(One Shots) °Una vida de Casados°| DekuBaku |

•°¡Maldición Sólo Bésame Bastardo!°•

Maldito día en que te fuiste en ese avión sin decirme nada.

Un día antes de irte, me dijiste aquellas palabras que aún hoy día no puedo olvidarlas…

“ Te amo, Katsuki, éste amor que siento tengo que llevarlo conmigo, no creo que vuelvas a verme, somos rivales y no puede haber amor entre nosotros.
Me duele dejarte, pero, tengo que hacerlo.
Espero que seas muy feliz…”

Ví lágrimas en tus hermosos ojos llenos de tristeza. No me dejaste hablar, es más, ni siquiera pude formular alguna letra, mi maldito orgullo no me dejó hacerlo, yo quería corresponder tus sentimientos y el día que iba a hacerlo te fuiste…
Cuando yo quería… ¡Fué tarde, maldita sea!
¡Un día más! ¡Sólo un puto día más y tal vez estaríamos juntos!
¡Mierda! ¡Y lo peor es que pude haberlo dicho ese puto día y no! ¡Maldita sea Bakugō Katsuki! ¡Qué imbécil, fuí un maldito cobarde!

Tres putos años y no has regresado, idiota.
No he sabido nada de ti más que "Él está bien"  "Es un Héroe muy ocupado Bakugō"  "No creo que vuelva"  mierdas así.

Para colmo es navidad, normalmente voy a casa de los viejos, cenamos en Navidad y brindamos, luego vuelvo a mi solitaria rutina.

La mayoría de los extras tiene pareja y cada vez me molestan con preguntas de cuando voy a tener la mía, joder, no paran estos idiotas.
Por la mierda, vayan a ver cuántos peces hay en el océano y dejen de joderme, no estoy de humor.

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Rondaba las calles con Kaminari, íbamos en una área algo desolada cuando el muy pendejo grita.

—¡Cuidado!

—¿Ah?

—¡Un hombre con el corazón solitario!

—Por la mierda Pikachu ¿Hasta cuándo dejarás lo pendejo? — Le da un golpe en el hombro.

—Amigo, por ti hago cualquier pendejada con tal de que te rías. Oye, ¿Quieres venir a celebrar la navidad con los chicos?

—No, tengo mejores cosas que hacer. — Sigue caminando, ignorando la pregunta

—Ándale no seas aburrido. Sé que no tienes nada que hacer más que llegar a tu departamento y mirar a Izuku en nuestra foto de graduación por 15 minutos, luego vas a hacer las compras o haces cualquier cosa amigo.

—¿Qué?… Espera cómo…? — Quedó estático al oír aquello.

—Amigo, no hace falta que te hagas el duro conmigo y lo sabes, no te preocupes. Además ¿Irás o no?. — Siguió andando tranquilamente.

—Tal vez… No sé. Además ¿Qué traman tú y los demás? Están más raros que de costumbre, ayer los ví reunidos en un local y sé que hablaban de mí.

—Te pasaré buscando en tu casa a las 7:30, te aseguro que no te arrepentirás.

Evadió la pregunta, algo realmente extraño, la conversación tuvo fin ya que apareció un villano. Al terminar su labor y volvieron a su residencia por separado.

El cielo estaba como la mente del chico, nublada y triste o al menos eso cree, no podía borrar aquel remordimiento que atormentaba su existencia desde hace años.
Perdido en sus pensamientos vaga por las alegres calles de la ciudad sin tomarle importancia los detalles navideños en locales y edificios… Sin duda, la navidad dolía sin él, ya no son las mismas desde que se fué. La cuidad estaba en completa algarabía, llena de luces, blanca nieve y adornos que complementan la alegría del día. Para la mayoría de personas, las navidades son repletas de felicidad. Mientras que para Bakugō, son tristes y dolorosas sin Izuku, un amor que no pudo hacerle frente por su orgullo infantil y se arrepiente de ello.
De verdad le apetecía un trago de Ron, una botella y embriagarse, no era una salida a sus problemas, pero era una forma de calmar sus sentimientos o drenar algo de su maldito corazón que no dejaba de dolerle día tras día.