Murphy [Snk] [Levi Ackerman]

[6] Latidos

La muerte de los tres soldados a manos de Yelena había afectado a Isabella, a pesar de haber sido agredida por ellos, no era necesario llegar a tal extremo de asesinarlos a sangre fría y todo para proteger un secreto.
Yelena estaba muy obsesionada con su papel de proteger a Isabella y el hijo de Zeke, que haría cualquier cosa, incluso matar. Y la azabache lo sabía muy bien, le había quedado claro después de ver cómo su compañera disparó tres veces sin siquiera dudarlo.

- Isa, por favor come algo - Nicolo le señaló su plato, la comida se estaba enfriando - Ya estás a salvo, no tienes de qué preocuparte.

Isabella se quedó callada.

- La señora Hange dijo que dentro de poco podrías volver a caminar sin ayuda - comentó el rubio intentando llamar la atención de su compañera - Isa, por favor di algo.

- Nicolo... - murmuró la azabache - Es mi culpa, Yelena los asesinó por mi culpa.

- ¿Qué estás diciendo? Nada de lo que pasó fue tu culpa, ellos te atacaron primero, merecían un castigo - contradijo el marleyano.

- ¿Y la muerte fue la mejor opción? - cuestionó Isabella.

- Esa decisión la tomó Yelena, no sé qué motivos tuvo para hacerlo, sabes que esa mujer me da miedo - dijo Nicolo - Nunca se sabe lo que pasa por su cabeza.

- Yo fui la que le dio motivos... sin tan solo me hubiera quedado callada, si no hubiera salido de noche... si tan solo... - la voz de Isabella se fue apagando poco a poco.

- No digas eso, tú no eres culpable de nada, no has hecho nada malo, fuiste una buena camarada y lo sigues siendo - la halagó - Yelena sólo está loca.

- Yelena los asesinó por mi culpa.

- Tú no la obligaste ni le pediste nada.

- ¡Claro que sí! - exclamó Isabella entre lágrimas - Lo siento.

- ¿De qué estás hablando Isa? - preguntó Nicolo intentando comprender la situación - No te entiendo, tú no le pedirías a Yelena tal cosa, ni siquiera por venganza, tú no eres así.

- Nicolo... estoy embarazada - confesó Isabella abrazándose a sí misma - Lo siento Nicolo, perdóname...

Un silencio abrumador se apoderó del ambiente, hasta que el rubio finalmente se animó a hablar.

- No lo entiendo - Nicolo se quedó estático intentando procesar lo que acababa de escuchar - Isa... no hay nada de malo en un hijo, tal vez has estado estresada porque estamos en esta isla y no sabemos qué será de nosotros.

- No se trata de eso, se suponía que mi embarazo y la identidad del padre de mi hijo debían ser un secreto, pero ya no sé qué hacer - murmuró Isabella con una voz asustada - Necesito ayuda.

- ¿Por qué dices eso? ¿Quién es el padre? Isa, sabes que puedes confiar en mí, ya no llores - dijo Nicolo abrazando a su amiga - Dime la verdad, ya no cargues este peso tú sola, ¿quién es?.