Capítulo 21

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Jungkook abrió lentamente los ojos, traído de vuelta del mundo de los sueños por el entumecimiento de su cuerpo y la frialdad de sus pies

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Jungkook abrió lentamente los ojos, traído de vuelta del mundo de los sueños por el entumecimiento de su cuerpo y la frialdad de sus pies. Le tomó un par de segundos ajustar su visión y orientar su cerebro. Se encontraba en el sofá del departamento de Jimin, y el peso sobre su cuerpo, que le daba calidez a su abdomen y parte de sus piernas, era el cuerpo del escritor. A su mente llegaron, entonces, las imágenes de los momentos compartidos antes de quedarse dormidos. Su pene se agitó en el interior de sus pantalones, recordando vivazmente la habilidosa boca de Jimin sobre su eje.

Fuera de sus inseguridades por ser la primera vez que estaba con un hombre, y no saber hasta donde llegar, todo había sido maravilloso. Jimin lo había vuelto maravilloso. No existió la presión de complacer a la pareja, por ser tan bueno en la cama como los rumores decían; existió solamente el complacerse y conocerse mutuamente, para hacer crecer lo que estaban construyendo entre ellos.

Estar enamorado era una experiencia novedosa y cautivadora. Anteriormente, no se había excitado con tanta facilidad solo con recuerdos, más aún si no llegaron al final. Tampoco iba a negar que se había masturbado más de una vez pensando en lo que él y Jimin podrían hacer juntos. Sin embargo, más allá de lo sexual, estaba ese deseo de control y complacencia, esas ganas de hacerlo especial para ambos y dar lo mejor por y para el otro. La manera en que los labios de Jimin estaban entreabiertos y respiraba suavemente, con su brazo y su pierna alrededor de su cuerpo, era una sensación a la que Jungkook, sin duda alguna, podía acostumbrarse.

Le acarició las hebras de cabello con los dedos, con cuidado de no despertarlo. Se pasó la mano libre por su pelo y el rostro. Buscó con la mirada un reloj y encontró uno digital al lado de la televisión. Un suspiro frustrado abandonó sus labios, al recordar su situación actual. Pasaban de las cinco de la mañana. Demasiado tarde para continuar durmiendo. Odiaba tener que escabullirse en la madrugada, ocultándose del mundo, a pesar de sentirse un hombre afortunado y orgulloso de que alguien como Jimin lo quisiera. Pero tenía que ultimar los detalles de su viaje, así como evitar darle primicias a los diarios.

Trató salir de debajo del cuerpo de Jimin lo más suavemente posible, en un intento de no despertarlo. La forma en que el escritor se acurrucó, desparramando sus cabellos grises por los almohadones y arrugando su nariz en medio de los sueños, fue lo más hermoso que Jeon pensó que podría ver al despertar, deseando poder hacerlo de la misma manera todos los días. Fue a paso ligero hacia donde supuso que estaba la habitación, usó el baño y, antes de salir, tomó una sábana de la cama, con la que cubrió el cuerpo de su novio. Le dio un tierno y sutil beso en los labios y salió del departamento, dejando una nota de despedida sobre la mesita de café.

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En las afueras del edificio de Jimin, Jaewo miraba hacia la entrada desde la oscuridad de un callejón, al cruzar la calle. Lo había seguido el día anterior y había determinado esta como su dirección. Obviamente, había un portero, y no queriendo levantar sospechas, se cohibió de ir a preguntar por el señor Park, inventando cualquier mentira. Jimin debía estar paranoico en exceso, por obvias razones, y él no podía perder su oportunidad, tenía las horas contadas. Su precario tiempo y su huida furtiva, lo tenían desde las cinco y treinta de la madrugada esperando a que el escritor saliera, para interceptarlo. No podía estar demasiado tiempo en un mismo lugar, si esas personas lo encontraban, no podría llevar a cabo su plan para extorsionar por ese dinero, y así pagar su deuda.

Over lies ❀ 𝐣𝐤𝐦 ~ 𝔽𝕚𝕟𝕒𝕝𝕚𝕫𝕒𝕕𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora