Tutor por Compromiso

Ultimátum

Nada que decir...

Capítulo 17.

Nos encontramos en un pequeño parque, por así decir, que estaba nevado y con una considerable cantidad de personas, nuestro querido protagonista rubio se encontraba enfrente de un pequeño muro, que no era eso pero él no recordaba el nombre, que está repleto de papelitos que estaban sujetos a unas ramas con una cinta roja.

-¡Gracias Oji-chan!-, exclamó una alegre Raiha viendo como su abuelo le cálidamente a la vez que se alejaba del lugar, -¡No es nada Raiha-chan!, ¡solo no te gastes el dinero a lo loco ¿si?!-, fue casi lo último que dijo el señor mayor mientras se acercaba hasta el borde de la casa.

-¡Oh!, ¡no olvides de darle su regalo a tu hermano!-, dijo esta vez sí siendo lo último que dijo el hombre mayor, hasta desaparecer por la esquina del edificio, a lo que Raiha exclamo, -¡Claro que no lo olvidare!-, sin siquiera ver a su abuelo, pero sabía que él lo escucharía.

-Entonces Raiha-chan, hagamos esto y luego vamos al parque para que juegues un rato-, decia Naruto con una agradable sonrisa, mientras se acercaba a la pequeña niña que se giró hacia el con una feliz sonrisa.

Así que, acercándose hasta el mural de hojas de papel, el chico comenzó a buscar la hoja indicada para escoger, cosa que había sido repetida por Raiha, la cual tenía una mirada muy seria en su infantil rostro.

A lo que Naruto sonrió ligeramente viendo a la hermana de su amigo, el cual le había pedido que si podía sacar a pasear a la pequeña niña a su lado, ya que había surgido un imprevisto en el trabajo, provocando que el gerente llame a Fuutaro, aunque Naruto le había dicho que el podía ocupar su lugar y que el vaya con Raiha, pero el pelinegro se había negado, ya que cuando le había avisado lo de Raiha el pelinegro ya estaba cerca de la pastelería, provocando que Naruto no tenga mas opción que el mismo sacar a pasear a Raiha.

La cual finalmente había encontrado la carta que más le gustaba, así que tomándola con una gran sonrisa comenzó a desenvolver el hilo rojo, provocando que Naruto se apure en su elección y elija alguno al azar y hizo lo mismo que la pelinegra.

La cual cuando abrió la carta y leyó su contenido no pudo evitar sonreír alegremente, -¡"Mucha suerte", ¡que bien!-, exclamo alegremente la niña viendo lo que le había tocado, pero al poco tiempo giro su cabeza para ver a Naruto.

-¿Qué te salió a ti?-, pregunto entusiasmadamente Raiha viendo al chico, el cual sonrió ligeramente viéndola antes de girar su cabeza para ver lo que le había tocado, -No creo que sea tan increíble como lo qué te ha tocado-, dijo el chico antes de comenzar a leer.

Provocando que ría un poco, "Mala suerte"-, decia burlonamente hacia sí mismo el chico, a la vez que giraba su nota hacia Raiha para que vea que no mentía, - ¿Ves?, te lo dije, no soy tan increíble como tu Raiha-chan-, continúo hablando Naruto, a la vez que manteniendo su pequeña sonrisa, apoyo su mano sobre la cabeza de la niña para comenzar a acariciar su pelo.

Y justo cuando Raiha estaba por hacer un comentario al respecto, ambos comenzaron a escuchar como varios pasos comenzaban a acercarse hacia el lugar, provocando que los dos se giren para ver la procedencia de los pasos, siendo así que vieron como unas chicas aparecían por un lado del edificio.

(INSERTAR IMAGEN).

-¡Pero si son Namikaze-san y Raiha-chan!-, exclamo alegremente Yotsuba con una sonrisa, mientras vestía un kimono bastante elegante, -¿Ustedes que hacen aquí?-, pregunto Nino mientras fruncía ligeramente el ceño manteniendo su tono de voz que parecía que estaba regañando en todo momento.

-Este es un lugar público...Nino-, respondió el chico viendo fijamente a la mencionada anteriormente, teniendo un tono de voz el cual hacia parecer que lo que decia era obvio, cosa que si era.