Murphy [Snk] [Levi Ackerman]

[7] Mentiras

Isabella no quería causar problemas así que tuvo que enfrentar su temor hacia Yelena y aceptar ir con ella. De alguna forma, sentía la necesidad de proteger al capitán Levi y la comandante Hange de su propia compañera, Yelena era peligrosa, no hacía falta demostrarlo, y era la única que tenía acceso a las armas.

- No te preocupes, el capitán Levi sólo me estaba regañando por no guardar reposo, pero ya voy de regreso a nuestro campamento - explicó la azabache intentando sonar tranquila.

- Te acompaño - se ofreció Yelena - Voy a llevarte hasta tu carpa.

Isabella miró de reojo a Levi - Sí... ya voy - aceptó nerviosa.

Yelena ofreció su brazo para que Isabella se sostuviera en caso de que tuviera dificultad al caminar. Y poco a poco, ambas extranjeras se fueron alejando, dejando atrás a los eldianos.

- Esa mujer... da miedo - tembló Sasha aún escondida detrás de su capitán.

- Es muy sospechosa... - murmuró Levi - Su actitud no es normal, me parece una mujer de la cual hay que cuidarse las espaldas.

- ¿Que su actitud no es normal? ¡Me tomó del cuello y me amenazó que le dijera dónde estaba Isabella! ¡No le quise decir nada porque se veía muy enfadada y temía que le hiciera lo mismo a Isa! - exclamó Sasha jalándose sus propios cabellos.

Levi miró de reojo a su subordinada - ¿No estás exagerando?.

- No capitán, se lo juro - respondió la castaña - Yo no bromearía con algo así, tengo miedo de lo que pueda pasar con Isabella.

Levi volvió la mirada al frente, las dos mujeres ya no estaban a la vista, pero a pesar de eso, estaba preocupado por la azabache.

- Sasha, te doy permiso para que te quedes en el comedor con los marleyanos las horas que quieras, pero cuida a Isabella - ordenó Levi viendo seriamente a la castaña - Y ve con Mikasa - agregó.

- Entendido capitán - asintió Sasha yendo de inmediato a buscar a su compañera.

El camino de regreso a las carpas donde se hospedaban los marleyanos era un incómodo y tenso, Isabella estaba nerviosa, no necesitaba alzar la mirada para saber que Yelena la estaba observando.
La rubia la guió hasta su carpa asegurándose de no pasar cerca del comedor para que el cocinero no las viera, primero iba a hablar seriamente con ella.