° ˢⁱⁿᵒᵖˢⁱˢ→ "En donde JungKook es un Omega gruñón, y TaeHyung, un tierno alfa enamorado de él."
﹙♡゙﹚TaeHyung top/sumiso ¡! → JungKook bottom/dominante ¡!
﹙♡゙﹚fluff, soft, mucho soft, cliché, romance adolescente, m-preg, omegaverse, leve drama & angs...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jungkook pudo darse cuenta de que algo no andaba bien ese día.
Había insistido en llegar temprano aquel día, incluso se podía decir que estaba de buen humor, cosas como esa no pasaban todos los días, su mejor amigo preguntó si le dolía algo, que si estaba enfermo o mareado, cosa que lo hizo pensar, ¿Enserio llevaba cara de culo todos los días?, oh vamos, no podía ser tan gruñón.
O tal vez sí.
Dejando de lado ello, ambos Omega se encontraban caminando tranquilamente por los pasillos de la escuela, mientras se dirigían a su siguiente clase, no compartían muchas juntos, por lo que aprovechaban el charlar en las horas de almuerzo y descansos. Aunque si le preguntaran a Jungkook que era lo que pasaba ahora, probablemente recibas un fuerte gruñido de su parte, fue algo que el pequeño pelirosa pudo notar en su mejor amigo.
- ¿Pasa algo, Googie?, desde que llegamos no haz parado de hacer ese gesto con tu manita, ya sabes, el que haces cuando estás preocupado. - preguntó, acariciando suavemente el hombro del mayor.
El azabache seguía perdido en sus pensamientos, parecía ansioso, intrigado, como buscando algo.
o a alguien.
- ¿Mhm?, lo siento yo, no presté atención. - carraspeó, desviando la mirada hacia el más bajito.
Claro que no estaba prestando atención, y es que, ¿cómo hacerlo?, si lo único que rondaba por su mente ahora, era aquel bonito alfa de aroma dulce, joder, no podía dejar de pensar en él.
Había pasado todo el maldito día buscándolo, al menos decirle "Hey, ¿Cómo andas?", o aunque sea cruzar miradas, tenía que saber si estaba bien, pero como lograrlo.
no había ningún rastro de él.
Puede parecer muy paranoico por su parte, pero el hecho de no sentir la fragancia suave y refrescante de ese pequeño Alfa, ponía a su lobo muy ansioso, quería estar con el, hundirse en su cuello hasta aspirar hasta la última esencia de él, lo quería, rayos, que demonios le pasaba, éste tipo de comportamientos no eran normales en él, ¡Lo conoció ayer!, ¡Ayer, maldita sea!, y estaba simplemente jodido y ansioso con tenerlo entre sus brazos, solo para él.
lo necesitaba.
- ¡Kookie!, ¿Me estás escuchando?. - el Omega menor detuvo sus pasos, parándose en frente de su menor amigo, con los bracitos cruzados y las mejillas infladas.
Estaba haciendo berrinche.
- Lo siento, ¿si?, solo... estoy distraído. - suspiró, siguiendo su camino, siendo perseguido por su pequeño y esponjosito menor.