✞︎𝒆𝒔𝒆 𝒍𝒂𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒊́𝒂 𝒅𝒆 𝒕𝒊, 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆𝒏̃𝒐✞︎ʰᵃⁱᵏʸᵘ

ˡᵃ ˢⁱᵗᵘᵃᶜⁱᵒ́ⁿ ᵉˣᵗʳᵃⁿ́ᵃ

Un día tan prontamente extraño en el que hinata shouyou se encontraba en aquel gimnasio dónde práctica sus grandes remates con ayuda de aquel chico de cabellos negros y ojos azules que al darle colocaciones tan precisas, su deseo sexual hacia el azabache, crecía.

En karasuno,el equipo, no sabía de detalle oculto que sostenía el de cabellos naranjas,  cada uno tenía su visión con respecto al armador de primer año, que van desde su admiración por tanta concentración y confianza en sus pases, hasta el lindo gesto del pensado haciendo un puchero o en estado nervioso.

Muchos pensaban cosas totalmente diferentes, pero sano. Hasta ese día,en el que hinata miraba mucho a kageyama -lo cual ponía muy nervioso al azabache de aquella mirada tan extraña que le mandaba su mejor amigo- que todos en el gimnasio se preguntaban si había pasado algo malo entre ellos o era otra de sus berrinches peleas por competencia, pero no.

Kageyama se acercó al pelinaranja con un balón en las manos,la cual la sostenía con la mirada en ella,teniendo la concentración y la ansiedad de querer jugar en ese Momento, a lo que el pelinaranja simplemente tenía una guerra interna entre tirarse encima de el azabache o evitarlo para no sufrir consecuencias de estupideces o jugar y olvidarlo por un rato.

Mal error, shouyou...

-hinata..- el nombrado elevó un poco la vista,no es como sí el dueño de sus pensamientos carnales y para nada sanos fuera tan alto, con ese pensamiento se maldijo por pensarlo en ese momento.- hay que entrenar,te daré pases,mueve el culo y apresúrate.-tobio era tan agresivo a veces, pero tan tierno en ocasiones...que le daban a shouyou esas inmensas ganas de...

"Quisiera follarlo ahora..."

-¡Idiota, MUEVETE!

-¡Ya voy,lo siento!

Efectivamente hinata estaba demasiado metido en sus pensamientos y eso lo notó kageyama,que por algo era su mejor amigo y compartían neuronas. No tenía la más mínima idea de qué era lo que pensaba el naranjito, pero tenía que sacarle algo, o dejaba de llamarse Kageyama Tobio.

Sus ojos estaban en el cuerpo de Kageyama, su mente en las mil y un posiciones que quería tenerlo, su cuerpo se encontraba estático frente a la red -por un par de metros- y sus manos sudaban por tal pensamiento impuro ante su armador de mismo año que se preparaba para lanzar el balón y colocar para aquel enano que se encontraba ya haciéndole inmensos movimientos, en diferentes lugares, imaginándose muchas caras, muchos sonidos y muchos agarres de sus manos en el cuerpo del aza-

Claro que el naranjito no se dió cuenta que el balón propiedad de las manos de tobio llegó a su cara por estar distraído.

-¡Ah!..

-¡¿Qué carajos te pasa?! ¡¿Por qué estás tan idiota hoy?!

Tobio había llegado a su límite, aunque no tiene mucho, pero lo golpeó con el balón al mandar una primera mirada a su amigo y se le pasó por la mente que seguramente se estaba preparando para rematar, a lo cual confió y lanzó el balón pero cayó e el mismo lado y unos centímetros más lejos de su cuerpo,causa de que al verlo y confirmar que seguía estático, le dió adrede un saque en su cara. Llegando a los minutos presentes, Tobio se encontraba cerca del cuerpo del pelinaranja que se ubicaba sentado sobando su nariz.

-Eso dolió mucho...¡¿por qué me golpeaste?!

El error de hinata fue alzar su mirada y en lugar de ver el rostro del contrario,sus ojos viajaron a los muslos del azabache que se encontraba muy cerca de él, a lo que sus intentos de tocar esas piernas que de lejos parecen suaves y tentadoras, lo atacó.

-K-Kageyama...

-¿Ya reaccionaste o te doy otro golpe?

-¿Hinata estás bien? -turno del equipo de meterse en aquella situación

-Kageyama por qué hiciste eso,pudiste hacerle sangrar -sugawara como siempre, preocupándose por los demás.

-El Rey no cambia~

-cierra la boca, estúpido poste

-¿Y si no quiero, su majestad?~

Un gruñido de parte del azabache, una sonrisa sarcástica del rubio, los demás miembros parando una futura pelea y el naranjito matando las ganas de agarrar las piernas del oji-azul.

-porfavor, no empiecen

-fue él que me saca de quicio, Daichi-san.

-el Rey se esconde detrás de sus súbditos,que divertido de ver~

-¡Ya cálla-ah!...

Silencio total...
Desconcierto por parte de todos los miembros.
Incluyendo al azabache.

El azabache se sonrojó ligeramente viendo directamente al rubio quién abandonó la sonrisa y obtuvo sorpresa a cambio.
El azabache de ojos azules bajó su mirada hacia el suelo, a su lado dónde se encontraba el naranjito exactamente, presenciando con sus propios ojos el cómo el de ojos marrones tenía su mano casi metida dentro de sus short de su muslo derecho.

Simplemente se desencadenó una pelea que dió como resultado, un tiempo corto de descanso.

Descanso que un oji-café de cabellos anaranjados no dudó en aprovechar para atacar a un lindo cuervo de ojos azules.

꧁𝕙𝕠𝕝𝕒 𝕦𝕟 𝕘𝕦𝕤𝕥𝕠.꧂

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