La luna iluminaba, como si fuera un reflector, aquel acto de crueldad. Sus palabras eran tinta, y sus puños un pincel. Cada golpe iba acompañado de las palabras "ustedes se lo buscaron." Las dos mujeres se miraban indefensas, ya las fuerzas las habían dejado... y esta vez estaba claro que él no se detendría hasta acabarlas. La muerte las miraba impotente desde la ventana, no se le permitía interferir en casos como aquellos pero ella ya había tomado una decisión. Esa noche solo se llevaría un alma, y no sería las de aquellas mujeres.
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Relatos De La Muerte
TerrorBajo la sombra de la noche la Muerte toco mi puerta. Con delicadeza la invite a pasar, sabía que venía a contarme sus historias mientras mi hora llegaba...