Prólogo

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Trata de mover sus manos, pero le es imposible.
No sabe donde está, ni porque en ese sitio.

Siente la lluvia tocar  sus mejillas y le dificulta la vista, pero tras voltear su rostro forzosamente, ve a lo lejos unos coches impactados.

Claro, ahora imágenes le asaltan la mente.

El accidente, no fue culpa suya, lo juraría.

Ella salió disparada del auto al momento del choque, y de seguro tendría más de un hueso hecho trizas.

Le duele la mitad de su cuerpo, y la otra no la siente.

Parpadea, mientras sus lágrimas se confunden con la lluvia que cae, y su mente, comienza a trabajar, para llevarla a un lugar desconocido inconsintemente, mientras sus ojos cristalizados, comienzan a cerrarse lentamente...

Recuerdos: El Mundo EscondidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora