Capítulo 33: Anaconda

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Cuando salimos del baño veo que la mesa del desayuno está preparada junto a la cheslón. Me lleva de la mano hasta ella y se sienta, cogiéndome de la cintura y tirando de mí hasta sentarme en su regazo.

- ¿Qué te apetece desayunar? – pregunta mirando lo que hay sobre la gran bandeja.

- Un vaso de zumo estará bien – le digo mientras intento levantarme de sus piernas.

- ¿Solo? – me pregunta sonriendo mientras me sujeta para que no me levante.

- No tengo mucha hambre – le digo resoplando resignada.

- Tienes que comer para recuperar energías ya me encargaré yo de quitártelas esta noche – me dice juguetón dándome un suave beso en el cuello, haciéndome estremecer.

- ¡Veamos! Un vaso de zumo y una tostada con miel – me acerca ambas cosas mientras las miro pensativa.

De pronto se abre la puerta sobresaltándome y aparece Thor a paso acelerado. Se para en seco al vernos y automáticamente me intento levantar, cosa que Loki me prohíbe de nuevo agarrándome por la cintura. Vislumbro un pequeño rubor en las mejillas del rubio al igual que en las mías.

- ¡Oh! ¡Vaya! Creí que ya estabais vestidos – intenta disculparse el dios.

- Y ¿Por qué deberíamos estarlo? Que yo sepa estamos recién casados y hoy no deberíamos ser molestados – protesta Loki mientras bebe de su vaso.

- Tienes razón, pero Padre quiere hablar con nosotros sobre el papel que tenemos en el Tratado antes de que lo lleve a Midgard mañana – le explica Thor mirándome serio.

- ¡Por todos los dioses! ¿Es que no me vais a dejar en paz ni un solo día? – protesta el moreno apurando su zumo. - ¡Esta bien! Voy a vestirme y te acompaño – le dice a Thor frustrado. – Tú come y descansa. Vendré a buscarte en cuanto termine el asunto del Tratado – me dice dándome un pico y levantándome a peso para sentarme en la cheslón.

Una vez liberado, lo veo caminar hacia el vestidor a paso acelerado dejándome a solas con su hermano.

- ¿Qué tal la noche de bodas? – me pregunta con una sonrisa maliciosa en los labios.

- ¿Y a ti que te importa? ¡Serás cotilla! – le digo mientras bebo de mi zumo.

- Bueno después de oírte gemir y gritar durante toda la noche y parte de la mañana, me pica la curiosidad – me suelta de sopetón haciéndome atragantarme con el zumo y comenzar a toser.

- ¿Qué? – le digo casi sin respiración. - ¿Nos has oído? – le digo poniéndome en pie ruborizada.

- Yo y todo Asgard – me dice riéndose descaradamente.

- Dime que me estas tomando el pelo – le digo poniéndome la mano en la frente.

- Si te tomo el pelo – me dice y respiro aliviada. – Solo os he oído yo – me dice guiñándome un ojo.

- ¡Oh! ¡Por Dios! ¡Qué vergüenza! – digo bajito.

- Tomé la precaución de quitar a los guardias de vuestra puerta por si acaso. ¡Y menos mal que lo hice! – me dice sonriendo de oreja a oreja. – De no haberlo hecho hubieran entrado y os hubieran interrumpido en pleno acto por como gritabas parecía que Loki te estaba matando – me susurra entre risas.

- ¡Idiota! – le digo pegándole con un cojín de la cheslón en la cara, dando de lleno y cortándole la risa de golpe.

- ¡Eh! ¡No te enfades, pequeña! Te lo cuento porque al principio pensé entrar yo a salvarte – me dice sin dejar de sonreír.

A través del Multiverso 2 (Loki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora