temas dados por Lan QiRen, sin embargo, al ver a su amigo esconderse detrás de un árbol, SiZhui tuvo en claro que eso ya no sería posible. Al alzar la mirada divisó las túnicas moradas propias de Yunmeng Jiang, un séquito caminaba orgulloso detrás de aquél que había alterado a JingYi con solo su mera presencia. A menos que tuvieran un asunto importante que atender con Lan XiChen, probablemente solo tenía intenciones de ver a Wei WuXian.

— Pensé que te alegrarías de verlo tan pronto.

— ¡¿Cómo podría?! — Se lamentó — Tan solo mira mi apariencia SiZhui, ¡No estaba preparado!

Una suave sonrisa que rozaba ligeramente la burla se asomó por el rostro de Lan SiZhui antes de caminar directo hacia el más bajo — JingYi, estás igual que siempre.

— ¡¿Me estás ofendiendo?!

— ¿Me crees capaz? — Volvió a sonreír, esta vez más sincero — De todas formas, nunca cambias tu forma de peinarte o el uniforme que traes puesto, siempre te ves atractivo.

— ¿Tú crees? — El Lan dejó parte de su rostro descubierto, sus ojos brillaban en espera de una confirmación. Al ver a Lan SiZhui asentir, su pecho se abultó con confianza y su cerebro se vació de lógica. JingYi comenzó a caminar hacia su ser amado.

— ¡Espera! ¡¿Qué es lo que vas a hacer?! — Lan JingYi no respondió, ni siquiera lo escuchó, era otro arranque estúpido influido por el "amor". SiZhui llevó una de sus manos a la frente con vergüenza prematura, si tuviera un contador por cada ocasión en la que Lan JingYi se exponía frente al líder de secta Jiang, este ya se habría roto.

— ¡Líder de secta Jiang, líder de secta Jiang! — Jiang Cheng se detuvo en seco.

La presencia de Jiang WanYin comenzó a ser bastante habitual después de unas temporadas. Las personas aun no estaban enterados de toda la historia, y por lo visto ningún lado estaba dispuesto a saltar y dar declaraciones. Ni siquiera Jin Ling, quien presenció más de una revelación, se abría lo suficiente con sus amigos al respecto. Sea lo que sea que comenzó en el templo Guanyin, y que siguió construyéndose con el pasar de los meses, se mantendría en privado. Pero ahora lo cierto era que el líder de secta Yunmeng Jiang, aquél que perseguía el fantasma de Wei WuXian con rabia y odio, bajó las defensas ante el cultivador demoníaco.

Algunas personas aun no se acostumbraban a ver al "Patriarca Yiling" fastidiar, gritar y correr hacia Jiang WanYin como si todas las atrocidades del pasado nunca hubieran ocurrido. Algunas personas lo veían tan perturbador como escuchar al siempre frío Hanguang-Jun reír. Simplemente... antinatural. Gracias a ello, sin embargo, los discípulos detrás de su líder ni se inmutaron por lo que alguna vez pudo considerarse un sacrilegio. De todas formas Lan JingYi era menos aterrador que Wei WuXian, y definitivamente más inocente.

Un poco más extraño... pero ver al Lan Junior correr detrás de Jiang WanYin divertía a los discípulos Jiang.

Jiang Cheng, por su lado...

— ...

— ¡Oh, cierto! — Se apresuró a unir su palma con su puño y hacer una inclinación lo suficientemente respetuosa al percatarse de que había olvidado dar su respectivo saludo. Luego, recordando sus clases de coqueteo dadas por Ouyang ZiZhen, Lan JingYi apoyó su brazo contra el muro que tenía al lado, la otra la llevó a su cintura, sonrió de lado y movió una ceja arriba y la otra abajo para finalmente decir con una voz seductora: — ¿Qué tal?

— ...

En lugar de contestar, movió su mirada unos centímetros más arriba de Lan Jingyi. El menor ni siquiera tuvo chance de voltear hacia la persona que Jiang WanYin observaba.

— ¡Jiang Cheng! — Inmediatamente, Wei WuXian se posicionó frente a Lan JingYi, prácticamente aventándolo hacia atrás — ¿Tanto me extrañas que no pueden pasar tantos días sin que vengas a verme? Siempre dices que no sé respetar los límites, sin embargo, continúas regresando a mí, ¿ves cuánto me adoras? — El susodicho puso los ojos en blanco.

— Wei WuXian — Wei WuXian sonrió aún más, si es que esto era posible, tras escuchar a Jiang Cheng.

— ¡Vamos, vamos! no te quedes allí, ven conmigo... ¡JingYi! ¡¿Estás bien?! ¿Cuánto tiempo llevas aquí? — JingYi observó a su adorado Wei qianbei como si se tratase de un criminal. Negó como un robot, medio congelado; se forzó a hacer una reverencia en señal de respeto y procedió a retirarse lentamente. — Aiya, que niño más extraño.

— Apresúrate — Con Jiang Cheng tomando la delantera, el de túnicas negras no pudo continuar divagando y lo siguió de cerca.

Lan SiZhui esperó a su "destrozado" amigo con una suave sonrisa, como siempre lo hacía.

— Vamos a la biblioteca...

— Si lo deseas, después podemos ir a Caiyi — Solo eso bastaba para que el más bajo volviera a sonreír con entusiasmo.

— ¿Podemos ir al restaurante de la señora Li?

— Claro

— ¡SiZhui, eres el mejor! 

Platónico | Zhuiyi [Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora