Park Jimin es un joven y talentoso escritor que pone su alma en las letras. Oculta su identidad tras el pseudónimo "Mochi" y busca pretextos para no mostrarse en público; todo para mantener sepultado un pasado que teme salga a la luz, aunque sus tem...
Capítulo dedicado a Karin_Nicol por su cumpleaños. ¡Muchas felicidades! Sé que no tienes conexión ahora, pero por aquí te dejo tu regalito. 💜
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El paso de los días marcó el fin del viaje de Jungkook. La situación y el ajetreo no dejaron mucho margen para la comunicación entre Mochi y Nochu. Antes de que se dieran cuenta, el día de la fiesta de presentación del elenco, el equipo de producción y el escritor había llegado.
El local era hermoso y estaba decorado con gran elegancia, sin ser ostentosa. Cuadros de paisajes varios se extendían por las paredes y en cada esquina se erguían jarrones con majestuosos arreglos florales llenos de lirios Casa Blanca y otras variedades coloridas, rosas de diversos colores combinadas con delicadeza, gladiolos y otras más; todas sostenidas en armonía por el volumen que daban a los ramos los Encajes de Reina, asemejando copos de blanco y fino algodón. La música era movida y pegadiza a pesar de ser totalmente instrumental. Los meseros vestidos de elegante esmoquin trasladaban en una bandeja las diversas bebidas para los invitados, siempre con una cordial sonrisa en el rostro. Al fondo, la mesa bufet estaba cargada de delicias para degustar. El ambiente era ameno y relajado.
Jimin se sentía como un pez fuera del agua, no estaba acostumbrado a asistir a esa clase de eventos y tampoco a vestir con tanta elegancia; su ropa había sido siempre casual hasta hacía poco más de una semana, cuando tuvo que comenzar a ataviarse de manera más elegante para estar presentable en los distintos compromisos de trabajo. No solo sentía su corbata anormalmente apretada, sino que se sentía bastante cohibido al estar vestido casi totalmente de blanco. Seokjin había insistido en que el color le favorecía y que ese traje era el indicado, él nada más lo veía como un imán para la suciedad.
Las adulaciones y falsas sonrisas le causaban un revoltijo en el estómago y le recordaban por qué, en parte, había estado fuera de ese mundo hipócrita hasta ahora. Tampoco podía generalizar, la mayoría del staff se había comportado muy profesional y pudo ver a varios sinceramente interesados en su trabajo, solo los menos habían sido incapaces de ocultar su incomodidad. Los actores eran otra historia. El elenco había sido cuidadosamente escogido por el director; todos eran celebridades reconocidas que hasta un ermitaño podría nombrar, pero quizás esa gran fama era lo que los hacia destilar arrogancia y menospreciar sin reparos a los demás. Había un pequeño grupo que tenía su atención particularmente puesta en él, sin disimularlo demasiado, mas no se le acercaban.
Fama, dinero, arrogancia. ¿Sería Jeon Jungkook otro como ellos? No solo la duda ocasionada por la posible opinión del actor por el escándalo provocado le preocupaba ahora, la posibilidad de que Jeon fuese un ególatra haría más complicada cualquier interacción. Él mismo se miraba extrañado. Park Jimin, a pesar de sus dudas esporádicas internas dadas por circunstancias de su pasado, era un hombre seguro de sí al que no le importaban las opiniones ni los prejuicios, vivía a su manera, con un perfil bajo, pero feliz y sin preocupaciones. Sin embargo, le era difícil mantenerse sereno e indiferente cuando Jungkook estaba involucrado. De por sí estaba nervioso por conocer a su ídolo en persona, que se sumaran tantos factores agravantes externos para un primer encuentro que esperaba con ansias, era estresante. ¿Qué hacía Park Jimin cuando estaba nervioso y estresado? Acelerar el paso del alcohol por su garganta. Ya había perdido la cuenta de las copas de champán, pero cuando sintió que se le escapaban demasiadas sonrisas sin sentido, se fue hacia la mesa buffet para mantener sus pensamientos y su boca ocupados.
