ENTRE DOS MUNDOS

Sin reglas

En seguida llegamos al gran salón y en cuestión de tiempo todos se me pierden de vista. Hay muchísima gente y todos vienen muy elegantes y radiantes. Vuelvo a sentirme de nuevo bastante sola. No sé exactamente el tiempo que llevo aquí ni como lo calculan en el cielo, pero sino me equivoco, en la tierra, ayer fue nochebuena.
Yo debería encontrarme paseando por la hermosa ciudad de Nueva York bajo las luces navideñas de la ciudad. Debería haber cenado en un increíble restaurante bastante elegante donde reservé. Tal vez podría haber conocido a alguien allí. Para mamá la ciudad del amor no era París, sino NY. Siempre le pareció mucho más romántico y todavía más en navidad. Tal vez por eso yo tuve el pensamiento de encontrar a alguien allí,pasear por sus calles, tener una cita en una pista de hielo,habernos besado bajo un muérdago...
Supongo que todo eso se va a quedar en mi mente como un "Que hubiese pasado".
¿Qué hubiese pasado sino hubiese ido a la fiesta de Meg? Que probablemente estaría teniendo unas increíbles vacaciones navideñas en la ciudad más adorada de mamá. Pero también, sino hubiese ido, Meg estaría muerta.

Ahora solo me toca aceptar este destino que la vida me ha dado. No debo aferrarme del todo a esos recuerdos aunque si me gusta pensar en ellos de vez en cuando. Esta es mi nueva vida, y todavía tengo que aprender mucho de aquí, aunque primeramente debería intentar encajar con toda esta gente que pasa por mi lado como si yo fuese invisible.

Algunos siguen murmurando sobre la misión que el Serafín nos ha encargado. Supongo que aún tendrá que contarnos más cosas pero doy por hecho que no podré acercarme a nadie conocido. Tampoco estoy seguro de a qué ciudad o incluso país no vaya a mandar.

-¿Va todo bien? - dice una voz detrás de mí. Cuando me giro veo a Ivor sujetando dos vasos y me ofrece uno de ellos. -Siento haberte dejado sola, he ido por algo de bebida. Pensaba que necesitarías beber algo para rebajar las palabras del Serafín Shamsiel- yo cojo el vaso y le dedico una sonrisa.
-Justo estaba pensado en ello, se me está haciendo muy raro todo esto Ivor- el bebe de su copa y me ofrece su mano.
-Vamos a dar un paseo para que te despejes un poco-

Damos un largo paseo mientras Ivor no para de hacerme preguntas. Le cuento sobre mi infancia,lo que le pasó a mis padres y lo que iba a hacer antes de que me pasara aquello.
-Así que NY...- dice el mientras se apoya en la barandilla. Hemos subido hasta uno de los pisos más altos de la escuela. El ruido de la fiesta queda lejos aunque todavía se puede escuchar. Estamos en una amplia terraza en la que se puede ver todos los jardines y un hermoso lago.
-Estuve una vez allí, como ángel guardián de una chica. Solo que en ese caso la chica era una neutral. Shamsiel hizo lo mismo que ahora solo que aquella vez no salió bien. Aquella chica junto a otros dos neutrales se revelaron e hicieron un completo caos. Fue hace muchísimos años, por eso creo que el Serafín quiere dar a los nuevos neutrales una oportunidad- añade Ivor.
Yo me apoyo con ambas manos en la barandilla mientras lo miro.
- ¿Qué hicieron esos neutrales?- pregunto con curiosidad. El me mira y continúa hablando.
-Sembraron el caos de tal manera que llegaron a matar a muchos humanos. En el momento en que un ángel o demonio hace daño a un humano de la manera que sea, está sentenciado a muerte. Ellos querían recuperar su vida, tal cual la habían dejado. Pero no existe ninguna manera de hacer eso posible. Nosotros, los protectores no podemos intervenir en la decisiones de los humanos. Solo debemos intentar llevarlo por el buen camino en el caso de los ángeles-

- ¿Y Lucifer y los demás demonios tienen que llevar a la gente por el mal camino? -pregunto bastante nerviosa y el asiénte con la cabeza.
-Como dice mi padre no existe el bien sin el mal. Ambos están conectados para llevar el equilibrio perfecto en la tierra-

Nos quedamos unos minutos en silencio mirando el paisaje hasta que escuchamos unos susurros en la sala de al lado. A ambos nos entra la curiosidad por lo que vamos a ver de qué se trata. Cuando abrimos la puerta de la sala no me sorprende lo que estoy viendo.
Lucifer está medio desnudo apoyado en la pared mientras que tiene una chica arrodillada ante el completamente desnuda.
Que asco...
El en seguida nos ve pero parece importarle una mierda cuando echa de nuevo la cabeza hacia atrás y sigue disfrutando de la mamada que esa tipa le está haciendo. Yo me aparto de allí en seguida e Ivor me sigue. El, al ver mi cara de asco se echa a reír.
-¿Podrá hacer eso cuando estemos en la tierra?- pregunto sin poder disimular mi cara de asco.
-Por desgracia si, ya que eso no les hace ningún daño, sino que es solamente placer-

Antes de poder girarnos y volver de nuevo a la fiesta se abre la puerta de la sala y la chica de antes corre escaleras abajo. Lucifer sale de allí abrochándose los pantalones. De nuevo mi cara de desaprobación aumenta.
-No estés celosa pequeña, también tengo mucho para ti. Soy irresistible de todas las maneras que ni te imaginas- el se acerca a mí y coge mi barbilla con su mano. Quiero empujarlo pero no puedo moverme. ¿Qué está pasando?

En ese momento Ivor de un solo movimiento lo aparta de mí.
- Ni se te ocurra intentar hacer eso con ella- ambos vuelven a encararse.
- ¿Y quién dice que ella no quiere hacerlo conmigo?- dice Lucifer.
- Si en algún momento ella desea hacer algo contigo será por su propia voluntad, pero aleja tus trucos baratos y asquerosos de ella. No volveré a repetírtelo de buena manera- Lucifer, como siempre, no puede evitar esbozar una amplia sonrisa.
-Estoy deseando convivir con vosotros durante un año entero, va a ser la mar de divertido- dice mientras se pierde escaleras a bajo.

Ivor y yo nos miramos de nuevo. Volvemos a la fiesta sin decir nada durante el camino. El resto de la noche lo pasamos bastante bien. Ivor no se ha separado de mí por lo que me ha gustado bastante ya que no me he sentido sola en ningún momento. Siento que ya es bastante tarde cuando Ivor me acompaña hasta mi habitación. El es bastante más alto que yo por lo que mi frente le llega a su barbilla. Hace un rápido gesto para mirar a ambos lados del pasillo y deposita un suave beso en mi frente.

-Ten todo preparado para mañana, nos iremos temprano- yo asiento con una sonrisa mientras cierro la puerta.
Lilith todavía no ha vuelto. Esta chica está desatada. Comienzo a quitarme el vestido para ponerme cómoda antes de ir a dormir hasta que siento unos ojos sobre mí. Recorro la habitación con la vista pero no veo a nadie.
En estos momentos me siento desnuda y vulnerable. De pronto siento unas manos alrededor de mi cintura. Me giro de manera brusca y veo los radiantes ojos rojos de Lucifer clavados en mí. Busco rápidamente algo con lo que cubrirme pero no encuentro nada así que me tapo un poco como puedo con ambas manos.

-Lucifer lárgate de aquí- digo molesta sin quitarle la vista de encima. El se relame los labios y mordisquea estos de manera provocativa. Este hombre no se que le pasa. Me cabrea bastante pero a la vez me excita de una manera que no es normal.
El se va acercando a mi poco a poco hasta que me hace chocar contra la pared. Acerca sus labios a los míos y susurra.
-¿Estás segura de que quieres que me vaya? Puedo quedarme y jugar un poco. Su mano acaricia con suavidad mi muslo mientras poco a poco se va acercando a mi entrepierna.

-Lucifer, no te atrevas a tocarme. Quítame tu maldito hechizo- el de nuevo esboza una amplia sonrisa.
-Cariño, esta vez no he usado nada. No me apartas porque no quieres, y sino quieres que me aparte...- hace una breve pausa. Toma una de mis manos para ponerla sobre su entrepierna que cada vez crece más. Se acerco a mi oído y con una excitante voz susurra.

-Entonces vamos a jugar-