Capítulo 2: ¡¿Declararse?!

214 28 7
                                    

Lo que originalmente sería un encuentro para compartir habilidades y técnicas de batalla, se había convertido en una pesadilla para el más joven del grupo.

La idea inicial era encontrarse en las instalaciones de la secta Baling Ouyang, esta misma se vio implicada en un cambio de planes que, tal parecía, ZiZhen había metido más mano de lo que dejaba ver.

La excusa de "el territorio se vio envuelto con una extraña agitación de energía resentida y mi padre se está encargando de ella con mucho cuidado, no hay espacio para visitas" lo llenaba con más y más desconfianza conforme los minutos transcurrían.

— ¡Había saltado con Sandu en mano y destruyó a veinte cadáveres feroces en un solo movimiento! ¡tenían que ver como ondeaba su cabello! ¡¿es siquiera posible ser tan elegante y agresivo al mismo tiempo?!

Con la expresión rígida y un ojo tembloroso, Jin Ling parecía ser un volcán a punto de explotar. En el pasado, se uniría felizmente a JingYi para enaltecer a su tío, alabar sus habilidades y admirar cada movimiento que el líder de secta realizara. Ahora, por el contrario, deseaba ahorcar a JingYi y posteriormente ahorcarse a sí mismo.

¿Cómo podía haber un cambio tan radical en más de un sentido?

JingYi pasó de reprochar la forma de actuar de Jiang Cheng, a amarlo. Amarlo de una forma en la que Jin Ling definitivamente NO hacía y NO deseaba que un amigo suyo lo hiciera.

NO y NO.

¡¿Por qué tenía que seguir escuchando estas cosas?!

¡¿Por qué ZiZhen tuvo que venir con esa excusa para evitar que fueran a Baling?! El desgraciado lo sabía, sabía que la opción más lógica era ir a Lotus Pier dado a que ya habían visitado Gusu hace unas semanas atrás. ZiZhen sabía e incentivaba a que JingYi continuara vomitando cursilerías acerca de su tío delante de Jin Ling.

El de túnicas amarillas ya había detenido al Lan cerca de seis veces y éstos dos hacían caso omiso.

¡Esto era...!

— ¿Pasaría a ser Madam Jiang? ¡Jin Ling! ¡Tendrás que llamarme tía!

¡Y UNA MIERDA!

— ¡LISTO! No lo soporto más — Se levantó con el rostro rojo de vergüenza y furia — ¡No quiero verte! ¡y definitivamente no quiero que te acerques a mi tío!

— ¡En un futuro seré una figura de autoridad para ti, no te atrevas a hablarme así!

SiZhui escondió el rostro entre sus manos, muy contraria a la excitación de ZiZhen.

— ¡¿Quién será mi figura de autoridad?! ¡¿Es que el calor de Yunmeng te derritió el cerebro?!

— Seré paciente contigo, A-Ling, siempre y cuando me respetes como a tu tía.

Completamente conscientes de cada mínima señal que el cuerpo de Jin Ling emitía antes de estallar, tanto ZiZhen como SiZhui se apresuraron a sujetar al de túnicas amarillas. SiZhui abrazó la cintura de Jin Ling con fuerzas evitando que se lanzara contra JingYi, mientras tanto ZiZhen le servía como un escudo al Lan más joven — ¡SUÉLTAME, SIZHUI! ¡LO GOLPEARÉ HASTA QUE NO PUEDA CONTINUAR DICIENDO TANTAS ESTUPIDECES!

— ¡¿Planeas quitarle lo tonto, o causar el efecto contrario?!

— ¡Hey!

— ¡Jin Ling, Jin Ling! ¡Detente! — ZiZhen se apresuró a hablar — deberías estar feliz por tu amigo y apoyarlo ¡también a tu tío! ¿no será más feliz con una pizca de romance en su vida? — Al ver que Jin Ling no cedía, sino que, en su lugar, forcejeaba con mayor fuerza, ZiZhen recurrió a otro método — ¡Bien, escucha! JingYi solo nos está compartiendo como se siente porque somos personas dignas de su confianza, ve en nosotros una zona segura para desahogar las nuevas emociones que invaden su cuerpo. Tu tío es la primera persona que ocupa su joven e inexperto corazón y es natural estar tan desbordado de emociones y confusión como para llegar al punto de sentir esa asfixiante necesidad de exteriorizar sus anhelos, al reprimirse solo logrará acumular fervientes ansias de...—

— Me calmaré si te callas...

Jin Ling se veía débil y enfermo.

— No quiero escuchar más... — Llevó una mano a su boca como si quisiera contener las ganas de vomitar. A veces Jin Ling no sabía quién podía llevarlo a su límite más rápido, si JingYi... o el mismo ZiZhen.

SiZhui suspiró y volteó hacia el más bajo — JingYi, deja de molestar a Jin Ling.

JingYi se encogió de hombros con una sonrisa. Jin Ling era tan fácil de alterar que resultaba imposible no querer hacerlo explotar.

Sin embargo, la advertencia no debía ser para JingYi.

— No dejes que Jin Ling reprima tus emociones — Jin Ling vio a ZiZhen de forma indignada, ¡¿ahora era él el malo?! — lo que sientes es hermoso, no debes ocultarlo, deberías ir y luchar por él.

Si, acá dio inicio todo.

— ¡¿Estás loco?!

— Honestamente... — Comenzó SiZhui — ZiZhen, no creo que sea una buena idea.

— ¡Absolutamente!

— Sigue hablando — Por su lado, Lan JingYi se vio muy interesado en lo que ZiZhen decía.

— Mira, Si Hanguang-jun pudo tener al amor de su vida incluso después de que este muriera y se echara a todo el mundo del cultivo encima, entonces, ¡¿qué te impide lograr estar con el líder de secta Jiang?

— ¡MUCHAS COSAS! — Gritó Jin Ling.

— ¡Tienes toda la razón! — JingYi pasó sobre la existencia de Jin Ling.

— ¡Entonces lucharás por él!

— De ninguna manera — Jin Ling.

— ¡Por supuesto que lo haré! — JingYi.

— ... — SiZhui.

— ¡Perfecto! Iré a traerlo para que expreses todas y cada una de las palabras que nos has dicho acerca de él — Muy contento, ZiZhen se levantó y salió de la habitación ignorando la mano asesina de Jin Ling que estuvo a centímetros de atraparlo.

— ¡Claro que... Espera, ¿qué? — La confianza y felicidad que JingYi desbordaba hasta hace unos segundos desapareció por completo.

En este corto período de tiempo nunca imaginó como sería ver de frente al líder que portaba túnicas moradas con el fin de poner en palabras lo que sentía por él.

¿Insinuaciones inocentes? Claro, ¿comentarios cortos? Por supuesto.

Pero... ¡¿Declararse?!

De forma digna, Lan JingYi se puso en pie y procedió a poner en práctica la caminata elegante del clan Lan de la que rara vez hacía uso. Se alejó de sus amigos ante la mirada desconcertada de SiZhui y la molesta de Jin Ling; acto seguido, Lan JingYi tomó las cortinas y se enrolló entre ellas.

— Iré a detener a ZiZhen — Con un suspiro, Lan SiZhui se puso en pie y salió de la habitación.

Platónico | Zhuiyi [Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora