Viernes por la tarde. La jornada escolar ha finalizado para muchos, por ende, docenas de estudiantes transitan por las calles de la gran Metrópolis de Tokio para volver a casa de forma solitaria o para compartir con sus respectivos amigos en cafeterías y parques. Izuku también está libre y listo para divertirse, sin embargo, decide posponer un poco más su encuentro con Katsuki para así enseñarle los alrededores a sus kwamis con la intención de que estos puedan ubicarse en caso de perderse debido a las agitadas actividades que el pequeño suele realizar durante las horas en las que se encuentra fuera de su hogar.
-Creo que me estoy acostumbrando a esta libertad- habla Plagg, levitando junto al rizado sin temor a las miradas ajenas. -Pero quiero volver a tu casa, estoy hambriento-
-Salimos hace menos de diez minutos, Plagg- señala Tikki, moviendo la cabeza de lado a lado en negación. -Eres un glotón-
-Terroncito, la última vez que comimos decentemente fue hace... ¿Cien años? Si debo volver a la caja por un tiempo tan largo es mejor que me alimente bien para poder resistir- indica, colocándose frente a su portador con una expresión que busca ser adorable. -Izuku, vamos a comer algo-
-En el parque hay un señor que vende corndogs con muuuucho queso, podemos compartir uno de los grandes- comenta el pecoso, utilizando sus manos para imitar el tamaño del alimento, exagerando con inocencia.
-No lo consientas demasiado, Izuku, Plagg es un aprovechador-Midoriya infla las mejillas cuando Tikki hace un movimiento que le indica que no ocupe su dinero en "cosas insignificantes", pero, pesar de que quiere obedecerle —porque no desea causar una impresión que lo catalogue como un niño maleducado— él también tiene un poquito de hambre y no le vendría mal un aperitivo para recargar energías que le servirán al momento de reunirse con su mejor amigo.
-Es una bienvenida- habla en voz baja, mirando a la kwami roja con leve nerviosismo. -Y un «gracias» por ser mi quirk-
Tikki se ve conmovida inmediatamente por las dulces palabras de su portador, tanto que finalmente acepta la proposición de este y procede a seguirlo hacia el anteriormente mencionado foodtruck de banderillas. No le gusta mucho admitirlo, pero Plagg tiene razón, la última vez que se alimentaron correctamente fue hace más de un siglo, así que es mejor hacerlo ahora que pueden moverse con libertad para hacerle frente a cualquier calamidad que se presente de forma inesperada en la sociedad superhumana que actualmente los rodea.
-Huele muy bien- comenta el hambriento felino, asomándose entre los rizos del niño. -¿Cuántos puedo comer?-
-Um...- Izuku revisa su bolsillo, obteniendo cuatro monedas plateadas que lo obligan a romper su promesa inicial. -Tengo cuatrocientos yenes- indica en voz baja, apenado. -Sólo puedo comprar uno pequeño y sobrarían cien yenes para una limonada de la máquina expendedora, perdón-El silencio del kwami de la destrucción pone nervioso al infante, quién desvía su mirada hacia el cartel que muestra los precios de los aperitivos disponibles para así buscar una rápida solución a la problemática que ahora debe enfrentar. Sólo un segundo de desconcentración es suficiente para que la criatura oscura tome las riendas de la situación y, como si el mundo entero le debiese favores por su largo ayuno, flota hacia el cliente anterior para quitarle uno de los corndogs que acaba de recibir.
-¡Plagg!- Midoriya reacciona ante el grito de Tikki e inmediatamente se abalanza hacia el imprudente kwami para arrebatarle la banderilla de sus diminutas manos, fallando en el intento ya que la criatura es más veloz que sus brazos.
-¡L-Lo siento mucho! Todavía no sé controlar mi quirk- explica, temeroso ante la posible reacción del moreno que observa la escena con gracia. -Discúlpate y devuelve lo que robaste, Plagg-
-No te preocupes, parece que tu bicho tiene mucha hambre- bromea el niño de ojos azules. -Te lo regalo-
-¿A quién le dices bicho?- replica la criatura negra, ignorando el amable gesto del extraño para señalarlo con molestia. -¿Quién crees que eres para decirme así, niño?-
-Soy Mamoru Matsuda- responde con seriedad, alzando una ceja con la intención de hacerle creer que es alguien a quien debe conocer. -Si no eres un bicho, ¿Qué eres?-
-¡Yo soy...!-
-Por favor, no pelees con él, Plagg- regaña el rizado, incómodo. -Muchas gracias, Matsuda, lo siento mucho-
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The Missing Piece 「MLB!Tododeku AU」
FanfictionUn quirk puede ser una terrible maldición o una gran virtud dependiendo del tipo de poder manifestado en edades tempranas. Muy contrario a lo esperado, Izuku obtiene una singularidad variada con mentalidad propia que se refieren a sí mismos como "kw...