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━━San, ven, ¡quiero que conozcas a alguien!━━El grito del señor Choi llamo la atención del pequeño, quien se encontraba en el jardín de la casa, jugando con sus bloques y sus peluches.
El pequeño de siete años se levantó del pasto, y tomo su peluche favorito, shiber. Camino con pasos algo apresurados hacia donde se encontraba su padre, a él le encantaba conocer gente nueva, y las personas que su padre le presentaba siempre eran amables.
Al llegar a la sala de estar se encontró con Soojin, la prometida de su padre, y al lado de ella se encontraba un niño. Era una o dos cabezas mas alto que él, su flequillo negro cubría sus ojos, su mandíbula estaba apretada como si algo le molestara y sus puños también estaban apretados. San pensó que quizá había tenido un mal día y decidió ser amigable con él.
━━¡Hola! ¡Mi nombre es San!━━Sonrió, logrando que sus ojos se achicaran y que pequeños hoyuelos aparecieran en sus mejillas.
Seonghwa lo observó de arriba abajo con una de sus cejas alzadas, lo que llamo su atención fue la inocente mirada en los ojos del menor. Aquellos orbes brillaban de manera intensa, y no pudo evitar pensar en que esos ojos celestes eran los más hermosos que había visto alguna vez. Al darse cuenta de sus pensamientos, sacudió la cabeza y soltó un gruñido.
━━¡Seonghwa, se amable con San!━━Mascullo su madre, indignada por el gruñido que había soltado.
El pelinegro rodó los ojos y sonrió sin ganas. San levantó su manito izquierda y la movió de lado a lado en forma de saludo. Emocionado, camino hacia el mayor y lo tomo de la mano con confianza, para luego comenzar a tirar de él hacia el jardín donde anteriormente se encontraba jugando.
━━¿Crees que se llevarán bien?━━Pregunto Minho, preocupado.
━━Si, Seonghwa es algo difícil pero San es un amor, no creo que pueda resistirse a su ternura.━━Sonrió Soojin, tranquilizandolo.
San soltó la mano de Seonghwa cuando ambos llegaron al jardín. Se sentó en el césped donde estaban los bloques y sus peluches. Park se sentó frente a él, sin ánimos, observó como el menor le extendía el peluche qué antes estaba en sus brazos.
━━¡Vamos, hyung, necesitas un peluche para jugar!
Seonghwa bufo y tomo el peluche con rudeza, prácticamente arrancándolo de las manos de San. El menor solo hizo un puchero al ver cómo el chico había tratado a su peluche favorito.
Dejando aquello de lado, San comenzó a jugar con sus peluches, haciendo sus voces y moviendolos, fingiendo que tenían vida propia. El pelinegro de nueve años lo observaba aburrido.
Él ya era grande para jugar con peluches y sinceramente no le gustaba.
Tomo uno de los brazos del muñeco y comenzó a estirarlo, preguntandose cuánto tardaría en romperse. Sonrió de lado cuando vio como el brazo se separaba ligeramente del cuerpo y lo estiró aún más, hasta que solo una pequeña parte quedó unida al cuerpo.
