Las amistades falsas van y vienen a lo largo de nuestras vidas, nadie puede decir que nunca sufrió de una o puede que, si exista un afortunado, esta es la historia de 4 niños con circunstancias diferentes que llegaron a unirse y volverse buenos amigos.
Desde que el mundo se sumió en niños naciendo con poderes y con los años, siglos fueron aceptados, se volvieron normales, los padres siempre deseando que sus hijos se vuelvan fuertes y reconocidos, gracias a esto ganar mucho dinero, pero nos centraremos en la historia de un niño de 5 años llamado Izuku Midoriya quien no tuvo la suerte de nacer con un poder o llamado Qirk.
Su madre se sentía angustiada al ver a su pequeño hijo llorar por no poseer uno y ser como su héroe favorito, ella solo lo abrazo disculpandose como si fuera su culpa la situación.
Llegue – Aviso el padre del pequeño, entro suspirando por su largo trabajo y miro a su esposa secando se las lágrimas –
¿Qué paso? – Serio, nunca la había visto antes llorar –
Izuku no tiene un qirk – Dijo sin dar vueltas en el asunto –
Entonces no es, hijo – Afirmo yendo a cambiarse –
Inko lo siguió hasta la habitación sorprendida por lo que dijo, esperaba a que él se llegue a sentir mal por la desgracia de su hijo, pero no esperaba eso.
Cariño, nuestro hijo nació sin uno, pero no quiere decir que sea débil – Intento hablar con él –
¿Nuestro hijo? Desde que nació ese niño ha sido débil, ni si quiera tú lo eras de joven y yo menos – Reclamo – Él no es mi hijo, seguro lo tuviste con tú ex.
Se sentía cansado por el trabajo y resulta que en vez de llegar a casa para relajarse tuvo que recibir una mala noticia, no quería saber nada de un niño débil, seguro se burlarían de su desgracia.
¿Qué dices? Él es tú hijo y mío, nuestro hijo – Insistió –
No quiero saber nada de ese niño en primer lugar, es demasiado débil para ser mío – Se quejó mientras se cambia –
Hagamos una muestra de ADN para comprobarlo – Más tranquila –
Deshazte del niño si no quieres que lo haga yo, no quiero volver a verlo, tú decides – Dando por terminada la conversación –
Inko se sentía nerviosa por la situación en la que se en centraba, no sabía qué hacer y solo se dirigió hasta la habitación de su pequeño quien no dejaba de ver televisión, lamentablemente no podía darse el lujo de irse a vivir con él, se sentía atada a su marido y no quería que su hijo sufriera a mano de sus padres ¿Qué es lo que debería hacer? Tal vez con el tiempo se calmen las cosas, es lo que quería pensar, mientras tanto estaría cerca de su pequeño antes de hablar con su marido.
Esa misma tarde llevo a Izuku a caminar, es lo mejor para distraerse de lo sucedido, aunque se podía ver su mirada desanimada, pero se encargaría de que su pequeño lo disfrute.
Mami ¿Por qué papá no comió con nosotros? – Pregunto en su inocencia –
Inko se sintió mal ante esa pregunta, pero no podía sin más decirle que su papá no lo quería solo por no poseer un poder o por ser más débil que los demás niños, empezaba a sentirse angustiada sin saber cómo afrontar la situación.
Tú papá solo está cansado después del trabajo, es mejor no molestarlo – Con su tono dulce –
Está bien – Conforme con la respuesta que recibió –
Mientras estaba cuidado desde el banco de la plaza noto a un niño pidiendo algunas monedas en la vereda del frente, se imaginó de repente a su pequeño en esa situación y no pudo evitar soltar algunas lágrimas.
Por la noche, mientras hizo dormir a su hijo se dirigió hasta la habitación donde su marido estaba leyendo el diario.
Cariño, lo que dijiste hoy en la tarde... - Fue interrumpida –
¿Ya lo hiciste? – Sin mirarla –
No puedes hablar en serio, es nuestro hijo – Se acomodó para verlo -
Hablo en serio, ya me conoces y si no lo haces tú, yo mismo mañana lo dejare en algún lugar – Dijo dejando el diario sobre la mesita de luz –
¿Dónde? – Preocupada –
No necesitas saberlo, podemos intentar tener otro luego – Sin darle importancia –
Su esposo nunca había sido cruel de esta forma, antes de que naciera Izuku prometió cuidarlo sin importar que poder tenga, pero esto contradice todas sus palabras, no entendía que lo hizo cambiar.
Izuku – llamo dulce –
¿Mami? – aun entre dormido –
Es hora de levantarse – dijo guardando cosas en un bolso –
Pero no hay clases hoy – reclamo –
Vamos – insistió –
Esa misma madrugada se levantó y preparo un bolso con cosas de su hijo, fue a despertarlo, lo vistió y salieron de la casa, el pequeño estaba con sueño y no le dio importancia que aún no haya salido el sol, cuando despertó miro por la ventana como el sol empezaba a iluminar los campos.
Su mamá no dijo nada en todo el camino, disfruto de la vista de esos campos hasta que se bajaron del auto bus, tenía curiosidad de donde están.
Mami ¿Dónde estamos? - curioso –
Estamos en un lugar que quiero que conozcas – dijo tranquila bajando del auto bus –
Todo llamaba su atención ya que nunca había estado en un lugar así, su mamá se detuvo en una gran casa donde una mujer con una amable sonrisa se encontraba esperando en la entrada.
Es bueno ver que llegaron sin ninguna dificultad – saludo aceptando el bolso –
Gracias por aceptarlo – dijo bajando a Izuku – hijo ¿Te gusta este lugar?
Se quedó un poco pensativo y miro el lugar desde donde esta para luego asentir, se veía muy tranquilo y miro a la señora.
Este será tú nueva casa – soltó –
¿Viviremos aquí? – inocente –
Si... te quedaras aquí y yo luego vendré – Le dolió mentirle –
¿Con papá? – Tranquilo –
Si – se dirigió hacia la mujer – cuídelo bien, por favor
No se preocupe, está en buenas manos, tenga un buen viaje – Despidió –
Después de ese día, Izuku conoció a varios niños, algunos hasta lo molestaron porque no tiene qirk, pero no se desanimó porque pronto vería a su mamá, claro que nunca volvió por él.