Clase Social ( M-preg) Doncel / narusasu

Mi gran amor

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En la gran prestigiosa preparatoria Konoha, estudiaban los hijos de las personas más influyentes de la ciudad, era común ver a niños engreídos, mimados, como se dice hijos de papá.

En ese ambiente hostil, nuestra protagonista tuvo que aprender adaptarse, ella es hija de unos humildes comerciantes, ganadora de una de las diez becas que el instituto otorgaba cada año, al inicio no estuvo de acuerdo en asistir, pero al ver el brillo en los ojos de sus padres, no tuvo valor para negarles ese pequeño orgullo, era inteligente, no solo tenía una belleza envidiable, tenía un carácter aguerrido, su situación en el instituto le ocasionaba ser el punto de entretenimiento de los riquillos engreídos, pero no se dejaba pisotear por nadie, gracias a ese carácter se ganó un apodo, el habanero sangriento, apodo que le causaba risa, pero si con eso ganaba respeto, se lo quedaría.

En el instituto solo tenía una amiga de nombre Mikoto Klein, amistad que se ganó una tarde que estaba ayudando a guardar los equipos de física, paso por las duchas para asearse y pudo ver como un grupo de " señoritas", se burlaban de la pobre Mikoto, quien era muy tímida a diferencia de ella, Mikoto nunca olvidaría que cuando una de las abusivas le iba a estampar una cachetada en su piel Nivea, una gritona, bajita y de polo rojo llegaba a toda prisa y le estampaba un gran puñetazo a la abusiva, lanzándola a una gran distancia, tampoco olvidaría que sus demás compinches se irían en sima de la pequeña pelirroja y que está, sin inmutarse, golpearía una a una hasta que la última abusiva corriera lejos de ellas.

X: espero que estés bien

Mikoto: gra, gracias, cu, ¿cuál es tu nombre?

X: mi nombre es Kushina Uzumaki

Mikoto: yo, yo te agradezco la ayuda Kushina San (dando una reverencia)

La pelirroja se quedó un rato desconcertada y después se lanzó a reír

Kushina: jajaja, en serio eres graciosa Mikoto, pero no debes hacer eso, bueno me retiro

Mikoto: ¡¡espera!!, Yo, yo quisiera saber si, si quieres ser mi a, amiga.

Kushina: ¡¡¡por supuesto, cuenta con eso dattebane!!!

Ambas jovencitas sonrieron y desde ese día formaron una gran amistad.

Pero el destino es muy caprichoso y pondrá aprueba a esas bellas jóvenes, trayendo a sus vidas una manzana prohibida para una e inalcanzable para otra, él era rubio de porte elegante, justo y bondadoso, era amado por todo el salón, pero él puso sus ojos en unas hileras rojas, como no fijarse en ella, si su sonrisa resaltaba más que sus cabellos, el nombre de aquel rubio era Minato, ajeno a los sentimientos de una azabache, se dejó guiar por su corazón, el cuál latía con la sola presencia de aquella cereza andante, como solía llamarla.

Transcurría los días hasta que una tarde, el varón se confesó, la pelirroja no podía controlar los latidos de su corazón, esa tarde sellaron el inició de su relación con un beso, un beso que era la bendición para la parejita, un beso que fue una daga para el corazón de una azabache, un beso que será el inicio de días de calvarios para nuestra pelirroja.

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Mikoto: ¿así que tú y Minato?

Kushina: si (con las mejillas rojitas).

Mikoto: ¡¡yo, yo estoy muy feliz por ti Kushina!! (Abrazando a su amiga).

Kushina: pero por que te noto triste, que tú sucede

Mikoto: pues, sabes que este año terminamos la preparatoria (la pelirroja solo asintió con la cabeza), pues en familias de alta sociedad, los varones continúan estudiando para tener un título, en cambio las mujeres y donceles somos comprometidos.

Kushina: ¡¡¡qué!!!, Pero, ¡¡¡pero tú querías pintar!!!   ¡¡Y Por qué hacen tus padres todo esto!!

Mikoto: pues, es algo que se viene haciendo desde generaciones, yo no puedo hacer nada, mi padre ya me arreglo un matrimonio

Kushina: ¿¿qué??, Pero Mikoto, ¿¿tú me dijiste que te gustaba un chico??, Lo dejaras?

Mikoto: (con una triste sonrisa), él me dejó primero Kushina, pero no me lamento, la persona a la que él escogió es magnífica, sé que lo hará feliz

Kushina: oh Mikoto, tan dulce como siempre, pero, pero no puedo soportar que te junten con alguien que ni siquiera conoces.

Mikoto: si lo conoceré, vendrá el fin de semana, no te sientas mal por mi Kushina, es algo que ya sabía.

Kushina: pero Mikoto, tu dijiste que querías ser libre, no puedo creer que no luches, ¿estás así por el tipo que no te correspondió?

Mikoto: ¡¡no!!, Te dije que sí sería libre, me librará de mis padres, toda mi vida sufrí sus desaires, sus constantes viajes y que siempre olvidarán mis cumpleaños, siempre fueron las nanas, solo ellas

Kushina: ohh Mikoto

Mikoto: pero tú, tu llegaste y llenaste mi vida, fuiste como la hermana que nunca tuve, me cuidabas, por eso, por eso yo (no, nunca sabrás que también me enamoré de Minato), yo te extrañaré.

Kushina atrapó a Mikoto en un fuerte abrazo.

Mikoto: cuando tenga mis hijos, nunca los dejaré a Merced de nadie, yo los cuidaré como tú me cuidaste y no permitiré que los fuercen a casarse, ellos serán libres de elegir.

Kushina: sé que lo harás amiga mía, oh Mikoto, voy a extrañarte (empezando a llorar con la azabache).

Pasaron los días y el fin de año llegó, por una parte, nuestra pelirroja estaba alegre porque llevaría orgullo a sus padres al haber concluido sus estudios, la otra parte era de una profunda tristeza, ya no volvería a ver a su linda Mikoto, ya que ella se iría a casar y dudaba si su futuro marido le dejé que la visité.

Mikoto: bueno aquí nos despedimos, por favor cuídense, espero no perder contacto con ustedes, quisiera asistir a su matrimonio

Kushina: (toda roja) ¡¡¡Mikoto!!!

Minato: jajajaja, serás la primera en recibir la invitación.

Mikoto: ahora que no estaré, cuídala por mi Minato, es hiperactiva e impulsiva, pero tiene un gran corazón

Minato: esas cosas me enamoraron, claro que la cuidare.

Los tres se fundieron en un gran abrazo, las despedidas eran dolorosas, ellos no sabían que está sería la última vez que estarían los tres juntos.

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Volvieron a pasar los meses, la relación de nuestra pelirroja se hacía más fuerte, los padres de ella estaban muy orgullosos y el prometido era bien recibido, ella se tomaría un año antes de entrar a la universidad, sus padres no tenían dinero, así que ella decidió trabajar y ahorrar lo que pudiera.

Minato le había regalado la mejor cita, hoy cumplían un año de ser pareja, desde muy temprano la ha consentido y mimado, la ama y atesora con el corazón

Minato: te amo demasiado Kushina

Kushina: y yo a ti Minato.

Aquel día, no solo se entregaron con palabras, la entrega del amor carnal se hizo presente, la entrega de pureza confirmaría el amor que ella le tenía, esa noche se la pasarían amándose, prometiendo un futuro juntos, esa noche el mundo no importa

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Continuará

Espero apoyes esta mi tercera historia, espero sus votos y comentarios, nos vemos en el próximo capítulo

Bye