✞︎ఌ︎ᵃᶜᵗⁱᵛᵉ ᵃⁿᵈ ᵖˡᵉᵃˢᵘʳᵃᵇˡᵉ ˢᵉˣᵘᵃˡ ˢⁱᵈᵉఌ︎✞︎

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Los sonidos en el lugar se escuchaban fuertes, tanto que los demás miembros estaban en entrenamiento que ninguno pasaría por ahí y presenciara lo que dos armadores le estaban haciendo a un pequeño hecho un desastre debajo suyo.
Era una maravilla y ¡bendito sea Dios quien mandó al mundo a tal belleza de hombre encantador que se veía hasta sexy en sus carnales momentos! Porque se veía demasiado sumiso con esas mejillas que parecía que iban a colorearse más rojo de lo rojo que estaban, sus manos a sus labios amortiguando cada gemido que salía de su garganta, su cuerpo presentaba leves espasmos por el reciente orgasmo que le habían causado aquellos dos sempais que admiraban esa interesante cara de éxtasis que aún tenía su kōhai, pidiendo con esos ojitos ser tomado y provocar más gemidos, jadeos y gritos de su garganta.
Tobio sólo estaba mirando con sus ojos entrecerrados y sus palmas en sus labios a los dos mayores que apreciaban tanta belleza en un sólo cuerpo.

No le preguntes qué es lo que piensa, porque no va a saber qué decirte, ya que su mente estaba revuelta, nublada, en blanco, con un calor aumentando en su cuerpo a medida que esos depredadores ojos que le mandaban los mayores, le hacía estremecerse con exquisitez.
era extraño, el que quisiera tener más de aquellas manos que le sacaban suspiros temblorosos, jadeos agudos y un movimiento de sus caderas que no quiere avergonzarse si se para a pensar.

-¿Estás bien, pequeño?~

Akaashi acariciaba suavemente los cabellos que se encontraban pegados en la frente del menor, algo que lo hacía perder un poco de cordura en su sistema.
El pequeño se tardaba en hablar debido a sus labios que se posaban presionados entre sí, aparte de sus manos presionando los dichosos labios.
Kenma estaba a la derecha del cuerpo del azabache acariciando con calma y cuidado la cintura de éste, parando un poco los temblores que aún no cesaban.

Los dos mayores estaban ansiosos y algo presionados, la razón era obvia: querían poseer a su pequeño cuervo con todas las ganas del mundo, pero no sabían si sería correcto....

MENTIRA, NO TE LA CREAS, JAAJAJAJAJAJA.

Ellos lo que querían era poseer al cuervo menor, sì.
Pero no sabían si tendrían mucho tiempo para seguir tomando al menor sin ser interrumpidos, detenidos, regañados, y alguna otra cosa que no sea ser lanzados a las bocas de los lobos, ser apedreados, ser reclamados, ser gritados, ser castigados y etc, pero de que no salen vivos de ahí sin ser estresados por las voces que querían saber por qué lo hicieron o algo así por el estilo, era poco decir que no salían vivos...

La idea en los dos mayores era clara para poder irse de ahí disfrutando en toda pantalla casi completa a su pequeño sin tener que llegar al segundo paso aún, pero dándole un poco más de experiencia en su vida sexual -que experimentaba en ese momento, ya que es virgen y nunca ha tenido este tipo de encuentros- y que se sepa defender cuando venga el segundo paso, con esa segunda oportunidad cuando se dé. Y ellos esperaban que fuera pronto.

-Shimizu-san..

-¿Hitoka, pasa algo?

-uh, no, no pasa nada pero...

-¿Pero...?

"Kageyama no aparece y ya pasó como más de treinta minutos..."

La vista preocupada de Yachi le dió a entender que tenían que buscar a Kageyama.

✞︎𝒆𝒔𝒆 𝒍𝒂𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒊́𝒂 𝒅𝒆 𝒕𝒊, 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆𝒏̃𝒐✞︎ʰᵃⁱᵏʸᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora