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Sus manos se mantenían unidas. Caminaban por los pasillos de aquella escuela sin prisa alguna. Las clases habían concluido un par de minutos atrás, el profesor de detención la había pospuesto por ese día gracias al importante partido que el equipo de básquetbol tendría esa fría tarde. Aquel peli negro estaba nervioso, había faltado a los últimos entrenamientos debido a su repentino castigo, por ello, no se sentía lo suficientemente seguro de brindar un buen juego.

—Tranquilo Min, tus manos comienzan a sudar—le espetó Kate con diversión, deshaciendo aquel agarre.

—¿Y si le digo al profesor que no me siento bien?—propuso deteniéndose abruptamente—Siento que ayudaré más estando en banca, sólo esta vez.

—Yoongi, amor—mencionó la rubia tomándole de las mejillas—Eres el mejor jugador del equipo, no puedes darte el lujo de estar en la banca.

—Pero...

—Pero nada, te va a ir increíble, ¿Sabes porqué?—cuestionó dejando un breve beso en sus labios.

—¿Por qué Zack a pesar de ser un idiota es bueno jugando?

—No tonto, porque yo estaré animándote en primera fila—dijo sonriendo, al parecer a ella le emocionaba más que a él mismo—Así que, ve a los vestidores para prepararte, yo iré con Molly y luego iremos al gimnasio.

—¿Por qué no te quedas conmigo?—le cuestionó formando un puchero.

Lo último que quería en ese momento era estar solo.

—Porque Molly me necesita, Zack y ella volvieron a pelear—explicó acomodando la corbata de Min—Cree que la engaña.

El peli negro bufo.

—Bien, entonces te veré en el partido—espetó rindiéndose por completo a su insistencia.

—Hecho—finalizó sonriente, perdiéndose al doblar la esquina del pasillo.

El chico tomó una fuerte bocanada de aire antes de seguir con su camino, aquel que lo llevaba hacia los vestidores de hombres. Sin embargo, algo terminó llamando su atención, a lo lejos, pudo observar a un peli negro abrochándose correctamente su cinturón, saliendo del armario de limpieza, y detrás de él, se asomó una cabellera peli rosa lo bastante familiar.

—Le dices a alguien de lo qué pasó, y te asesino—le escucho advertir señalándole mientras le tomaba de la mandíbula y con fuerza lo botó en los casilleros.

—Si claro, me gustó mucho eh, ¿Te veo el jueves?—espetó despidiéndose con un saludo cuán soldado al observarlo alejarse con una mirada amenazante.

Un pesado suspiró le abandonó y se dejó caer nuevamente sobre aquellas casillas en amarillo, observando a lo lejos una silueta que podría reconocer muy fácilmente.

—¿Estás bien?—le cuestionó acercándose tranquilo.

Y aunque Park se moría de vergüenza por dentro al saber que Min había visto tal escena, trato de actuar lo más natural posible.

—Compartimos química. Es Zack, el capitán de tu equipo. Nos vemos de vez en cuando en el armario del conserje para fajar.

Explicó.
Era aquello que siempre hacía para evitar la pena, contar sin pudor alguno antes de que la otra persona siquiera formulara la pregunta. Prefería eso en lugar de volver a reprimir sus pensamientos como en el pasado.

I'm N̶o̶t̶ gay. [Yoonmin] [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora