¡𝐏𝐎𝐑 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑 𝐀𝐌𝐀𝐌𝐄, 𝐈𝐃𝐈𝐎𝐓𝐀! •|#TodoBaku|•【✔】

𝐕𝐈

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𝐸𝑠𝑡𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑠𝑒 𝑎𝑐𝑡𝑢𝑎𝑙𝑖𝑧𝑎 𝑎𝑙 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑒𝑛 𝑢𝑛 𝑔𝑟𝑢𝑝𝑜 𝑑𝑒 𝐹𝑎𝑐𝑒𝑏𝑜𝑜𝑘 “𝑇𝑂𝐷𝑂𝐵𝐴𝐾𝑈”.

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━━━♢❝No sabía que el latir de un corazón tan rápido podría hacer las mariposas golpear mi estómago❞♢━━━

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Ante una luz golpeando mi rostro, abría mis ojos con pereza. Casi deseando volver a cerrarlos, pero no fue hasta note los matices de la luz que me hizo abrirlos de sorpresa topandome la vista que tenía y el como el cielo estaba teñido de naranja. Significa que había quedado dormido por mucho tiempo, lo suficiente como para que el atardecer me alcanzará y haya perdido las horas faltantes de clase.

Estaba por reponerme cuando el peso en mi hombro izquierdo me hizo girar mi vista en búsqueda de ls razón.

La jodidas sorpresas no dejaban de aparecer. Porque estabas recargado en mi hombro y siguiendo la vista de tu rostro ví como tú mano tomaba una parte de la manga de la chaqueta de mi uniforme demasiado cerca de mi muñeca. Cómo si tuvieras miedo de que me fuera, aunque siendo que eso era lo que quería hacer.

¡Por un demonio, idiota!

¿Qué hacés?

¿Quieres romperme aún más?

¿Qué sigues buscando de mi?

¿No que mi presencia era para ti un suplicio? ¿No era aburrido y tedioso mi carácter?

Ya basta... Basta de recordarme que todo duele, que duele haber confiado en que podría comenzar a quererte.

Pero estabas ahí, a mi lado. Como un niño durmiendo tranquilamente, los mechones de cabello de distintos colores cubrían tus ojos y parte de tu cicatriz. Tus labios abiertos y tú mano todavía tomando mi uniforme, pero aún doliendo y harto de todo aparte tu mano.

No me importaba despertarte, solo tome lo que era mío. Aquél libro que yacia en el suelo, impulsandome para levantarme y ni siquiera pensar como es que habías llegado a tomarte conmigo, como tú ansias de terminar de hacer un caos conmigo te llevo a encontrarme. Eso no me interesaba, así que me apresuré y escuchando un leve golpe que hizo que te despertarás.

—Idiota,—pronuncie antes de seguir mi camino, tu parecias desorientado antes que me viste avanzar. Tú rapidez y respuesta me sorprendió porque no me dejaste ir. Tomaste mi mano y me hiciste casi tropezar pero no llegue a sentir el suelo en mi espalda porque ahora estaba sentado sobre tus piernas. ¿Eres simplemente un idiota molesto?,—¡Déjame en paz! ¡Suéltame, Todoroki!

—No,—fue tu respuesta por encima de mis gritos, a lo que me estremecí porque parecias molesto. Nunca te molestabas, ¿Y eso que? El molesto y destrozado era yo. No tu,—Quedate quieto, Katsuki.