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¿Qué está bien? ¿Qué está mal?
Lo bueno y lo malo.

Dicen qué hay una delgada línea que separa ambos términos.
Para Min Yoongi, esa línea no era tan fina. Siempre había pensado que las diferencias eran obvias. El mal es cuando se sufre un prejuicio, el bien es cuando se obtiene un beneficio, y luego hay muchas veces que no pasa nada, ni bueno, ni malo.

Sin embargo, esa línea comenzaba a dibujarse frente a sus ojos.

—¿Q-qué hacemos aquí Park?—cuestionó el chico observando el lugar frente a sus ojos.

Minutos atrás, el peli rosa se había estacionado en una calle cualquiera y envuelta en oscuridad, sin decir ni una sola palabra o sin emitir un minúsculo sonido, salió del auto con él detrás suyo siguiéndole, terminando frente a una tienda de conveniencia que decía 7-Eleven en letras grandes y brillantes.

—Vinimos a una fiesta, por supuesto—respondió el otro sonriente, desviando su mirada de la entrada, para dirigirla a unas pequeñas puertas de metal en el suelo.

Aquel dio tres golpes, como si siguiese una melodía de alguna canción. Entonces, del otro lado se escuchó como si alguien quitase una especie de candado o cadena.

—No te despegues de mi, Yoongi—fue lo ultimo que dijo antes de abrir aquellas dos compuertas que abrían paso a un sótano.

«¿Un sótano en plena calle donde transitaban cientos de personas?» se cuestionaba el chico. Min sentía que iba directo a su muerte, no podía ver absolutamente nada, el pasillo apenas si era alumbrado por una especie de luz morada y hacía demasiado frió, entonces, definitivamente no planeaba separarse de su acompañante o seguro seria la última vez que se sabría de Min Yoongi.

Sin embargo, aquella angustiosa situación fue disipándose cuando a lo lejos podía ver lo que parecía ser luz negra mientras que algo de música lograba apreciarse si tenías un buen oído.

—Por aquí—habló Park caminando hacia la derecha, y deteniéndose abruptamente frente a una pequeña mesa.

—¿Qué es eso?—cuestiono el peli negro.

—Pintura neón—contestó tomando un poco con sus dedos—Sino, ¿Cómo crees que veremos allá adentro? Ahora ven aquí—dijo dibujando alguna clase de garabatos en el rostro del peli negro.

Aquel simplemente se limitó a cerrar los ojos dejando que su rostro fuese alguna especie de lienzo para el chico de cabello rosa. Seguro sabía bien lo que hacía.

—Debo decir que te ves increíble en este momento—susurro el chico—Ahora, te va.

—¿Cómo?

—Pinta lo que quieras—dijo Park incitándolo a que lo maquillase. Cerró los ojos y simplemente se acercó.

El peli negro aún indeciso, llevo dos de sus dedos a la pintura amarilla que se hallaba a su derecha. Tomo un poco y comenzó a dibujar un espiral alrededor del ojo derecho de su acompañante, luego tomó la rosa que creyó, combinaría perfecto, e hizo un delineado en la cuenca del izquierdo con delicadeza, paciencia, cuidado y lentitud. Prosiguió con el naranja para hacer pequeños puntos sobre sus grandes pómulos, aquellos se asemejaban a las pequeñas pecas que caracterizaban al peli rosa, con el azul hizo una línea recta para delinear su nariz y terminó posando su mirada sobre sus labios, esos que había probado con anterioridad. Así que se detuvo al igual que su respiración.

—¿Listo?—cuestionó el contrario después de un corto lapso de tiempo en silencio haciéndole sobresaltar.

—S-si.

I'm N̶o̶t̶ gay. [Yoonmin] [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora