Abrazándola
Mientras caminaba por el sendero de un parque observaba como todas las personas parecían estar felices y conformes con sus vidas, eso me hizo cuestionar el por qué estaba aquí, observándolos con unos ojos tan humanos pero con una presencia tan ausente. Verlos sonreír me partía el corazón, me llenaba de odio y rencor, mi fragilidad se había convertido en un puñal, me sentía de esa manera porque me encontraba nadando contra la corriente, sin destino, sin lugar, y sin ganas, pero aún asi todas esas personas lucían como si ya tuvieran un propósito, en cambio yo solo vagaba sin rumbo alguno.
Decidí sentarme y esperar un poco más, de igual forma, ya no había mucho que pudiera hacer, pensé que tal vez asi lograría encontrar algo que me llevara al lugar indicado; uno que me hiciera sentir la calidez de un hogar, porque desde lo más profundo de mi inconsciente creía que eso me transportaría a mis recuerdos, o tal vez, eso era lo que por mucho tiempo había anhelado.
Entre lágrimas me dejé consumir por la melancolía, acostumbrada al frio y al dolor no quedaba nada más que volver a huir, de todas formas soy una fugitiva huyendo cada día, pero sin saber a qué o a quien le huye, me digo a mi misma que todo estará bien, aunque en el fondo sé que no será de esa manera.
Realmente antes de que mis huesos se hicieran polvo, junto al piano color blanco aperlado, antes de que soltara mi mano dejándome caer al vacío de mis pensamientos, consumiendo mi alma, y atravesando mi corazón con odio y temor, antes de mi partida, ya era una presencia ausente, el cielo brillaba pero mi instancia solo radiaba oscuridad, mis venas marcaban un color azul como el de las olas del mar, la arena cruzaba mis pies demostrando mi vitalidad, pero mi presencia ausente dolía menos que mis pasos presentes, y eso, marcaba la diferencia.
Tal vez si hubiera esperado un poco más no estuviera en esta situación, encerrada sin salidas, rodeada de sombras en un agujero iluminado por las lágrimas de mi corazón, apedreada por mi soberbia, y simplemente abrazando el frío de la noche.
Sin embargo... ¿Que opciones tenía?, si en esta nublada existencia las opciones son limitadas, y yo soy solamente una cobarde ocultándose de la luz del sol, calmaba mis delirios con píldoras que me ayudaran a lidiar con el peso de vivir, atrancada con su respiración y bloqueada por el desamor, ¿Qué tanto podía hacer con un par de manos y un cuerpo tan débil?.
Y es que es injusto, no entiendo el por qué debo pagar tanto por un nada, no es como si hubiese tenido una gran vida, no fui tan desafortunada, pero tampoco afortunada, comprendo la magnitud de mi decisión, pero el precio de persistir en esta vida ha sido tan elevado a comparación de las oportunidades que esta trae, tengo mil razones para seguir huyendo, intenté enfrentarlo todo, pero desafortunadamente no fue suficiente, solo quería descansar, mi mente se encontraba agotada, le hice una mala jugada a la existencia y me marché.
Estoy segura de que no he dejado nada atrás, entonces, no entiendo el por qué debo seguir buscando algo que no quiere ser encontrado, y menos en un diluvio como este, hay veces que no entendemos la razón por la cual perecemos y buscamos consuelo desesperadamente en las manos de nuestros miedos, nos dejamos consumir por la ansiedad como si fuésemos pequeñas velas con un fuego ardiente, si tan solo recibiera un par de señales podría conectar con la esencia de este castigo, pero él es tan egoísta como yo.
Al caer la noche, ya no me apetecía estar más en aquel sitio en el que me encontraba, por lo que decidí seguir mi curso y caminar por los lugares más cercanos a donde solía vivir para ver si hallaba algo que me pudiera ayudar. Cuando llegué a una estrecha calle situada entre un café y una tienda que parecía ser de objetos antiguos, mi instinto simplemente quiso entrar allí y casi que en automática me encontraba yendo hacia ese lugar, no comprendía el motivo por el cual lo hacía, pero estaba segura de que debía hacerlo.
Cuando terminó el camino me quedé perpleja y estática, porque a pesar de que había pensado que encontraría algo, no fue así, solo habían tiendas vacías y una gran pared, por lo que simplemente me devolví para seguir con mi búsqueda, caminé unas cuantas cuadras pero extrañamente todo parecía estar igual que en el inicio, como si cada paso que diera me mantuviera estancada exactamente en el mismo lugar.
Sin entender la situación traté de mantener la calma y me detuve a pensar analizando lo que pasaba, creí que tal vez me encontraba agotada y agobiada por mi situación actual, lo cual probablemente me estaba haciendo tener alucinaciones o presenciar los fallos de la realidad, sin embargo, no estaba tomando en cuenta el hecho de que ya no pertenecía a mi mundo, ahora solamente era un visitante.
A los cinco minutos de estar de pie en la mitad de la calle escuché el sonido de una campana, desde momento caí en un profundo sueño perdiendo la conciencia, sin tiempo para reaccionar y ver a mí alrededor.
Cuando desperté me encontraba en un lugar totalmente diferente, muy distinto a lo que he visto en todos mis años de existencia, describirlo es tan complicado para mí, pues, habían muchas cosas que desconocía, como por ejemplo: el material de las paredes que rodeaban a este extraño lugar, o las plantas que lograba identificar dentro del espesor de la niebla, realmente al despertar me quedé estupefacta con lo que veía, no parecía ser siquiera de la época a la que pertenecía, no sé por qué me encontraba allí o por lo menos quién o que me trajo, al observar los alrededores me percaté de que el ambiente se sentía mucho más pesado que en la normalidad y además todo se veía opaco.
Desconcertada me puse de pie para limpiar mi atuendo y tratar de familiarizarme con el entorno; mientras lo hacía de mi bolsillo salió un papel color turquesa pero el viento me lo arrebató, traté de atraparlo pero no lo logré, terminé perdiéndolo de mi vista dentro de un aterrador bosque al que no me atrevería a entrar nunca, ya no solo tenía el tiempo contado, un destino incierto o una mente casi en blanco, ahora no tenía cordura y me encontraba más perdida que antes.
Caí entre lágrimas y llanto por la impotencia y rabia que sentía al estar tan volada, sola, y desamparada, provocando que entrara en una crisis de ansiedad, lo cual me produjo pequeños flashbacks de mi pasado acompañados de un fuerte dolor de cabeza, insoportablemente no paraba de gritar aunque quisiera hacerlo, estaba en un trance dentro de mi propia mente, realmente podía sentir como abrazaba mis recuerdos.
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NO LA OLVIDES
خيال (فانتازيا)Durante mi estadía en un mundo al cual no pertenecía el día de mi partida llegó, encontrándome así con ellos, fragmentos de mi alma que siempre estuvieron allí para mí, y que justo como yo eran presencias ausentes. Vivos y conscientes se materializ...