Algo que nunca hace Trece Colonias es mostrar su álbum de retratos y escritos de anécdotas pasadas con otros individuos. Pero como sus invitados no son cualquier individuo, se toma su tiempo para contar parte de su historia, o la que su padre le ha contado con supuestas evidencias.
Ahora mismo se encuentra en una de las salas para poder conversar, dialogar mejor, en la primera planta y cerca de un comedor.
—Y así fue como nací.
—Que increíble.— alega un cautivado Nueva España ante las anécdotas e historia de Trece Colonias, asombrado por escucharla. Sin duda, es muy diferente a la suya propia.
—Muy pacífico. — comenta el Imperio incrédulo, casi escéptico. Quizás escucharlo contar su historia de origen no le convenció.—Trece Colonias, ¿Dónde tienes la biblioteca?— pregunta con más interés.
—En esté piso, todo recto y la última... puerta a la dericha.— responde recordando como traducir las palabras al español, aunque de todas maneras dió indicaciones con gestos de señalamientos con sus propias manos. Un poco sorprendido que el mayor quisiera visitar su biblioteca.
—¿Qué harás papá? Aparte de leer libros.— cuestiona el hijo curioso.
—Necesito escribir una carta y mandarla al Emperador.— le contesta encogido de hombros, no suena muy urgente.— Es un asunto de trabajo hijo. Me gustaría llevarte conmigo, pero creo que tienes mucho que...— hace una breve pausa, mirando de reojo al rubio. Todavía tiene sus dudas, pero mientras esté ahí, cerca, le dará la libertad a su Nueva España de estar a solas con él.— Que conocer de tu nuevo amigo.
—¿Entonces si podemos ser amigos?— dice una perpleja pero entusiasmada colonia al oírlo.
La aceptación del Imperio Español es demasiado importante. Y aunque se hubiese negado, probablemente Nueva España no le hubiera hecho caso. Sin embargo, que lo acepte hace las cosas más fáciles para el convivo de ambas colonias vecinas.
—Hasta que cambié de opinión... Si, si pueden ser lo. — suspira sin más. Le parece raro ver a su hijo tan emocionado por alguien extranjero. Ni siquiera con el hijo del Imperio de Portugal se emocionó tanto.
—Le enviaré una sirvienta por si se le ofrece algo más. — agrega el rubio.
—Gracias. — responde el mayor para pasar a retirarse, recordando las indicaciones del pequeño anfitrión para ir a la biblioteca.
Luego de algunos pocos minutos de que se fue y asegurarse que no esté ya cerca, Trece Colonias tomó asiento en el mismo sofá que Nueva España donde antes estaba sentado el Imperio Español, para poder así hablar con más cercanía y tomarse la libertad de estar un poco pegados.
—Well, what do you want to do? Explore outside? Sailing on boats? Riding a horse? Planning invasion attacks on small communities?(Y bien, ¿Qué quieres hacer? ¿Explorar afuera? ¿Navegar en barcos?¿Montar a caballo? ¿Planear ataques de invasión hacia comunidades pequeñas?)— menciona las actividades que se le han ocurrido para pasarla con su nuevo amigo, emocionado se un poco más con las últimas dos.
—¿Qué?— el gesto de confusión y perturbación en la colonia Española es signo de advertencia en Trece Colonias que lo último no sonó para nada bien.
Al principio le extraño un poco, pero al meditar sus propias palabras prefirió retractarse.
—It's just a game, nothing really (Solo es un juego, nada enserio).
—Navegar en barcos no gracias, aún me marean un poco. — le comenta el castaño, teniendo malos recuerdos de las veces en que ha navegado en estos grandes barcos y apenas ha salido con vida, pero con muchos mareos y náuseas.— Explorar suena tentador, pero lo de ataques de invasión no es lo mío. — añade con una pequeña mueca de disgusto en su rostro.
![](https://img.wattpad.com/cover/286274331-288-k648725.jpg)
ESTÁS LEYENDO
"Solemne" •Trece Colonias x Nueva España (UsaMex)
Fanfic•Los dibujos/Imágenes de la portada no son míos. Créditos a:@_PearGreen_ (Twitter) y @metztli_mx(Twitter) ♥Reseña: «Hogar es el que compartían ambos. Las cicatrices de su amor permanecen a través de los años, siguen presentes pues son parte de la hi...