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[Aquino es el tipo de novio muy soft.]

La pareja había salido de casa, ese día era su aniversario y querían celebrar con una comida en algún restaurante que pudieran pagar, así que salieron y caminaron hasta un lindo local donde podían comer antes de salir a pasear por la ciudad de noche.

La chica llevaba un vestido tinto con un estampado de flores, medias oscuras y unos tenis blancos para que la caminata no se le hiciera pesada; el chico se había vestido mejor que nunca, una camisa blanca con estampado de traje, un suéter abierto oscuro encima, pantalones azul oscuro y tenis.

-Permiteme.- El castaño retiro un poco la silla donde se sentaría la chica, cuando ella se sentó la acerco a la mesa. Luego él mismo se sentó en la silla del frente.

-¿Puedo tomar su orden?- Una camarera de cabello rubio se acerco a la mesa después de que les dieran los menús. Ambos ordenaron sus comidas y con un "enseguida se los traigo" la mujer de mediana edad se alejo.

Mientras, el castaño y la azabache hablaban tranquila y animadamente, riendo un poco de las cosas que se les ocurría, contandose como les había ido en sus trabajos, con sus familias y el reciente cumpleaños de la chica; ambos hablaban amenamente, el hombre extendió su mano a la chica sobre la mesa, esta la acepto con cariño y entrelazaron sus manos, el castaño acaricio suavemente la mano de la contraria con amor.

Cuando la misma chica de antes llego con sus platos de comida y sus bebidas, separaron sus manos lentamente y se dispusieron a comer la delicia que habían pedido, compartiendo un poco de su comida con el otro; la comida era deliciosa, el lugar hermoso y el precio accesible para lo divino que estaba todo. El castaño pasaba mas tiempo admirando la bella cara con liguero maquillaje de su novia que comiendo su propia comida, se quedaba inmerso en aquellos  ojos cafés que brillaban cuando la luz impactaba en ellos o cuando algo le emocionada, sus cejas perfiladas y perfectamente formadas, sus pestañas largas y curvas; sus labios que tenían un natural color rosa y un sabor a fresa que le fascinaba probar.

Su sedoso cabello oscuro que le encantaba peinar y el pequeño e imperceptible lunar bajo su ojo izquierdo, sus suaves y cuidadas manos que le encantaba sentir en su cara, acariciando sus cachetes  la linda sonrisa que se formaba en su cara cundo lo veía lo hacia sentir en el paraíso, y revolvía su estomago de una buena manera. En verdad estaba enamorado de aquella chica que le había robado el corazón la primera vez que la vio, hermosa como siempre y educada con todos.

-¿Qué pasa?, ¿Tengo algo en la cara?- Al sentir la mirada de su novio se sintió avergonzada.

-Nada, solo admiraba tu belleza.- Su comentario hizo que los cachetes de la chica se pintaran de rosa brillante, resaltando el pequeño lunar oscuro en su rostro. Diego rio.

Terminaron su cena, levantándose de sus asientos después de pagar cada uno su cuenta (a pesar de que el castaño insistía en pagar el todo), caminaron por el parque bañado de tonos naranja, amarillo, rojo y pequeños tonos de celeste.

-Una flor para la damita.- Un chico con una cubeta de flores se les acerco, Aquino saco su cartera y compro la única rosa lavanda que tenia la cubeta con agua.

Se volteo con una sonrisa suave a la azabache y se la entrego.

Ella lo recibió con un ligero sonrojo en las mejillas, los ojos brillando y una sonrisa tímida.

Sus dedos se rozaron, enviando a ambos una sensación eléctrica que les puso la piel de gallina, la chica olió un poco la flor, apreciando su aroma suave y embriagantemente dulce. Ambos entrelazaron sus manos, sintiendo otra vez aquel cosquilleo eléctrico y como sus estómagos se revolvían, reanudando su caminata por el parque.

-Te amo.- Susurraron ambos, sonrojadose por haber pensado la misma cursilería.

Y sin embargo, ambos amaban escuchar aquella "cursilería" de los labios de su pareja; lo amaban. Se amaban.


💻
Estoy llorando y yo lo escribí😭✨

𝗔𝗾𝘂𝗶𝗻𝗼 𝗶𝘀 𝘁𝗵𝗲 𝘁𝘆𝗽𝗲 𝗼𝗳 𝗯𝗼𝘆𝗳𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱 - 𝗢𝗻𝗲𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora