Un Pequeño Cambio (Venom x Tú)

Capítulo 13

Sonidos de la cama rechinando, sonidos de jadeos y gemidos a lo alto y en toda la habitación.

La ventaja de no tener vecinos, es que podías gritar sin sentir pena.

La cama rechinaba con furia, las sacudidas eran intensas, Venom te penetraba con fuerza mientras que tú rogabas por más.

Él te tenía boca abajo mientras te daba con fuerza, incluso tu trasero se había tornado de un color carmesí de tantos golpes que ya había tenido al topar con la parte masculina de Venom.

Tu mente ya se había nublado por tanto placer, Venom sacaba su lengua y lamía todo tu cuerpo mientras aún te daba estocadas fuertes y profundas.

Ésta vez, ambos sentían demasiadas ganas de seguir y seguir hasta romper la cama si era posible, aunque era probable debido a la cantidad de fuerza que Venom daba al darte un vaivén.

Ambos en la locura del placer, sin mencionar que en el interior estaban ardiendo de más deseo lujurioso.

Venom era consciente que si seguía al ritmo en que iba, podría lastimarte, aunque podía curarte, pero dañarte así en una ocasión donde ambos se unían no era su intención.

Después de observar que ya habías tenido un orgasmo, después de tantos, él se detuvo, abrazándote mientras lamia tu sudor con cariño y deseo.

Aunque en el fondo el simbionte anhelaba tanto volver a repetirlo al igual que tú en ése momento, no podía hacerlo al no querer lastimarte.

Habían tenido relaciones varias veces ésa misma mañana, ya eran suficientes como para que tu cuerpo se calmara, aunque ambos quisiesen continuar.

Venom te abrazó de manera dulce mientras tú aún recuperabas fuerzas, respirando agitada y con demasiado calor en el cuerpo, tus piernas las sentías dormidas, tu trasero ya no lo sentías aunque sabías que aún seguía ahí.

Tu mano aunque estuviera cansada, se dirigió al rostro del simbionte, acariciándolo de manera cariñosa y suave, haciendo que el simbionte se acercara a tu rostro y te besara nuevamente.

Aceptaste el beso, pero ahora, tu cuerpo automáticamente se giraba hasta quedar de frente al cuerpo de tu pareja, una de tus piernas volvió a subir hacia la cadera de éste, dejándole entrada por si quería continuar.

– T/N...

Seguiste besando al simbionte mientras éste luchaba internamente en no dejar que el deseo lo invadiera nuevamente, quería hacerlo, pero algo le decía que debían parar.

Era como un instinto protector que le avisaba cuándo parar.

Venom detuvo tus manos que le acariciaban su pecho, bajó tu pierna de su cadera mientras te observaba con cuidado, tú miraste algo confundida a tu pareja.

– Debemos parar...

– ¿Por qué? – Preguntaste aún sin saber porque de la nada Venom quiso detenerse.

– Podemos lastimarnos, no queremos salir heridos, es para protegernos...

Venom acaricio tu cabeza de forma dulce en un acto por relajar tus ganas de continuar, aunque era imposible teniéndolo así a tu lado.