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Alma Fox

Habían pasado unos días desde mí encuentro con la familia vecina, ahora me encontraba en una fogata con la manada mientras Archie me contaba de un nuevo cómic, Poe haciéndolo querer que pierda el control, Damián acariciando a un pobre conejo —el cual seguro iba a morir dentro de poco— y yo escuchando a Archie mientras río en silencio por los intentos de Poe de hacerlo enojar.

— Faltan unos cinco meses para la casería, ¿Tienen a sus presas?. — pregunté para que Poe se calme un poco y dejé a Archie.

— Si, una chica que conocí en una cafetería. — contestó primero el castaño a mí lado.

— Mí presa era Seline, tengo que buscar una la matamos junto a los amigos de Milton. — respondió Damián antes de matar al conejo.

— La tenía pero la matamos hace unos días también. — respondió el rubio de la manada.

— ¿Tu presa era Giovanna?. — pregunté sorprendida.

— Si, ¿Cuál es la sorpresa?. — preguntó el rubio viéndome con una ceja alzada.

— No pensé que fuera tu tipo. — respondió encogiéndome de hombros.

— ¿Y cuál se supone que es mí tipo?. — preguntó mirándome mientras se relamía los labios.

— Ahora que lo pienso, no tienes un tipo, le das a todo lo que se mueva. — respondí haciendo que Archie se ría a mí lado.

— Claro, y tu tipo son presas que no están a tu alcance, como cazadores que quieren matarnos. — se burló de mí.

— ¿Quién dijo que no están a mí alcance?, No tengo que utilizar mí dinero para que se acerquen. — dije con enojó.

— A mí no me utilizan como objeto sexual. — respondió con enojó también.

— Todo el mundo te ve como un objeto, Poe, por favor. ¿Alguna vez has estado con alguien y no te lo has follado?. — pregunté levantándome yendo hacia él rubio.

— ¿Alguna vez has tenido una obsesión que dure más de dos meses?. — preguntó levantándose también.

— ¿Crees que puedas discutir sin excitarte?. — pregunté con burla viendo el bulto que creció en sus pantalones.

— Creo que no, ¿Vamos a tu casa o a la mía?. — respondió tomándome de la cintura.

— A la mía. — conteste pasándome mis brazos por su cuello.

El beso mis labios con intensidad antes de que vayamos camino hacia mí casa, no sin antes decirle un "nos vemos más tarde" a Archie y Damián.

Al llegar entramos por la puerta trasera, mientras nos besamos apasionadamente, nuestras lenguas peleaban por el control, hasta que se lo cedí y llevo el control del beso, nos separamos hasta ir a una de las habitaciones, entramos a una cualquiera sin prestar atención a cuál era, me tiró a la cama un cuidado antes de ponerse encima mío.

Jadeé al sentir sus labios sobre la piel sensible de mi cuello, la ropa había empezado a desaparecer por el calor de la habitación y la excitación del momento, enterraba mis uñas en su piel y gemía despacio para no despertar a mamá, mí vista se enfoco en la ventana donde veía como una silueta veía la escena, sonríe distinguirla cabellera rubia, luego otra cabellera negra se asomó por la ventana haciendo que mí sonrisa crezca.

Yo seguí con lo que estaba haciendo sin prestarle más atención a ambos chicos y concentrarme en el rubio que tenía entre mis piernas ahora.

Sin saber la bomba que activé al hacer ese espectáculo.

Si me hubiera dado cuenta de lo que iba a venir después, si hubiera sabido las consecuencias, sin duda lo volvería a hacer, porque eso fue lo que activó todo y sin eso mí vida no hubiera sido como era ahora.

Nunca los hubiera tenido a mí lado.

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