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Jimin estaba cubierto por las sabanas de su cama, con el teléfono pegado al oído y llamando constantemente a su mejor amigo Jungkook. Sabía que era tarde, pero su amistad tenía un lema: Juntos en las buenas y en las malas.

Y Jimin tenía claro que si ese día él no dormía, Jeon Jungkook iba a correr la misma suerte. Aunque... Un poquito de resentimiento por llamarlo enano sí que había.

A la séptima llamada (después de descubrir que estaba tuiteando en vez de contestarle), Jungkook contestó el teléfono.

-¿Jimin?-Dijo Jungkook con voz ronca de recién despertado.-¿Qué pasa? Son las dos de la mañana.

Eso suena demasiado caliente... ¡No, Jimin! Mente sana como manzana

¿He comentado que Jimin sabe que Jungkook tiene un crush por él gracias a varios comentarios nada sutiles de la madre de este y que no puede evitar tener estos pensamientos?

Sí, todos amamos a la señora Jeon.

-Kookie...

Y en ese momento, en el que Jimin respondió medio llorando y asustado, Jungkook supo que tendría que haberle plantado cara a su madre.

-¿Qué pasa, Jimin?-Dijo Jungkook más alerta que antes.

-Creo... Creo que me han entrado en casa. Estoy escuchando pasos y he escuchado la puerta. Tengo miedo...

Jungkook tenía ganas de reírse porque sabía que el chico tenía una alarma, la cual se había encargado de activar al salir de su casa; y que no era más que la imaginación de su mejor amigo haciéndole una mala pasada.

Y, como no podía ser de otra forma, lo hizo. Y a carcajadas.

 Y a carcajadas

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-¡JEON JUNGKOOK, ERES UN HIJO DE PUTAAA!

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-¡JEON JUNGKOOK, ERES UN HIJO DE PUTAAA!

-Jimin, te recuerdo que tienes una alarma...

-Puede no funcionar, puede que esté rota. Y esta todo oscuro, Jungkook, tengo mucho miedo. Lo estoy pasando mal y tú riéndote a salvo en la otra punta del país, te odio.

-Mataré a mi madre por llevarme a Busan... Está bien, Jimin, ya dejo de reírme. Bueno, ¿hay alguien cerca de tu casa? ¿Algún amigo o familiar?

-Tú eras el único. Mamá y papá están en Busan y mi compañero de piso está en Daegu.

-De acuerdo... Bueno, yo estoy aquí al teléfono, ¿vale? No te cuelgo.

-Ni te rías.

-Ni me río...-Dijo Jungkook, aunque Jimin sabía que se reía internamente.-Oye, ¿por qué no vas y echas un vistazo?

-¿¡Tú estás loco!? ¿Cómo voy a salir a ver si hay un ladrón? ¿Y si lo hay? ¿Y si me secuestran? Soy muy joven para morir y aún no te he di...

-Tranquilo, Jimin, tranquilo... ¿Y si no hay nadie?-Dijo Jungkook.-¿Vas a estar horas sufriendo y pensando que hay alguien en tu casa siendo que no es así? Yo no cuelgo, te acompañaré ¿sí? Y si no hay nadie, estarás más tranquilo.

-Si no hay nadie, activaré la alarma.

-Lo he hecho antes de salir de tu casa, así que está puesta.

-Vale... Allí voy.

Y así fue como Jimin echó un vistazo a todas las habitaciones del apartamento con un bate de beisbol en una mano y el teléfono en la otra mano.

-¿Y bien?-Dijo Jungkook después de tres minutos de pura agonía en el que se oían únicamente los ronquidos de su prima en la cama de al lado.

-Creo que no hay nadie... Y si lo hay se ha escondido muy bien. Voy a cerrar todas las puertas y ventanas solo por si acaso.

-¿Ves como no había nadie, Jiminie?-Dijo Jungkook muchísimo más aliviado que antes.

-Bueno... Ya sabes que tengo miedo a la oscuridad y mi calle no es la más pacífica del mundo.

-Cierto, más de una vez he pensado que algún día matarían a alguien ahí.

-No estás ayudando a que se me vaya el miedo, Jeon Jungkook.

-Perdón. ¿Quieres que hablemos hasta que te duermas? Sé que no es lo mismo que en persona, pero por lo menos no estás solo comiéndote la cabeza toda la noche.

-De acuerdo...-Dijo Jimin mientras se tumbaba en la cama.

No sin antes coger el conejo rosa gigante que Jungkook le consiguió en una sala de juegos en las fiestas nacionales. El cual, llevaba una camiseta del mismo que Jimin se encargaba de rociar con el perfume de Jungkook.

Y solo era Jungkook el que tenía un crush...

-Ya estoy tumbado, abrazado a Cooky.-Dijo poniendo el teléfono en manos libres para poder abrazar al peluche.-Él me protegerá.

-Claro que sí, pequeño mochi. Si te sirve para que estés tranquilo, Cooky hará un buen trabajo como guardaespaldas.

-Lleva la camiseta que te compré a los 16 años. ¿Por qué esta camiseta y no otra? ¿No te gustaba y decidiste devolvérmela?

-Uno, todo lo que me des me gusta y lo acepto. Soy sincero y considerado. Segundo, se me quedó pequeña al año siguiente, por lo que la guardé en mi armario en lugar de tirarla. Y cuando te gané a Cooky, supe qué hacer con ella. Tercero, no puedes negar que a Cooky le queda bien.

-Tienes razón, es como si fuera parte de Cooky. Y definitivamente tengo buen ojo contigo.

-¿Por qué dices eso, Minnie?

-Porque la camiseta grita "Jeon Jungkook" por todos los lados posibles.

-Eso es verdad. Adoraba esa camiseta, sé que contigo está a salvo.

-Sí...-Dijo mientras abrazaba al peluche.-Estoy abrazando al peluche así que considera que este abrazo es para ti, aunque te odie.

-No me odias.

-Te has reído de mí cuando te he llamado. ¡Eres un mal amigo!

-No es mi culpa que me haya hecho gracia que te olvidaras de una alarma puesta en tu apartamento como el paranoico que eres.

-Primero, soy paranoico por mi miedo a la oscuridad. Y segundo, paranoico y con miedo a la oscuridad así te gusto.

-Eso es... Espera, ¿¡QUÉ?!

Y Jimin colgó en cuanto se dio cuenta de lo que acababa de decir.

Falsa alarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora