Alianzas

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'TRASPIÉ'

Piso el acelerador y cojo el timón con la mano izquierda, mientras que dejo caer la derecha por la ventana manteniendo recta mi espalda. La brisa me da de lleno en la cara logrando que la adrenalina se apodere de mí.

Bianca me lleva medio auto de ventaja. No sé si preocuparme, ya que evidentemente voy perdiendo. Lo bueno de la situación es que Noah y Geovani están aprovechando el tiempo.

Tendré que arriesgarme en la curva. Mantengo la marcha y los gritos se van haciendo lejanos. Es una carrera plana al ser en pampa, pero no significa que sea fácil.

Bianca acelera más y me percato que ya viene la vuelta. Presiono a fondo quedando a la par; si no quiere un accidente tendrá que ceder y dejarme doblar primero. Porque yo no lo haré.

No queda nada y ella trata de avanzar sin lograr resultados. Voltea a darme una mirada furtiva y yo la saludo. Maldice desacelerando, aumento la velocidad y doy un freno de mano volteando el auto en cuestión de segundos.

Suelto una carcajada porque es casi segura mi victoria, no me detengo y le saco el jugo al auto rememorando los años en los que era el terror en las carreras. Veo por el espejo retrovisor como intenta alcanzarme; a pesar de su intento ya es tarde. Antes de llegar agarro mi celular llamando a la policía informando los actos ilegales que estamos cometiendo.

Todos vitorean el que haya ganado y se acercan rodeando el auto. Apago el motor y veo a Terious, al chico que le di mi chaqueta, hacerme señas y gestos de felicidad; a su lado un chico un poco más alto con mucho parecido a él me mira entre sorprendido y enojado. Supongo que debe ser el primo, el dueño del auto.

Salgo del Porche y me cargan por detrás, volteo y es el chico de los tatuajes. Confianza no se de donde le he dado; por eso, a propósito le meto un codazo en el abdomen, me suelta encogiéndose por el dolor y comienza a toser.

El rugir del carro chillón de Bianca nos hace retroceder a todos, se baja embravecida poniéndose en frente mio para luego tirarme las llaves en la cara, las cuales logro atrapar.

Levanto la mirada y el chico de los tatuajes se va contra mi, pero esquivo a tiempo su puño que da a parar a uno de los guardaespaldas de Bianca, justamente el que me invitó el cigarro.

―Yo que tú no me dejo, ah ―le digo al mastodonte que enfurece más con mi comentario y arremete contra el chico desatando una pelea.

Poco a poco más personas se unen a la maraña de golpes que yo inicie, divertida vuelvo a ver a Bianca con sorna.

―Falta tu otra parte del trato, quítate la ropa ―demando.

Sus pies la hacen quedar a centímetros de mi rostro y de un tirón se quita su minivestido dejando sin respiración a los que no se están peleando. Le arrebató el vestido de las manos y me lo pongo de bufanda sacándole la lengua de manera cachacienta.

Varias personas comienzan a imitarla quedando en baños menores y generando más morbo del que se experimentaba en el ambiente. El tumulto de gente me tira para atrás debido a la euforia que se desata y ya lejos del gentío me encuentro con el niño y su primo. Terius al reconocerme se me va encima abrazándome, mientras que su familiar mira la escena estupefacto.

―¡Wowww! ¡Eres como el Rayo Mcqueen! ¡Hiciste fummm, fiuuuu, kuchauuu! ―grita en mi oído mientras sus brazos aprietan mi torso.

No se como reaccionar por lo que le doy palmadas en su cabeza sin delicadeza alguna. Su cara está en mis senos, pero no le puedo reclamar porque está muy volado.